viernes. 29.03.2024
Paco León en Lisístrata
Paco León en Lisístrata

Me gustaría comenzar felicitando a la reina Leticia por su cercano cumpleaños. La verdad es que tenemos una envidiable familia real. Otra buena noticia es que nuestro presidente se ha reunido con el presidente de Alemania y puede que España, al final, sea necesaria para recuperación económica de Europa. Tampoco hay que olvidar que el escudo social todavía resiste en nuestro país. No hay mucho más por lo que alegrase

Mientras algunas voces alertan de que la inflación puede llegar al 20% en Reino Unido, a mí me ha dado por recordar a los Sex Pistols y a la época llena de tensiones sociales que los vio nacer. En efecto, en España, por fortuna, todavía no hemos llegado a tales cotas de malestar, pero el invierno se acerca y parece obvio que nos vamos a enfrentar a unos tiempos muy duros. Sería bueno remar todos en la misma dirección. 

Vaya por delante que el nuevo presidente del PP me parece una persona honesta y bastante respetable, incluso se me antoja que tiene el buen gusto de no llamar demasiado la atención. Sin embargo, se echa de menos una oposición más clara y colaborativa, o al menos con una crítica constructiva, pues a tenor de las declaraciones de Feijóo sobre las ayudas a la población de Sánchez, se diría que a veces vive ajeno a la situación económica por la que está pasando España, o peor todavía, que quizá cuando esté en el poder el PP no piensa ayudar a nadie, a menos claro que vivas en Madrid y no necesites una beca para ir un colegio privado. 

Otra cosa que me llama la atención del nuevo líder del PP tiene que ver con un famoso cuento de Augusto Monterroso. No en balde, aunque él intente obviarlo, «cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí». Y ese dinosaurio bien saciado de contratos públicos se había transformado en un enorme Leviatán, tal vez del mismo tipo del que hablaba Hobbes en su famoso libro. 

El poder se ejerce en red, y no es bueno dejar pequeñas o grandes zonas de la sociedad ajenas de ningún tipo de control

Pero nadie se atreve a controlar los excesos de los otros importantes miembros de su propio partido y eso es un síntoma de debilidad, porque como ya advirtió Michel Foucault el poder se ejerce en red, y no es bueno dejar pequeñas o grandes zonas de la sociedad ajenas de ningún tipo de control.

 Sin caer en el absolutismo, cuando se producen los excesos, se debe poner a cada uno en el lugar que realmente tiene en la sociedad. Para alguien que tiene aspiraciones de gobernanza nacional no debería pasar desapercibido el principio de autoridad. Tanto es así, que debido a los convulsos tiempos que no han tocado vivir se necesitan líderes firmes y polifacéticos.

No en vano, lo ideal es un Estado sensible con los vulnerables y fuerte con los malhechores. De lo contrario, se volverán crónicas cosas tan nefastas como el acoso escolar, la violencia callejera o la corrupción en determinados cargos públicos. 

Porque desde que Putin ha cortado el gas a Europa, la gente se ha puesto seria con el dinero y corren malos tiempos para recordar el caso Gürtel, o construir aeropuertos sin aviones, o aumentar el gasto militar porque se heredó un proyecto lleno de submarinos que no flotan.

Pero no quiero ser un pesimista. Es más, me gustaría poner una nota de humor con respecto a la guerra de Ucrania. Ahora que se está poniendo de nuevo de moda el fenómeno punk, me acordé de las cantantes rusas que fueron a la cárcel por encerrarse a dar un concierto dentro de una iglesia ortodoxa. Me gustó mucho recordarlas. Incluso puedo decir que aquellas damas llenas de vehemencia juvenil me inspiraron nuevas ideas para protestar contra el cruel mandatario ruso. 

Dicho de otro modo, ahora que tanto están de moda las redes sociales, y los vídeos de personas muy influyentes, se echa de menos una nueva Lisístrata, pero esta vez en versión rusa. Naturalmente estoy pensando en una bella mujer, una beldad ataviada de ropas translúcidas, y cansada de que su marido pierda su juventud en la guerra de Ucrania. Algo natural al fin y al cabo.

Tanto es así que podría intentar convencer a mujeres de toda Rusia para iniciar una huelga sexual hasta que volvieran sus maridos de la guerra. Sería una buena forma de darle la vuelta al chantaje de Putin, y de paso todo el mundo hablaría de eso, e incluso puede que entonces, aquí en España, ya nadie tendría que decir lo que realmente piensa sobre Pablo Casado o sobre la ley del aborto. 

God Save the Queen