martes. 16.04.2024
siglas

De todas las siglas que disminuyen y abrevian el globo terráqueo como una pelota a los pies del establishment, de todas ellas, la única que paradójicamente se mantiene en pie por sincera es UCI. La única que golpea en seco en el rostro de las certidumbres y hace que te tambalees entre la melancolía y la esperanza mientras por el suelo repta un grito de arena que de repente se puede subir al corazón. Las demás siglas, empezando por las de los partidos políticos, resultan ridículas en la abreviatura de su solemnidad y en los afanes que tienen por abaratar la existencia que necesita parlamentos y argumentos que la sustenten.

Comes a doscientos metros de una sala de espera de UCI. Comes tres días después de estómago cerrado y a base de cafés. El sol del ocaso ilumina la barra del bar, que en unas horas será sol de amanecer. Comes como un cerdo un bocadillo de tortilla y se caen al plato dos lágrimas de simio. El instinto engulle las emociones. El hambre es superior a la angustia y el dolor se sale fisiológico del cuerpo sin avisar. En las situaciones extremas te animalizas y te vuelves naturaleza y el día que eso deje de ocurrir algo inhumano y frío nos estará avasallando, algo parecido a una aplicación con piernas que se mueve desnortada en su algoritmo preciso por la imprevisión y la fragilidad de los sitios donde lo humano decide crecer con fuerza.

Hay un punto irresoluble de atasco metafísico al que llegamos con extrañeza y sentido de pérdida, pese a la ciencia y el progreso. Y al que tampoco han sabido darle una repuesta las religiones institucionalizadas salvo con las palabras resignación y fe, porque el amor es un acto individual y libre y no masivo que se sale de cualquier contorno canónico.

El coronavirus, por ejemplo, que sigue aniquilando, ya no es sólo una enfermedad mortal sino también una metáfora mortífera de ese atasco.

El siglo XXI comprimido en siglas terminará reventando. Hemos pretendido confeccionar a imagen y semejanza de los dioses mercantiles un hombre abreviado, práctico y corto -de miras y de entendimiento- y lo que necesitamos son explicaciones profundas, cada vez más.

Las siglas
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