martes. 23.04.2024

Dúo Ayuso-Aguado. Al borde de un grave descalabro

No es necesario enumerar una vez más,las graves consecuencias que la irrupción de la pandemia generaron en la Comunidad de Madrid, ésta fue el epicentro de la misma con un número ingente de casos, un sistema sanitario debilitado por los duros recortes aplicados desde hacía más de una década, la situación se hizo muy difícil estando los servicios sanitarios al borde del colapso.

Ante la falta de un liderazgo sanitario fuerte y la inexistencia de un Plan de Actuación serio y riguroso por parte del gobierno de la Comunidad de Madrid, sólo la entrega y esfuerzo de todos los trabajadores sanitarios, su capacidad para autoorganizarse y su generosidad asumiendo riesgos graves para su propia salud hizo posible que los datos de morbimortalidad no fuesen aún mayores.El gobierno de Ayuso y Aguado dedicó más tiempo a confrontar con el gobierno de España que en afrontar su responsabilidad en la gestión del sistema sanitario público madrileño que ha sido siempre de su plena competencia.

La declaración del estado de alarma y el durísimo confinamiento que ello supuso permitió detener la propagación del virus, doblegar la curva de contagios y poder afrontar el proceso de desescalada a través de las sucesivas fases que se establecieron; en esas fechas una vez más, el gobierno Ayuso-Aguado se caracterizó por su confrontación con el gobierno de España; conviene recordar que altos cargos del gobierno autonómico incluido su vicepresidente Sr. Aguado mantenían que la Comunidad de Madrid estaba plenamente preparada para avanzar en las fases de la desescalada ; cuando el informe presentado al Ministerio de Sanidad por parte de la Consejería de Sanidad de la Comunidad madrileña mostraba que no reunía las condiciones exigidas para avanzar en ese proceso y en consecuencia no se autorizaba( recordar al efecto el cese de la entonces Directora General de Salud Pública, Dra. Yolanda Fuertes por negarse a firmar ese informe) el Gobierno de la Comunidad de Madrid manifestaba que sufría un trato discriminatorio por parte del gobierno central.Lo cierto fue, que terminado el estado de alarma la Comunidad de Madrid seguía en fase II, no había garantías de haber conseguido los niveles adecuados de reforzamiento de la Atención Primaria y de los dispositivos de Salud Pública que se consideraban claves para abordar el final de la desescalada y la llegada a la llamada nueva normalidad. Es un hecho que el Gobierno Ayuso- Aguado no ejecutó las acciones necesarias para restablecer el pleno funcionamiento de los centros sanitarios de Atención Primaria, no llegaron las incorporaciones prometidas de nuevos efectivos y ello unido a las bajas laborales de numerosos profesionales lo cierto era que los  Centros de Salud funcionaban con un número de profesionales por debajo de sus plantillas ordinarias; los dispositivos de Salud Pública tampoco habían sido incrementados en el número necesario para realizar con rapidez y eficacia las actuaciones que tenían encomendadas, el número de rastreadores era muy escaso y la coordinación con Atención Primaria prácticamente nula.

Se sabía, que tras la primera oleada  y doblegada la curva de contagios, el papel de Atención Primaria y Salud Pública en la detección precoz de nuevos casos y el seguimiento de sus contactos se convertía en esencial para contener , localizar y aislar los nuevos brotes que con toda probabilidad se producirían y a pesar de ello de una manera totalmente irresponsable el Gobierno de Ayuso- Aguado siguió sin hacer sus deberes, desaprovechando la tregua que el virus proporcionó durante una buena parte del mes de julio.

La aparición  desde mediados de julio de numerosos brotes en el conjunto del Estado puso a prueba la capacidad de respuesta de todas y cada una de las Comunidades Autónomas ante lo que podría considerarse ya como una segunda oleada. Comunidades tales como Aragón y Cataluña que sufrieron durante semanas una situación muy difícil asumieron  realizar acciones de duras restricciones, limitando la movilidad en determinadas comarcas e incluso decretando en la práctica el confinamiento de las mismas; asimismo establecieron el retorno desde la nueva normalidad a fases anteriores del proceso de desescalada y tras esas medidas parece han conseguido estabilizar la situación; acciones similares se han realizado en otras Comunidades Autónomas. Han sido las Autoridades Autonómicas quienes en uso de sus plenas competencias han asumido plenamente la gestión de los nuevos rebrotes en el marco de la obligada coordinación con el Gobierno Central. Cabe preguntarse: ¿Qué ha ocurrido en la Comunidad de Madrid en ese mismo periodo?

En primer lugar se ha vuelto a constatar la absoluta incapacidad del Gobierno Autonómico para dotar a los Centros de Atención Primaria de los recursos humanos imprescindibles para poder realizar adecuadamente el importante papel que tienen que desempeñar en esta situación de retorno de los rebrotes. La incompetencia e ineptitud del Sr. Ruiz Escudero se ha vuelto a poner de manifiesto, su absoluta falta de liderazgo sanitario, la inexactitud de algunas de sus afirmaciones, en mi opinión transmiten más bien la imagen de un Consejero en pista de salida que un responsable con capacidad y disposición para hacer frente a la grave situación que hoy ha vuelto a convertir nuevamente a la Comunidad de Madrid en el epicentro de la pandemia en España.

Si la promesa reiterada de realizar las contrataciones necesarias para los Centros de Salud, Consultorios y restantes dispositivos de la Atención Primaria se ha demostrado era una medida de propaganda más a las que nos tiene acostumbrad@s el Gobierno Ayuso-Aguado, en relación a los dispositivos de Salud Pública el incumplimiento de las promesas realizadas ha sido el mismo, los rastreadores no aparecen por ningún lado y lo realmente cierto es que a fecha de hoy el número real de rastreadores existente es muy inferior al que sería necesario para efectuar un seguimiento adecuado de los contactos y ello impide en gran medida el control adecuado de los brotes y en consecuencia facilita la transmisión comunitaria que por desgracia ya existe en varios barrios de la capital( los más vulnerables) y en varias localidades del sur de la Comunidad con cifras de incidencia acumulada por 100.000 habitantes muy superiores a las que la OMS determina exigen medidas restrictivas tales como el confinamiento.

La nefasta gestión de la pandemia por parte de la Consejería de Sanidad durante los meses de marzo y abril, el cese de la Directora General de Salud Pública, Dra. Yolanda Fuertes, motivaron la promulgación de una nueva estructura en esa Consejería con la creación de una Viceconsejeríade Salud Pública y Plan COVID-19 nombrando al Dr. Zapatero Gaviria médico internista y  profesional de muchos años de experiencia en el ámbito hospitalario como titular de la misma. Manifesté en esas fechas que respetando su trayectoria profesional que conozco (sigo sin encontrar la del Sr. Ruiz Escudero) no me parecía el perfil más adecuado para el periodo que se avecinaba donde los elementos claves eran  la Atención Primaria y la Salud pública;asimismo preguntaba si realmente el Dr. Zapatero conocía se contaba con los refuerzos que se habían prometido por parte del Gobierno Autonómico ( Nueva Tribuna "Desescalada sí, descalabro trágico no” y “Politización y gestión deficiente de la pandemia” de 8 y 19 de mayo respectivamente).

Lamento decir que mi opinión emitida entonces no ha variado, el nuevo Viceconsejero ha sido incapaz de corregir la situación en que se encontraban  los Centros de Salud, con plantillas reducidas , algunos cerrados por las tardes desde marzo, otros sin médicos y por tanto derivando sus pacientes a otros próximos; tampoco ha solucionado el problema de falta de médicos en el SUMMA 112, con ambulancias UVI móviles que prestan servicio sin médico en repetidas ocasiones, a tenor de alguna de sus declaraciones también parece desconocer que un número importante de madrileños tardan muchos días en conocer el resultado de sus PCR y no ha sido capaz de conseguir el número de rastreadores necesarios para haber evitado que Madrid sea otra vez el epicentro de la pandemia.

Todo lo expuesto entra dentro de las competencias de su Viceconsejería y parece obvio deducir que su incorporación  no ha servido para mejorar la muy deficiente gestión de la pandemia sobre todo si analizamos la evolución de la misma en la Comunidad de Madrid durante las últimas semanas; por dar algún dato vemos que según las actualizaciones del Ministerio de Sanidad en base a los datos suministrados por las CC.AA , el pasado 7 de agosto veíamos que en la Comunidad de Madrid se habían diagnosticado el día anterior 567 casos nuevos, en los 14 días anteriores 6598 con una incidencia acumulada de 99.02 , y en los últimos 7 días 4147 casos con una incidencia acumulada de 62.24.  con fecha 11 de septiembre los datos han sido: casos diagnosticados el día anterior 1427, en los 14 días anteriores 36.666 con una incidencia acumulada de 550.26, y en los últimos 7 días 17.793 con una incidencia acumulada de 267.03. Asimismo el 7 de agosto los datos recogían que los enfermos hospitalizados los 7 días anteriores habían sido 127 pacientes de los cuales 7 habían ingresado en UCI y en esos 7 días habían fallecido 4 personas, estos datos el día 11 de septiembre eran: enfermos hospitalizados en los últimos 7 días 453 de los cuales ingresados en UCI eran 12 pacientes y los fallecidos  ascendían a 72 personas.

Llegados a este punto, con una muy preocupante situación sanitaria en la Comunidad de Madrid, sólo es posible respaldar la gestión sanitaria del Gobierno Ayuso-Aguado mediante un acto de fe. Los profesionales ya no pueden soportar más trabajar en condiciones tan penosas, los médicos de familia tienen que alargar de manera altruista sus jornadas para poder terminar sus agendas de trabajo( 60-70 consultas), se encargan de iniciar un rastreo que no puede pasar de los convivientes y sin ninguna coordinación reglada con Salud Pública donde los rastreadores son muy escasos. Los hospitales sufren ya un incremento de la presión de enfermos COVID-19 y se han visto obligados a ir suspendiendo actividades programadas,mientras esto ocurre el Gobierno Ayuso-Aguado sigue sin hacer sus deberes y pone en riesgo la posibilidad de contener con la mayor rapidez posible al virus que sigue haciendo estragos en la salud de muchos madrileños.

La Sra. Ayuso provoca sonrojo y vergüenza ajena en sus apariciones públicas, con mensajes sin contenido, inconexos, sin aportar soluciones a los graves problemas hoy existentes, anunciando acciones erráticas tal como la cartilla Covid  o proyectos innecesarios como la construcción de un hospital para pandemias que supondrá si se lleva a cabo un nuevo ejemplo de despilfarro inútil y señalando nuevos colectivos a quienes culpar de los errores que su gobierno comete(medios de comunicación,  profesionales sanitarios militantes de izquierdas y trabajadores sanitarios sindicalistas), etiquetados así por criticar su gestión.

El vicepresidente Sr. Aguado, convertido en la muleta necesaria para sostener un gobierno  que hace aguas, mantiene una posición inexplicable en quién venía a la actividad política para regenerarla y devolver la credibilidad a la clase política. Cuando una mayoría de profesionales sanitarios manifiestan públicamente su rechazo a la actuación del Gobierno del que forma parte, cuando muchos expertos ponen en tela de juicio las acciones llevadas a cabo por la Consejería de Sanidad y reclama medidas más enérgicas ante la transmisión comunitaria que se da en muchos lugares de la capital y ciudades del Sur, cuando más de 600 profesionales firman un decálogo de actuaciones necesarias para contener esta segunda oleada, cuando los médicos de Atención Primaria son llamados a la huelga el próximo día 28, cuando profesionales integrados en la plataforma de Centros de Salud presentan una denuncia al gobierno regional ante la Fiscalía y el Juzgado de Guardia, el Sr. Aguado manifiesta que el gobierno está unido y fuerte, se corresponsabiliza de la política realizada y no se pregunta cómo es posible que la gestión de la pandemia que realiza el gobierno autonómico del que forma parte pueda concitar tanto rechazo; por tanto tendrá que asumir la responsabilidad que pueda derivarse de la actuación irresponsable y negligente del gobierno de la Comunidad de Madrid en el ámbito de la pandemia.

El gobierno Ayuso- Aguado está jugando con fuego, sino toma de inmediato medidas enérgicas que frenen la transmisión comunitaria pueden producirse situaciones que generen más sufrimiento y mayor pérdida de vidas.El dúo Ayuso-Aguado está al borde de un grave descalabro cuyas consecuencias pagaremos los ciudadanos. La actuación incompetente, irresponsable y negligente del gobierno Ayuso-Aguado exige una respuesta.

Carlos Barra Galán | Médico especialista jubilado

Dúo Ayuso-Aguado. Al borde de un grave descalabro