lunes. 29.04.2024
28.1.2009

Es difícil hablar sobre un premio cuando uno de los premiados eres tu mismo. Este ha sido el caso del premio a la lucha por la libertad que, desde hace cinco años, entrega la Fundación Abogados de Atocha y que este año ha recaído, en su versión internacional sobre los abogados laboralistas colombiano y en la ncional, sobre la Unión Militar Democrática (UMD) orgaización clandestina militar que nacio en laspostrimerías del franquismo.

El acto de entrega tuvo lugar el sábado 24 de enero pasado. Un día como ese, treinta y dos años antes, precisamente se produjo el asesinato de los abogados laboralistas en Atocha 55, todos ellos pertenecientes a CC OO y al PCE. En entierro, seguido por miles de personas por las calles de Madrid, fue organizado por el Colegio de Abogados de Madrid � como no recordar la contundencia de las palabras de Jaime Miralles en el Colegio � y el servicio de orden fue responsabilidad del PCE, ilegal todavía, tras arduas conversaciones con el ministro de Interior , Rodolfo Martín Villa.

Un silencio estruendoso recorrió las calles de Madrid. Un silencio que provocó un cambio absoluto en el Historia de España. Lo decidido por el Gobierno era no legalizar el PCE y que estos se presentaran, ese primer año, con las siglas de una coalición. Dijeron no y el PCE fue legalizado. El miedo a una resultado a “la italiana” de Washington y tal vez de Bonn había diseñado una estrategia a la que, obligado por las circunstancias, y el entierro del os asesinados de Atocha no fue ni mucho menos ajeno a estas, hizo que Adolfo Suarez no se plegara a sus designios.

Treinta y dos años después, la Fundación que representa a estos abogados de Atocha concede, entre otros, un premio a la UMD. El acto, multitudinario, celebrado en Auditorio Marcelino Camacho de CC OO de Madrid, fue de una emotividad entrañable. La ovación que el púbilco asistente dedico a los miembros de la UMD que subimos al escenario fue tal que más tarde todos coincidimos que no la olvidaríamos nunca.

En la intervención de quien esto escribe para dar las gracias, vestido de uniforme. Me pregunté quienes éramos nosotros para merecer un premio por la lucha por la libertad de los representantes de quienes habían dado la vida por esa lucha y cuyo entierro había cambiado la historia de España. Así lo dije y así lo siento.

Hubo una intervención grabada de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, pero lo que se detectaba en aquella enorme sala era la asistencia de la España real y la clamorosa ausencia de la España oficial. Por eso ese acto y ese premio fueron lo más hermoso y emocionante � y así lo expresé - que me ha sucedido desde aquellos años de lucha tan lejanos.

Abogados de Atocha y UMD