PSICOLOGÍA

La actitud vista desde la psicología política

 

Las actitudes forman parte de nuestra vida y de nuestra conducta, poseemos actitudes ante diferentes situaciones como son la religión, la política o la pena de muerte, entre otras. Una actitud es una disposición personal, generalmente basada en la experiencia, que tiene influencia en el comportamiento del individuo. Así pues, las actitudes pueden entenderse como una particular forma de motivación social. Desde un punto de vista psicosocial, una actitud no se puede entender como una predisposición estable e invariable, más bien se entiende como una opción que está en relación con los discursos que el marco de referencia histórico/cultural permite. Al ser aprendidas, las actitudes son susceptibles de ser modificadas. Esto no significa que todas se deban modificar, las hay muy estables, y van a sufrir pocos cambios a lo largo de la vida, pero otras van a cambiar por diferentes motivos, como la información proveniente de otros grupos o la propia experiencia vital.

Las actitudes tienen cuatro funciones principales para el individuo: Una función de evaluación (Para saber qué hacer de antemano, y evitar tener que entrar en reflexiones y juicios deliberativos cada vez que se encuentra en dicha situación);una función instrumental (para alcanzar objetivos de los que obtenga beneficios tangibles o un ajuste a la situación a la que se enfrenta); una función ideológica (proporciona una determinada explicación de las desigualdades existentes en la sociedad). una función expresiva (permite manifestar a la persona lo que realmente piensa, siente o quiere que los demás sepan acerca de ella) y una función de separación (consiste en atribuir a un grupo dominado características plenamente negativas y pretende ejercer un control sobre la posibilidad de que ese grupo menospreciado pueda salir de su situación de precariedad). Globalmente estas funciones sirven a las personas para proteger y mejorar la autoimagen.

Groucho Marx dijo: ”no es la política la que crea extraños compañeros de cama, sino el matrimonio”

Una importante cuestión dentro de los cambios de las actitudes es la persuasión. El grupo de investigación de la universidad de Yale encabezado por Hovland y McGuire, refiere que para que un mensaje persuasivo cambie una actitud y la conducta, tienen que cambiar previamente los pensamientos o creencias del receptor del mensaje, este cambio se producirá siempre que el receptor reciba unas creencias distintas a las suyas, acompañadas de incentivos. Los efectos psicológicos que los mensajes pueden producir en el receptor actúan sobre la atención, si no hay atención no hay efecto; la comprensión, los mensajes demasiados complejo pierden influencia sobre el receptor; la aceptación, cuando el receptor está de acuerdo con el mensaje persuasivo, en función de los incentivos y la retención, necesaria para que la persuasión tenga efecto a largo plazo.

A nivel político, la comunicación/persuasión es un elemento clave en la captación de votos en cualquier proceso electoral, cuya efectividad se ve condicionada por variables como las características sociodemográficas del receptor, el poder del emisor, el canal elegido para su difusión o el entorno económico donde se desarrolle el discurso. El lenguaje persuasivo cobra una especial relevancia, puesto que de su uso dependerá, en muchos casos, que la intención con la que se lanza el mensaje coincida con los resultados esperados. Como ejemplo de este mensaje persuasivo en política, un análisis del contenido persuasivo de los mensajes utilizados en España durante el mes de diciembre de 2015, periodo que coincide con la campaña electoral previa a los comicios celebrados el 20 de diciembre de ese mismo año, por dos nuevas formas políticas que surgen de dos idearios diferenciados: Ciudadanos y Podemos, como una de las causas de los resultados electorales obtenidos en los comicios celebrados en dicha fecha y que supusieron la desestabilización del parlamento español, al no ser posible alcanzar la mayoría suficiente para formar gobierno y cuya consecuencia fue la celebración de unas nuevas elecciones el 26 de junio de 2016. Los dos partidos y sus mensajes habían logrado captar la atención de miles de ciudadanos y dio un cambio claro de intención de voto de los partidos tradicionales. De manera que el mensaje persuasivo de Podemos y de Ciudadanos fue de vital importancia para comprender la intencionalidad de voto en esos comicios.

Hemos visto que dentro de los efectos psicológicos que produce la persuasión en el receptor, para que el mensaje se mantenga a largo plazo, es clave la retención. En esto ha fallado clamorosamente Ciudadanos y Unidas Podemos, puede de manera peligrosa para esta formación, descuidar este parámetro de la retención.

Por último, compartir esta reflexión con toques de genialidad de Groucho Marx: ”no es la política la que crea extraños compañeros de cama, sino el matrimonio”.