viernes. 29.03.2024

Isabel nació el diez de octubre de 1830 en Madrid. Su padre era Fernando VII y su madre María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, que era la cuarta esposa del rey y que además era su sobrina carnal. En sus tres anteriores matrimonios no habían dado descendencia a Fernando VII. Después de tener a Isabel II tuvo otra hija, la infanta Luisa Fernanda que nació en 1832.

Sube al trono cuando todavía no había cumplido los tres años. Esto se produjo por el fallecimiento del rey en 1833 y por no haber tenido hijos varones. Fernando VII promulgó antes de fallecer la Pragmática Sanción por lo cual se derogaba la Ley Sálica, que impedía a las mujeres acceder al trono. Este hecho provocó la sublevación del infante Carlos María Isidro de Borbón, que era hermano de Fernando VII y en consecuencia heredero al trono de España.

Este hecho marcó para siempre el reinado de Isabel II, puesto que los absolutistas se agruparon en torno a los derechos dinásticos del infante Carlos María, provocando las conocidas tres guerras carlistas que ensangrentaron al país a lo largo del siglo XIX.

Como no tenía Isabel II edad para reinar, fue nombrada como regente su madre, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias que duró desde 1833 a 1843. A los dos meses de quedarse viuda y siendo ya regente en nombre de su hija tuvo un nuevo amante, Fernando Muñoz, que era capitán de la guardia real, dos años más joven que la regente. A pesar de todos los intentos de ocultarla fue en vano, pues cada año quedaba embarazada, lo que delataba ante la población una situación difícilmente justificable cuando seguía siendo viuda.

En las tabernas y conciliábulos del país se decía “La regente es una dama casada en secreto y embarazada en público”. Los carlistas enemigos de ella, popularizaron una copla alusiva:

Clamaban los liberales

Que la reina no paría

¡Y ha parido más muñecones

Que liberales había!

Ante los escándalos que había en la corte, hace que sea sustituida por el primer espadón de la época, el general Espartero, hasta que éste fue obligado a abandonar el cargo a mediados de 1843.

Con la finalidad de evitar una tercera regencia, se adelantó la mayoría de edad de Isabel II a trece años.

Cuando ya tenía asegurado el trono para su hija Isabel, la regente María Cristina no se preocupó de la preparación educativa y política de su hija para el desempeño de tal alto cargo y exclusivamente se dedicó a su nuevo amante. Tampoco el poder político ya fueron los progresistas o moderados, se preocuparon de preparar a Isabel II, pues todos partían del principio básico de que cuando más ignorante permaneciera, mejor resultaría servirse de ella y de su cargo.

Cuando María Cristina es expulsada del cargo de Regente y es sustituida por el general Espartero, conocido como el Duque de la Victoria y Príncipe de Vergara, Isabel II es apartada de su madre y se elige a un grupo de preceptores para educarla.

En los años de Regencia, María Cristina había logrado una gran fortuna, que consiguió sacarla de España. Con parte de ese dinero conspiró contra el general Espartero, hasta que a mediados de 1843 triunfó el levantamiento de los generales Nárvaez, Serrano y Prim. Durante su regencia tuvo cinco hijos y en su posterior estancia en París otros tres, todos ellos hermanastros de Isabel II

El preceptor mayor era Agustín Arguelles, su profesor general José Vicente Ventosa, su maestro de música, Francisco Frontela, también llamado Valldemosa y también formaba parte de los preceptores Salustiano Olózaga, hombre inteligente y que destacaba por su gran preparación jurídica.

Estos preceptores están en el inicio de las habilidades sexuales de Isabel II. José Vicente Ventosa fue expulsado de palacio por razones graves. Francisco Frontela, se le conocía como el amante de la reina y ésta le concedió la Cruz de Carlos III. Salustiano Olózaga fue el encargado de desflorarla y de iniciarla en los principios amorosos

Isabel II tenía un carácter temperamental y apasionado, al mismo tiempo que mostraba una ardiente sensualidad probablemente heredada de su madre. Otro aspecto muy reseñable era su gran generosidad y su ánimo alegre y vivaraz, que hacía muy agradable su presencia

De esta época podemos valorar la descripción que hace el conde de Romanones de Isabel II

A los diez años Isabel resultaba atrasada, apenas si sabía leer con rapidez, la forma de su letra era la propia de las mujeres del pueblo, de la aritmética apenas sólo sabía sumar siempre que los sumandos fueran sencillos, su ortografía pésima. Odiaba la lectura, sus únicos entretenimientos eran lo juguetes y los perritos. Por haber estado exclusivamente en manos de los camaristas ignoraba las reglas del buen comer, su comportamiento en la mesa era deplorable, y todas esas características, de algún modo, la acompañaron toda su vida”.

Isabel II en 1852, retratada junto a su hija Isabel

El ocho de noviembre de 1843, Isabel II es declarada mayor de edad con trece años. El primer problema que debe afrontar es del del matrimonio. Este matrimonio se convierte no sólo en una cuestión de Estado sino en un problema europeo, pues lo que todos quieren es que no se rompa la actual situación de alianzas y equilibrios que había en ese momento en Europa.

Su madre María Cristina, plantea como marido al conde de Trapani, que era hermano de su madre y en consecuencia tío carnal. Francia plantea la candidatura del duque de Montpensier, que era hijo de Luis Felipe. Otro pretendiente era Leopoldo de Sajonia, que tiene el respaldo de Inglaterra. También aspiraba el infante Enrique que era el segundo hijo de Francisco de Paula y de Luisa Carlota que era hermana de su madre María Cristina, pero esta candidatura se vino abajo por su colaboración en el alzamiento carlista de Galicia.

Mientras sectores sociales españoles apoyan la idea de casarla con Carlos Luis de Borbón que era primo hermano e hijo de Carlos María Isidro, con lo que el problema dinástico se hubiera evitado, pero Isabel II no aceptó, y ahí está el origen de la segunda guerra carlista.

Por razones políticas el elegido fue Francisco de Asís, hijo del Infante Francisco de Paula y de Luisa carlota, que era además primo hermano de Isabel. Esta elección satisfacía a todos los sectores políticos del país, porque lo consideraban un personaje políticamente inocuo y además se fundían en una sola las dos ramas reales. Además este acuerdo también incluía el casamiento de su hermana Luisa Fernanda de catorce años, que se casaría con el duque de Montpensier, con lo que se consolidaba el equilibrio político europeo.

Caricatura de Isabel II

La expresión que se oía esos días en España era: ¡Pobres niñas, condenadas a sendos matrimonios de conveniencia para salvar el trono!

Al conocer el nombre de su futuro marido, Isabel II se negó diciendo ¡No, con Paquita, no! Pero su madre María Luisa y una monja oscura, que estará presente en toda su vida, sor Patrocinio le presionaron para que aceptara. Así el día antes del matrimonio Isabel II dijo a su madre: “He cedido como reina, pero no como mujer. Yo no he buscado a este hombre para que fuese mi marido; me lo han impuesto y no lo quería”.

Su noche de boda fue un fracaso. Es conocido el comentario que hace Isabel II al diplomático León y Castillo “que voy a decir de un hombre que en la noche de bodas llevaba en su camisa más bordados que yo en la mía”. La presencia de Francisco de Asís enseguida levantó muchos dichos populares y se crearon numerosas coplas como la siguiente:

Isabelona / Tan frescachona / y don Paquita / tan mariquita


Dibujos populares

La vida de Isabel II se basa en una fiesta continua. Se acostaba a las cinco de la mañana y se levantaba a las tres de la tarde. Este modo de vida levantaba fuertes críticas en la sociedad española.

El primer amante oficial fue el general Serrano a quien Isabel II le calificaba “el general bonito”, y producía un auténtico escándalo porque la reina lo perseguía por todos los cuarteles de Madrid. Llegó a tal nivel el escándalo, que el ejército decidió trasladarlo fuera de Madrid.

Otros amantes reconocidos son el cantante José Mirall, cuya voz entusiasmaba a la reina. El conocido compositor Emiliano Arrieta, el coronel Gándara, también Manuel Lorenzo de Acuña, marqués de Bedma. Destaca el capitán José María Arana, conocido como ”el pollo Arana”, en esta relación hay una anécdota que su marido Francisco de Asís, un día le dijo a la reina que tuviera cuidado con el pollo Arana, que le estaba poniendo los cuernos. Lo ascendió a coronel y le otorgó la Cruz Laureada de San Fernando y fruto de esa relación nació la infanta Isabel que sería llamada popularmente la Araneja y también la Chata.

Otra relación también muy conocida fue con el capitán de ingenieros Enrique Puig Moltó conocido como “el pollo real”, que fue el padre de Alfonso XII, al que llamaron puigmolteño. Se dice que un día hablando Isabel con su hijo Alfonso XII de dijo “Hijo mío, la única sangre Borbón que corre por tus venas es la mía”.

Otro amante reconocido fue el general O´Donnell que había llegado al poder con la Vicalvarada iniciándose un periodo histórico conocido como el bienio progresista, dirigido dicho gobierno por la Unión Liberal (1854-1856). O´Donnell se sintió atraído por Isabel II y ésta le respondía, cultivando un amor platónico que aumenta su comprensión y confianza mutua. La diferencia de edad entre ambos, veintiún años no les importaba nada. Sin embargo, este entendimiento fue cambiando por la influencia conservadora que ejercían sobre la reina, el padre Claret y sor Patrocinio, conocida como la monja de las Llagas, que intentaban neutralizar las medidas liberales que el gobierno de O´Donnell tomaba sobre la Iglesia. Esto llevó a que Isabel II humillara públicamente a O´Donnell, provocando su cese.

Cabe destacar la anécdota de que en el año 1860, O´Donnell va a despedirse de Isabel II antes de inciar una nueva guerra en Marruecos, la reina le dice cariñosamente que si ella fuera hombre iría con él. Francisco de Asís que estaba presente, añadió “lo mismo te dijo O´Donnell, lo mismo te dijo”.

Otros amantes fueron el secretario Miguel Tenorio; el cantante Tirso Obregón; José de Murga y Reolid, marqués de Linares por concesión real; el gobernador de Madrid y posterior ministro de Ultramar, Carlos Marfori y Calleja que le acompañará a París cuando se exilia por el triunfo de la Gloriosa de 1868. El capitán de artillería, José Ramón de la Puente. Fruto de estas relaciones tuvo los siguientes hijos:

- El 20 de mayo de 1849 da a luz un varón fallecido en el parto, hijo del marqués de Bedmar.

- El 12 de julio de 1850 dio a luz un nuevo varón que falleció a los cinco minutos de nacer, enterrado en el Panteón de príncipes de El escorial y que probablemente fuera hijo del rey consorte Francisco de Asís de Borbón.

- El 20 de diciembre de 1851, dio a luz a la infanta María Isabel Francisca de Asís, popularmente conocida como la Chata, princesa de Asturias, hasta el nacimiento de Alfonso XII, hija del capitán José Ruiz Arana.

- El 5 de enero de 1854, nace la infanta María cristina, muerta al poco de nacer y que fue enterrada en el Panteón de El escorial, de padre desconocido.

- El 24 de noviembre de 1855, tuvo un aborto avanzado, tras haberse publicado en la Gaceta de Madrid el embarazo real, de padre no conocido.

- El 20 de junio de 1856, hay un nuevo aborto de padre no conocido

- El 28 de noviembre de 1857; Alfonso, príncipe de Asturias y más tarde rey de España, era hijo del capitán de ingenieros Enrique Puig Moltó.

- El 26 de diciembre de 1859, da a luz a la infanta Concepción, muerta a los veintiún meses, hija del rey consorte.

- En el año 1861 tuvo a María del Pilar Berenguela fallecida a los dieciocho años.

- En el año 1862 tuvo a María de la Paz de Borbón y Borbón, que fue casada con Luis Fernando de Baviera.

- En el año 1864 tuvo a María Eulalia de Borbón y Borbón, duquesa de Galliera, fue casada con Antonio de Orleans y Borbón.

- En el año 1866 nació Francisco de Asís Leopoldo de Borbón y Borbón, fallecido a las pocas semanas de nacer.

Mientras todo esto sucedía su marido francisco de Asís y Borbón tuvo un amigo de por vida, Antonio Ramón Meneses, con el que convivió toda su vida. Ante los continuos amantes de Isabel II, los asumió con naturalidad. Por el reconocimiento de la paternidad de los hijos de Isabel II recibía a cambio un millón de reales por hacer la presentación de cada uno de ellos.

Una copla popular decía de Francisco de Asís:

Gran problema es en las Cortes

Averiguar si el consorte

Cuando acude al excusado

Mea de pie o mea sentado

El dos de febrero de 1852, Isabel II sufrió un atentado en la presentación de su hija Isabel, siendo atacada por el cura Merino con un puñal, pero fracasó en el intento porque el cuchillo chocó con las ballenas del corset de Isabel II y sólo tuvo una herida superficial.

El 28 de septiembre de 1868 se produce el levantamiento de la Gloriosa, encabezada por los generales Prim, Serrano y el almirante Topete que contó con un gran apoyo popular que cantaban el himno de Riego y gritaban ¡Mueran los Borbones! Y que en algunos momentos se convirtió en ¡Mueran los bribones!. Esto supuso la salida de Isabel II al exilio de París. Desde él no dejó de conspirar e hizo todo lo posible para que su hijo Alfonso XII recuperara el trono como así sucedió en el año 1874.

Isabel II muere el 16 de abril de 1904. El historiador conservador José Luis Comellas hace un retrato de Isabel II “Desenvuelta, castiza, plena de espontaneidad y majeza, en la que el humor y el rasgo amable se mezclan con la chabacanería y con la ordinariez, apasionada por la España cuya secular corona ceñía y también por sus amantes.

El escritor Valle Inclán en su obra “la corte de los milagros“ hace la siguiente descripción: “La Católica Majestad, vestida con una bata de ringorrangos, flamencota, herpética, rubiales, encendidos los ojos del sueño, pintados los labios como las boqueras del chocolate, tenía esa expresión, un poco manflota, de las peponas de ocho cuartos”.

Podemos decir que fue una mujer sin gran personalidad y con total falta de libertad siempre siendo juguete de los intereses políticos, religiosos y que su única expansión fueron sus amantes los cuales la utilizaron para conseguir sus propios fines.

La vida privada de Isabel II de España