viernes. 19.04.2024

Mujeres maltratadas. Musulmanes o judíos acosados. Inmigrantes insultados. Homosexuales agredidos... Los crímenes de odio son un grave problema en la Unión Europea que queda escondido por las reticencias de muchas víctimas a denunciar, ya sea por desconfianza, miedo a represalias o las trabas para hacerlo.

Así lo advierte la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA) de la UE en un informe publicado sobre la elevada "cifra oscura" de los delitos que quedan sin denunciar y, por lo tanto, no pueden ser investigados ni juzgados, lo que resulta en la "impunidad de los criminales".

En su reporte, la FRA insiste en que un gran porcentaje de gitanos, judíos, musulmanes, inmigrantes o descendientes de inmigrantes y miembros del colectivo LGTBI que viven en la UE "experimentan violaciones de sus derechos fundamentales" que, en ocasiones, llegan incluso hasta la violencia física.

Para combatir el problema, esta agencia de la Unión Europea propone, entre otras medidas, facilitar el proceso denuncia, establecer mecanismos que ayuden y animen a víctimas y testigos de crímenes de odio a informar de ello y dotar a la Policía de medios y formación específica para atender este tipo de delitos
 

Así, frente al 9 % de la población general que afirma haber sido víctima de ataque en los cinco años anteriores, han sufrido agresiones físicas el 22 % de los miembros de una minoría étnica, el 19 % de los no heterosexuales o el 15 % de los inmigrantes.

MUCHOS NO DENUNCIAN

Según los datos de la FRA, recogidos en diferentes encuestas y estudios durante los últimos años, entre el 51 y el 79 % de las agresiones, según qué colectivo, no son denunciadas, un porcentaje mucho mayor cuando se trata de acoso.

El principal motivo: la convicción de que acudir la Policía no servirá para nada, aunque también se aduce que el proceso de denuncia es demasiado complicado, largo o incómodo.

La FRA destaca otra causa para no denunciar: la desconfianza, o incluso el miedo, a la Policía, algo que se da con más frecuencia entre los judíos y la comunidad LGTBI.

La UE alerta de que en el caso de la violencia machista la tasa de denuncia es "particularmente baja".

Si más de un tercio de las mujeres mayores de 15 años que viven en la Unión Europea han sufrido al menos una vez violencia física o sexual, sólo se denuncian al alrededor del 14 % de las agresiones.

VIOLENCIA MACHISTA Y MIEDO

"Para las víctimas de violencia doméstica por parte de la pareja, el miedo es lo que evita denunciarlo a la Policía", indica la FRA, que señala que para revertir eso es necesario aplicar medidas de protección "inmediatas y efectivas".

También los solicitantes de asilo, los refugiados y los inmigrante irregulares se enfrentan a enormes problemas para denunciar los abusos que sufren, desde el desconocimiento del idioma o el sistema judicial del país donde viven, a la desconfianza hacia la Policía.

La FRA asegura que la falta de denuncias es un fenómeno que se extiende por todo el territorio comunitarios: "No es la realidad de un sólo grupo ni de un miembro en concreto de la UE (...)" resume.

Para combatir el problema, esta agencia de la Unión Europea propone, entre otras medidas, facilitar el proceso denuncia, establecer mecanismos que ayuden y animen a víctimas y testigos de crímenes de odio a informar de ello y dotar a la Policía de medios y formación específica para atender este tipo de delitos.

La UE advierte de que la mayoría de crímenes de odio queda sin denunciar