jueves. 28.03.2024

Rivera y RTVE, mejor calladito

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Asombra el cinismo con el que el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, critica las negociaciones entre PSOE y Podemos para la elección del nuevo presidente de RTVE.

Sorprende y asombra que hable de “dedazo”, de negociación de “despachos”, de “degeneración”, cuando su partido político participó de la operación amañada para la elección del director de Telemadrid, José Pablo López Sánchez, en el cargo desde enero de 2017.

Sí, amañada, y eso que se trataba de un concurso público. El PP, con todavía Cifuentes al mando, pactó con Ciudadanos la designación del por aquel entonces director de 13TV, la cadena de los obispos, después de sacar adelante una nueva ley para el ente que ni el PSOE ni Podemos apoyaron en la Asamblea de Madrid.

José Pablo López ya era candidato de facto antes incluso de que llegaran al Consejo las propuestas de otros candidatos a los que no se les dio ninguna opción.

Cuando a Rivera y a dirigentes de su partido se les llena la boca con el mantra de la regeneración democrática conviene recordar ciertas cosas. Y cuando piden que sea por concurso habría que recordarles que en el caso de Telemadrid no se jugó limpio.

Resulta que ahora corre el reloj para elegir a una nueva dirección en Torrespaña, a un nuevo presidente “provisional”, dicen, “interino”, hasta que pueda celebrarse el dichoso concurso. Es cierto, y no se puede negar, que el espectáculo dado esta semana con el baile de nombres ha resultado un tanto bochornoso y, por las informaciones de última hora, sigue todo en el aire: ya van casi por tres descartes, mientras la plantilla de RTVE exige que se mire ‘dentro’, que allí hay gente de valía, con experiencia, con suficiente bagaje para desempeñar con responsabilidad y profesionalidad un cargo de esas características. No hay duda de que la hay sin necesidad de salir extramuros.

En estos días he recordado el proceso seguido en Telemadrid, del que Nuevatribuna dio buena cuenta (por cierto, no recuerdo a ningún otro medio que denunciara como el nuestro el pucherazo) y he llegado a la conclusión de que un concurso público no es ninguna bicoca, visto lo visto. Así que Rivera debería ser más cauto con lo que dice y defiende, como cuando habla de regeneración democrática y se mostró dispuesto a mantener al PP en la Comunidad de Madrid y al PP en el Gobierno de España pese a la corrupción manifiesta.

Nada más. Ya hablaremos cuando se celebre el concurso tan aclamado por muchos. Veremos si se respetan las reglas del juego.

Rivera y RTVE, mejor calladito