Vicente I. Sánchez | @Snchez1Godotx
Cuando el Festival Río Babel nació en 2017, lo hizo con la filosofía de ser un punto de encuentro muy distinto a lo que se podía encontrar en el panorama musical y escénico de Madrid. Comenzó con la vocación de ser un espacio con una gran diversidad musical en el que tuviese cabida todo tipo de estilos musicales, desde el jazz latino o el folk, pasando por la cumbia, la salsa y hasta el indie y el rock. Sí, Río Babel es quizás uno de los festivales más democráticos y conciliadores de España, en el que en una misma jornada pueden cruzarse todo tipo de públicos y estilos musicales posibles, desde padres con niños hasta amantes del rock and roll de toda la vida. Si a esto le sumamos un espacio dedicado solo a la comedia, se puede entender la gran acogida que puede llegar a tener esta propuesta.
Este año, el festival se trasladaba desde el ferial de IFEMA hasta la Caja Mágica de Madrid, logrando una gran explanada al aire libre y un entorno más natural y tranquilo que, a la postre, le ha sentado muy bien a su ecléctico cartel. Durante tres días, Río Babel ha congregado a más de 50 mil personasy lo ha hecho de forma fluida, sin grandes aglomeraciones ni colas en baños y zona gastronómica, y con unos accesos y una organización que han permitido que se desarrollen los conciertos sin demasiado agobio y masificación. Analicemos, pues, con algunas pinceladas el desarrollo del festival.
Río Babel es quizás uno de los festivales más democráticos y conciliadores de España
Bajo el intenso calor del viernes, abría sus puertas el Festival Río Babel, una intensa temperatura que sería uno de los grandes protagonistas de la edición y que no estaba dispuesto a dar demasiadas treguas. El viernes era además, con diferencia, el día más familiar y accesible para el público, con Morat como gran reclamo del día. Ya desde las primeras horas era normal encontrarse a padres y niños esperando a la famosa banda colombiana, autora de algunos de los éxitos más escuchados en la radio últimamente. Así quedó demostrado cuando, cerca de las 12 de la noche, empezaron a sonar canciones tan populares como "Cuando nadie ve" o "Cómo te atreves", letras que quien más o quien menos todo el mundo conoce. No obstante, para el que suscribe, el momento más interesante de la primera jornada (más allá del gran concierto que ofreció Julieta Venegas) fue la actuación de la nueva banda de Leiva, The Guapos, grupo formado por Adán Jodorowsky, El David Aguilar, Jay de la Cueva y el propio Leiva a la batería. Esta banda de espíritu mexicano (casi todos sus miembros lo son) nace con la idea de recuperar el rock de siempre y con la intención de que el público no deje de bailar. Habrá que seguir muy de cerca la evolución de la banda.
La primera jornada del festival también hizo gala de esa mezcla de sabores y culturas tan clave en su filosofía, con un cartel en el que también estaban grupos muy interesantes (y diferentes) como 31 Fam, Daniel, Me Estás Matando Sen Senra, Álvaro de Luna y Conociendo a Rusia.
El traslado a la Caja Mágica, en una gran explanada al aire libre y un entorno más natural, le ha sentado muy bien a su ecléctico cartel
Si la primera jornada fue más accesible y familiar, la segunda fue sin duda el día de la salsa y el merengue. Difícil no serlo si el cabeza de cartel es el gran Juan Luis Guerra 4.40, a la postre, el concierto más esperado y comentado de esta edición de Río Babel. El veterano artista congregó a miles de latinos, especialmente dominicanos, venezolanos y colombianos, que al ritmo de salsa y bachata convirtieron el Río Babel en un inmenso bailódromo. Durante casi dos horas, el artista interpretó gran parte de sus clásicos y se le pudo ver en plena forma y con muchas ganas de contentar al público. Podrá gustar más o menos, pero escuchar uno de sus conciertos en directo es algo que hay que hacer al menos una vez en la vida. Comenzó con temas tan potentes como "Rosalia" y "La Travesía", sin dejar de lado algunos temas de su último disco de 2021, "Entre mar y palmeras".
Una mención especial se merece la banda que le acompañaba, 4.40, que por sí sola ya sería reclamo suficiente para organizar un concierto. No hace falta describir el entusiasmo que levantó cuando concluyó con himnos como "La bilirrubina" u "Ojalá Que Llueva Café".
Para aquellos que tenían ganas de seguir bailando, la noche continuó con los sonidos mestizos de Escorzo y con la rumba-reggae fusión de Macaco. No puedo terminar estas breves pinceladas del segundo día sin elogiar el gran concierto que ofreció Guitarricadelafuente, con unas letras y melodías que lo definen como uno de los grandes músicos del momento. No fue casualidad que su "Guantanamera" o su "Agua y Mezcal" fueran de las canciones más celebradas del día. Completaron la jornada La Santa Cecilia, Aterciopelados, Mr. Kilombo y Tremenda Jauría.
Y así llegamos al domingo, última jornada del festival y con el espíritu indie como bandera. Ya antes de entrar, los seguidores con camisetas de La MODA, Arde Bogotá y Jamiroquai se contaban por decenas mientras entrábamos en Río Babel. Previamente, el público ya se había calentado (y nunca mejor dicho, porque hacía un sol de justicia) con la buena música de Colectivo Panamera y ese gran grupo tan lleno de vida y buen rollo que es Balkan Paradise Orchestra.
Río Babel ha congregado a más de 50 mil personas y lo ha hecho de forma fluida, sin grandes aglomeraciones
Como si un trocito de Burgos se trajeran con ellos, cuando empezó La MODA, comenzó a llover ligeramente. Nada del otro mundo, pero lo suficiente para refrescar una tarde de mucho calor y en la que se congregó mucha gente desde primera hora. Sigo pensando que la voz de David Ruiz, líder de La MODA, es una de las voces más potentes y novedosas del indie español, y canciones como "Nómadas", "Miraflores" o "Héroes del sábado" son simplemente obras maestras. El concierto fue uno de los grandes momentos de todo el festival.
La tarde continuó con Arde Bogotá, uno de los grupos más queridos y exitosos de la actualidad y del panorama indie. La banda murciana dio exactamente lo que se esperaba, con canciones que ya son himnos, como "Exoplaneta" o "Antihéroe". Además, el grupo, que actualmente está presentando el disco "Cowboys de la A3", dio una sorpresa al anunciar que el 11 de noviembre darán un nuevo concierto en La Riviera, una cita que ningún amante de la buena música se puede perder.
Y así, entre temazo y temazo, llegó el momento de Alizzz con sus adictivos sonidos llenos de reguetón y fusión, y los mexicanos Son Rompe Pera, con su dominio de la cumbia y la salsa difíciles de no bailar. Rozando la medianoche, llegó el turno del funk y acid jazz de Jamiroquai. El británico dio un repaso a sus grandes éxitos ante un público que demandaba sus grandes hits y que aún no daba muestras de querer irse a casa, a pesar de que ya era casi las 12 de la noche y el lunes había que trabajar. "Virtual Insanity" fue especialmente bien recibida y aunque el concierto no fue lo mejor de esta edición (quizás por las muchas horas de sol y cansancio acumuladas) si dejó un gran sabor de boca en el respetable.
El festival concluyó con Peces Raros y Bomba Estéreo, nombres de lujo para una edición que ha sabido combinar muy bien todo tipo de público y en la que la fusión ha sido el gran protagonista. Difícilmente nos podemos perder la nueva edición. Seguiremos informando.
