En estos días vuelvo a reencontrarme con la poesía de Neruda. Vuelvo a sus versos como el viajero que regresa a una ciudad anteriormente visitada y que con el paso de los años…
El verano empieza a acariciarnos con su mano de fuego. Es mediodía y un sol de justicia tiraniza las calles de una ciudad del sur solitaria y silenciosa.