domingo. 28.04.2024

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Hace poco más de dos meses tuve el placer de hablar en una Casa del Pueblo acerca de la memoria de las mujeres, un colectivo que estaba invisibilizado hasta hace poco en el ámbito de la memoria democrática y que, si nos ponemos estrictos, sigue estándolo parcialmente, pues en la nueva Ley de Memoria Democrática no se ha rehabilitado a las mujeres como se debería, pues fueron actoras fundamentales en fenómenos como la guerrilla o la formación de sindicatos y partidos en la clandestinidad.

En este acto también reflexionamos sobre varias cuestiones, una que me interesa especialmente fue sobre la participación de la juventud en cuestiones memorialistas, pues existe el estereotipo de que la juventud no se implica, cuando no es realmente así.

El bajo interés por temas como la memoria o la historia no son uno de ellos, aunque si sería positivo que las instituciones públicas estimularan desde espacios públicos como la escuela o las asociaciones la participación de los jóvenes

Es cierto que amplios sectores juveniles no participan ni en política ni en asociaciones, esto tiene que ver con el asentamiento de una democracia que consideramos eterna, por lo que desaparece esa necesidad que tuvieron nuestros padres de participar en estas para construir un futuro.

Por otro lado, habría que apuntar que la baja participación no significa realmente que la juventud no tenga interés por estos temas, ya que como ejemplo tenemos podcast, videos en redes como Tik Tok u Instagram en los que vemos como miles de jóvenes comparten el contenido e incluso tienen debates profundos en torno a este.

El formato podcast y video suelen ser los más atractivos para el público, pues en el primer caso los puedes escuchar cuando quieras de manera gratuita y en el segundo se pueden consumir rápidamente en formato short o reel.

En muchos casos, los creadores de contenido van más allá de su propia generación en cuanto a las personas que alcanzan, sirviendo estos de hilo conductor con personas de mediana edad que nunca han podido disfrutar de este conocimiento accesible.

En cuanto al asociacionismo también hay una serie de estereotipos que luego no se asemejan con la realidad, un ejemplo claro son los grupos de recreación, en los que podemos ver como cada vez participa más gente joven dispuesta a divulgar la cultura de periodos como la Guerra de Independencia o la Guerra civil española.

En definitiva, la juventud tiene muchos problemas, sin embargo, el bajo interés por temas como la memoria o la historia no son uno de ellos, aunque si sería positivo que las instituciones públicas estimularan desde espacios públicos como la escuela o las asociaciones la participación de los jóvenes, pues a fin de cuentas somos el futuro.

Juventud por la memoria