jueves. 25.04.2024

Gracias Alfredo

Hoy es un día triste para la familia de Alfredo Pérez Rubalcaba, pero también lo es para el Partido Socialista, para la Unión General de Trabajadores y, sobre todo, para la política. Alfredo Pérez Rubalcaba nos ha dejado tras una repentina y fulminante enfermedad.

Y quiero poner de relieve la figura de un político que ha dado mucho a nuestra democracia. Afiliado a UGT, Alfredo siempre ha mantenido una militancia participativa en el sindicato. Siempre que hemos necesitado su ayuda o colaboración, él ha hecho lo indecible para ayudarnos, y así le queremos recordar.

Personalmente, tuve la oportunidad de escuchar, por primera vez, a Alfredo Pérez Rubalcaba en una larga intervención que llevó a cabo en una conferencia organizada por la Federación de Enseñanza de la UGT de Catalunya. En aquel tiempo que estuve escuchándole, Alfredo me fascinó. Durante su intervención, no usó ni un solo papel, desarrollando una charla profundamente ideológica que he podido ver en pocas personas. Me recordó, directamente, a la figura de Luis Gómez Llorente. Era el primer contacto que tuve con Alfredo, pero no sería el único.

Debemos recordarle como lo que fue, una persona abierta de miras, trabajadora, comprometida con la izquierda y, sobre todo, imprescindible en el avance de la educación, su gran pasión política. A Alfredo le vamos a recordar como el padre de la LOGSE, que impulsó siendo Secretario de Estado de Educación. Siempre estará ligado al gran proyecto colectivo que supuso la modernización y la extensión de la Enseñanza obligatoria en España.

En sus años en la primera línea política, desempeñó varias e importantes responsabilidades en el Gobierno de José Luis Rodriguez Zapatero, donde destaca su papel decisivo y fundamental en la rendición de ETA. Solo por esto, la sociedad española tiene una gran deuda con él, poco reconocida. Por el contrario, tuvo que afrontar por ejemplo, acusaciones de utilización de la policía en su gestión como Ministro del Interior, precisamente por parte de aquellos que cuando llegaron al poder aprovecharon a algunos policías deshonestos para llenar de inmundicia las cloacas del Estado. Sin embargo, lejos de guardar rencor, Alfredo Pérez Rubalcaba siguió trabajando por la democracia en nuestro país.

Durante su época tanto en el Gobierno como en la oposición, también tuve ocasión de hablar largo y tendido con él. Como todo el mundo recuerda, era una persona reflexiva, dialogante y con una gran capacidad de análisis. De hecho, recuerdo especialmente una charla no hace mucho tiempo, cuando él aún era líder de la oposición y Secretario General del PSOE. Yo aún era Secretario General de UGT-Catalunya, y tuvimos la oportunidad de reunirnos Miquel Iceta, Alfredo Pérez Rubalbaca, el Secretario General de CCOO de Catalunya, y yo mismo. Fue una entrevista larga, donde debatimos de muchos temas pero, especialmente, de la situación que se estaba viviendo en Catalunya. Eran años previos a lo que ha acabado denominándose el ‘procés’. Alfredo era consciente del problema. Con él, se podía debatir sin ningún tipo de problema. Era, indudablemente, un hombre de Estado, amante de su país y consciente de la España plural y diversa.

Solo puedo terminar haciendo visible el dolor de la familia ugetista y trasladando todo nuestro pesar a la familia y amigos de Alfredo Pérez Rubalcaba, así como a toda la familia del PSOE.
Nos ha dejado un gran hombre de izquierdas, un gran estadista y un político de raza.

Gracias Alfredo