jueves. 28.03.2024

Mauricio Macri, el entregador serial

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Los medios oficialistas argentinos presentaron ayer como un “logro” el Tratado de Libre Comercio Mercosur-Unión Europea que Mauricio Macri pactó en la Cumbre del G20 que se desarrolla en Osaka, Japón.

Sin embargo, lejos de tratarse de una buena noticia para la economía argentina, este acuerdo no es sino el certificado de defunción de la industria nacional, ya golpeada por el modelo impulsado por el oficialismo.

El Tratado de Libre Comercio Mercosur-Unión Europea es tan grave y ruinoso que las voces de alarma no se han hecho esperar

Si bien aún debe ser aprobado por el Congreso de la Nación de la República Argentina y refrendado por los Parlamentos de los países de la Unión Europea, la necesidad de Macri por conseguir algún punto que sume a su imagen ha hecho que el equipo de gobierno y sus medios promuevan este brutal retroceso como algo positivo, cuando en realidad se trata de un duro revés para la agonizante industria argentina.

El plan sistemático de entrega de recursos es clave en la administración Cambiemos. En mayo del corriente año, el gobierno nacional adjudicó a empresas británicas áreas off shore para la exploración petrolera en el mar territorial argentino, en una de las cuencas que involucra a las islas Malvinas, a las que el gobierno argentino ha decidido llamar Falklands. De esta manera Macri consolidó la ocupación británica en el Atlántico Sur, adjudicando éstas áreas a las empresas Tullow y Equinor.

Los cielos argentinos también fueron entregados a manos foráneas por el gobierno nacional. El Ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, firmó esta semana un acuerdo con Estados Unidos mediante el cual Argentina cede las rutas aéreas a compañías norteamericanas que a partir de ahora contarán con los mismos privilegios que las empresas argentinas en el mercado de cabotaje.  Estas rutas van a ser designadas por el gobierno de EE.UU. desde cualquier punto de ese país; una muestra más de la pleitesía que el gobierno argentino le rinde al país del que Mauricio Macri oficia de gerente.

Los cielos argentinos también fueron entregados a manos foráneas por el gobierno nacional

El Tratado de Libre Comercio Mercosur-Unión Europea es tan grave y ruinoso que las voces de alarma no se han hecho esperar. El hecho de que durante veinte años no se hubiera avanzado en este proyecto se explica precisamente por las pretensiones que reclamaba Europa, y que afectaban los intereses nacionales. Macri no dudó en acceder a lo que se le solicita, a cambio de nada. El único beneficio, en cualquier caso, es para la campaña de “inserción al mundo” con la cual el primer mandatario argentino conquista a los incautos. La realidad es que la eliminación de aranceles a los productos industrializados europeos sólo traerá mayor descalabro a la ya de por si destrozada industria argentina; lo que se traduce en mayor desempleo y precarización laboral.   

Mauricio Macri, el entregador serial