martes. 30.04.2024

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“Está anocheciendo, en la cárcel modelo de Valencia, es el 22 de octubre de 1940, y los presos se amontonan en el único resquicio de luz que entra por la ventana. Apartado de ellos, se encuentra Lluis Ocaña: expediente 14337, condenado a muerte tras un juicio sumarísimo y lleno de mentiras. Lluis está pensativo, sobre sus manos tiene un lápiz y una hoja vacía. Sabe que va a morir hoy, lo ha presentido durante todo el día, por eso quiere escribir una carta dirigida a su familia: su última carta. 

Quiere que esa carta vaya dirigida a su familia, a su pueblo, del cual había sido Alcalde durante la república y sobre todo a todos aquellos seres humanos que lucharon por la libertad, para que cuando la lean comprendan que esta forma de actuar que tienen, aquellos que hicieron el golpe de estado y la represión genocida desde el 1939, contra aquellos que defendieron el poder legalmente establecido, mediante las elecciones libres y democráticas del 1936, donde gano la izquierda, no es digna de un ser humano y sobre todo decirles que pese a todo, crean en la bondad, en la libertad, en la igualdad, pues solo eso salvará a ser humano y a la democracia futura. Coge el lápiz y se pone de espaldas a sus compañeros, no quiere que le vean escribiendo, no quieren que le vean llorando. 

La historia no hay que reescribirla sino aceptarla y pedir perdón y que paguen los responsables de estos genocidios

Escribe: “Queridísima esposa e hijos. Paquita esposa mía de mi alma, en estos momentos finales de mi vida os dedico estas palabras en estas horas para que sirva de testamento para ti y mis queridos hijos que hasta el último momento de mi vida os tendré en mi memoria. Yo hubiera tenido el gusto que mis queridos hijos me hubieran conocido como tú, esposa miá, me conociste, pero la poca edad que tienen y el poco tiempo que yo he podido estar con ellos es la causa de que no me conocen lo suficiente para comprender la bondad y el cariño de un padre, pero tú que les dices que les recuerdo y que jamás pasaran al olvido, espero que les hagas comprender que fue su padre y que hizo, porque todos vosotros sois los únicos que me tenéis que juzgar en justicia y en lo que yo acato en falta. Pues bien, mis seres queridos, mi única preocupación, en estos momentos, es que os dejo en la miseria, pero en cambio os dejo el patrimonio más grande que es la bondad y el amor es todo, porque yo he conocido el odio en estas horas tan amargas para mí y para todos los seres que me amáis y por eso tendréis el orgullo de ser mis hijos: Electra, Luisito, tenéis el deber de portaros bien con vuestra madre y que de esa manera honrareis mi nombre con el más alto pedestal y seréis queridos por todos. Recuerdos a todos y perdón si en algo os he fallado, espero que no dejareis un momento en vuestra memoria en recuerdo de un ser que os amo y que muere sin ningún remordimiento. Besos muchos para vosotros Lluis Ocaña, gracia y memoria para vosotros y os deseo más suerte que hasta la fecha ya que yo no os puedo hacer feliz. Vuestro padre Lluis Ocaña”. 

La mañana del día 23 de octubre de 1940, (Hace casi 84 años) Lluis Ocaña fue sacado de la cárcel de modelo de Valencia, llevado al paredón de Paterna y fusilado junto a otros compañeros, que, como él, su único delito fue defender la libertad. Fue enterrado de manera clandestina, como los otros compañeros de la saca de ese día en la fosa 128 del cementerio de Paterna, donde se ocultó dicha fosa, y ha sido necesario la lucha de muchos y muchas que no queremos que estos hechos genocidas se olviden, lo que, después de muchos años, sus familiares, en enero del 2020 sus familiares pudieron identificar su cadáver y posteriormente hace un año pudieron darle una sepultara digna a los restos. Lo escrito es verdad, no es ficción y es un ejemplo de los más de 2000 fusilados que todavía están en las fosas de Paterna y de más de 100000 en las cunetas y que necesitan una sepultura digna y recuperar su dignidad y sobre todo necesitan de una verdad, una reparación y justicia, que algunos como VOX, con la ayuda del PP, allí donde gobiernan quieren hacer olvidar con la aprobación de una falaz e hipócrita ley de Concordia, que sustituya a la Ley de Memoria Democrática aprobada por el estado y también refrendada por las autonomías cuando gobernaba la izquierda y que ahora gobierna esta coalición de derechas retrograda que lo que pretenden, cambiando esta ley por su falaz ley de Concordia falsear los hechos y ocultar el genocidio producido la dictadura tras su irracional golpe de estado realizado por la clase más conservadora y clasista de España para acabar con la segunda república que tanto bien quería hacer por los derechos de toda la ciudadanía y que había sido refrendada por unas elecciones libres.

La historia no hay que reescribirla sino aceptarla y pedir perdón y que paguen los responsables de estos genocidios, mientras esto no suceda, no tendrán paz y los miles de ciudadanos y ciudadanas, que como Lluis Ocaña fueron asesinados, o humillados, violados, les quitaron su dignidad, no podrán ser libres y conseguir esa libertad por la que murieron, y por desgracia partidos como VOX, PP quiere que se olvide, con su ley falaz de Concordia y no se las quiere dar. Ni olvido, ni perdón, sino reparación, verdad y justicia. Y eso no se conseguirá con la aprobación de esta ley sino con la que ya existe y que incluso debe ser más ampliada, pues debería incorporarse además en la ley que tenemos de memoria democrática el que no exista la amnistía del 1977, donde estos genocidas se escondieron y no recibieron el “castigo” que por asesinatos de lesa de la humanidad merecían. 

Por eso hoy debemos dignificar y conmemorar a las víctimas de la guerra civil y del Franquismo y oponernos con fuerza a la ley de Concordia, que la coalición PP Y VOX, pretende implantar en varias comunidades, donde gobierna en mayoría, con el fin de reescribir y hacer que se olvide el genocidio cometido por unos irracionales “asesinos” que lo único que pretendieron era acabar con todos los que no pensaban como ellos para implantar una ideología única, una religión única y un pensamiento único, y lo que es peor el miedo, la humillación y mantener el poder durante décadas e incluso un siglo, como se está viendo actualmente, con las declaraciones y argumentaciones que muchos dirigentes de Vox y PP, están realizando y con la ley de Concordia. Que pretende impulsar e imponer por la fuerza de manera anticonstitucional y para seguir con ello humillando a las víctimas y sus familiares. Ante esto, reparación, verdad y justicia.

Expediente 14337: Lluis Ocaña