Pese a carecer apenas de empleados, los grandes fondos acumulan más de 20.000 millones en ganancias, en parte gracias a la nueva regulación en los Estados Unidos.
Sólo el Reino Unido, en cuya City se concentran entre el 70% y el 80% de los fondos de alto riesgo europeos, se ha opuesto a la norma a la que ha dado el visto bueno el Ecofin.