lunes. 29.04.2024
Fotos cedidas por el Mad Cool
Fotos cedidas por el Mad Cool (Javier Bragado)

Vicente I. Sánchez | @Snchez1Godotx

No eran todavía las 18:00 y ya se apreciaba una larga cola para entrar en el nuevo recinto que este año estrena el Mad Cool en la colonia Marconi de Villaverde. Un espacio que toma el nombre de Iberdrola Music y que nace con la vocación de ser un nuevo punto de encuentro de música en el que pueden llegar a congregarse cerca de 100 mil personas.

De entrada, el nuevo recinto no ha mejorado demasiado los problemas de acceso de este tipo de macrofestivales, ya que la kilométrica cola para entrar demoraba cerca de una hora el acceso al recinto, todo ello bajo un sol de justicia. Un problema que tendrá que solventar el festival de cara a los siguientes días si no quiere que más de un asistente sufra un desmayo en la espera de entrar. Para el futuro, también tendrán que ver cómo concilian el nuevo recinto con el descanso de los vecinos de Villaverde, que se han mostrado desde el principio muy descontentos y en contra del festival, logrando como medida inicial que este termine a las 2 de la madrugada.

Ya hablando del nuevo recinto, hay que reconocer que está muy bien organizado, logrando un espacio casi el doble de grande que en el antiguo perímetro de Valdebebas. Correcta visibilidad de los escenarios y un sonido que en el primer día se ha percibido como bueno y envolvente. Muy importante es que apenas había colas para pedir bebida o para entrar en el baño, mostrándose constantemente como un espacio muy fluido en el que los sesenta mil espectadores que acudimos al primer día no sentimos demasiado estrés.

Nuevo recinto, logrando un espacio casi el doble de grande que el anterior. Correcta visibilidad de los escenarios y un sonido que en el primer día se ha percibido como bueno y envolvente

No todo es positivo, el Mad Cool se ha convertido también en un inmenso escaparate lleno de marcas y postureo en el que, por momentos, la música pasa a un segundo plano y el tonteo de Instagram lo domina todo. Resulta curioso también que el vistoso cartel del Mad Cool que en otras ediciones daba la bienvenida a los espectadores haya sido cambiado por uno en el que se puede leer Iberdrola Music.

Pero vayamos a lo realmente importante, los conciertos. La jornada comenzó muy bien con unos espectaculares The Offspring que mantienen toda la fuerza que les hizo grandes en los 90. La banda de California tocó buena parte de los clásicos de discos tan míticos como "Ixnay on the Hombre" (1997) o "Americana" (1998) ante un sol de justicia. No importa, es imposible resistirse ante el encanto de canciones como "Pretty Fly" o "Want You Bad". Sin duda, un concierto espectacular que desde la sobriedad escénica del punk rock se situó entre lo mejor de la jornada.

The Offspring mantienen toda la fuerza que les hizo grandes en los 90. La banda de California tocó buena parte de los clásicos de discos tan míticos como "Ixnay on the Hombre"

Antes de continuar con la jornada, era obligada una parada en el escenario vintage de Vibra Mahou. Un espacio que simula una feria, bingo incluido, y en el que la música "hortera" y “pachanguera” nunca deja de sonar. Por si fuera poco, todos los días, sobre las 20:30, habrá un concierto sorpresa. En este caso, fueron Las Azúcar Moreno quienes dieron un toque de mucho duende al festival con temas como "Solo se vive una vez" o "Bandido".

No obstante, el escenario principal nos reclamaba con los texanos Machine Gun Kelly. Una banda bastante rapera que es un reclamo perfecto para ese 30% de espectadores extranjeros que acuden al festival con ganas de bailar y darlo todo. Aunque no fue excesivamente interesante y su música se muestra previsible y anodina hasta el extremo, es un peaje que estoy dispuesto a pagar si logramos que el Mad Cool se convierta en un referente para la comunidad inglesa y que ya de paso se deje un dinerito en Madrid.

Sigur Rós
Sigur Rós. Foto: Paco Poyato

No obstante, mi mente y mi cuerpo ya se dirigían hacia otro escenario, en concreto, el denominado "Region of Madrid". Allí, la banda islandesa Sigur Rós daría el que sería, de lejos, en opinión del que suscribe, el mejor concierto del día. Y es que el grupo de Jón Þór Birgisson juega en otra división, con unos sonidos envolventes y etéreos totalmente espectaculares. Un post-rock con sonidos progresivos que, una vez te atrapa, ya no te suelta. La música de Sigur Rós posee un lenguaje único, en el que el minimalismo y lo espiritual se dan la mano, creando un espectáculo único e inmersivo. Sí, puede que esta banda no sea la idea para un macrofestival, pero también me parece la ocasión única para que muchos los descubran.

Un concierto lleno de temazos, pero también de mucho humor y surrealismo: hay que reconocer que Robbie Williams es todo un personaje

Robbie Williams
Robbie Williams. Foto: Javier Bragado 

Sobre las 23:00 de la noche, llegó el cabeza de cartel del día, Robbie Williams. Con un Mad Cool lleno hasta la bandera, el exmiembro de Take That salía al escenario y ponía a todo el mundo a bailar al ritmo de "Let Me Entertain You". Un concierto lleno de temazos, pero también de mucho humor y surrealismo: hay que reconocer que el cantante británico es todo un personaje que acaba transformando sus conciertos en un espectáculo en el que la música y el show forman uno. Lo cierto es que en las dos horas que duró el concierto, Robbie Williams pudo hablar fácilmente más de 20 minutos, contando todo tipo de anécdotas, analizando su vida e incluso ligando con alguna espectadora. Al final, monta un espectáculo en el que la música queda relegada un poco al segundo plano y en lo que realmente llama la atención es su traje de burbuja Freixenet, su espectacular cuerpo de baile, o la siguiente tontería que dirá. A pesar de ello, el talento de Robbie Williams sigue allí, y temas como "Rock DJ" o "Angels" siguen teniendo algo muy especial. Una de las anécdotas del concierto fue el homenaje que hizo a Oasis y al tema "Don't Look Back in Anger". Recuerdo con el que el cantante británico busca poner su granito de arena hacia la reconciliación de los Gallagher.

Para los que teníamos que madrugar, así terminó el primer día de festival. Seguiremos informando.

Fotos cedidas por el Mad Cool

The Offspring y Sigur Rós, los más destacados de la primera jornada del Mad Cool