viernes. 29.03.2024
PROPONE NO PAGAR LA DEUDA Y ROMPER CON LA TROIKA

Quim Arrufat: “Nuestra apuesta es implementar una república en el sur de Europa”

Los dirigentes de la CUP en Cataluña se ganaron las simpatías de un amplio espectro de la población en medio de las críticas generalizadas que en toda España recaen sobre la casta de los políticos tradicionales.

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Quim Arrufat | Diputado de Candidatura d’Unitat Popular

“Es un movimiento militante y de izquierda, que nace en los municipios, de base popular y democrática, y que lleva diez años llevando su proyecto”

Quim Arrufat, diputado saliente de la legislatura catalana por la Candidatura d’Unitat Popular (CUP), analizó en L’Ombelico del Mondo los resultados de las elecciones autonómicas del 27 de septiembre pasado.

Hablan distinto, visten distinto y piensan distinto. Los dirigentes de la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) en Cataluña se ganaron las simpatías de un amplio espectro de la población en medio de las críticas generalizadas que en toda España recaen sobre la casta de los políticos tradicionales.

En las elecciones del pasado 27 de septiembre lograron un crecimiento sorprendente en cantidad de votos y candidaturas en todos los “Países Catalanes”, como ellos mismos los definen. El partido que funda sus raíces en la línea del viejo Partit Socialista d’Alliberament Nacional (PSAN), república y socialismo, ha logrado crecer de los 126.435 votos (3,47%) en 2012, a los 221.577 (7,14%) de las municipales de mayo pasado, para llegar a los 336.135 (8,21%) obtenidos este 27 de septiembre.

“Es un movimiento militante y de izquierda, que nace en los municipios, de base popular y democrática, y que lleva diez años llevando su proyecto”, apuntó en L’Ombelico del Mondo, programa internacional de Radionauta FM, Quim Arrufat, dirigente y diputado saliente de la legislatura catalana por la CUP.

Arrufat añadió: “En las últimas elecciones municipales sacó 400 concejales, 30 alcaldías, y ahora corroboró su crecimiento. No es un movimiento que surge hace dos años y capta la atención de los medios de comunicación y de la gente y crece de repente. Es un movimiento con base y militancia”.

Asimismo se diferenció del “resto de las fuerzas políticas, te diría casi que en el resto de Europa, a excepción del movimiento vasco. Porque está empezando a ser muy raro en Europa que haya movimientos sociopolíticos de izquierda abiertamente anticapitalistas”.

Su programa político ha sido justamente el que le valió la crítica de los principales medios de comunicación españoles e internacionales, luego de haber saltado a la fama como los extremistas que tienen en sus manos el futuro del proyecto independentista catalán.

La CUP propone no pagar la deuda, romper con los diktat de la Troika y hasta salir de la Unión Europea. Sus diferencias con la coalición liderada por el conservador Arthur Mas, primera fuerza en los últimos comicios, son claras, pero el actual President necesita de los votos de la CUP para formar un nuevo gobierno y comenzar el proceso independentista”.

"La independencia de Catalunya depende de la gente de Catalunya”, explicó Arrufat. No obstante explicó que con la composición del parlamento que ha quedado ahora, “para que Juns pel Sí, que es una coalición de socialdemócratas y la centroderecha independentistas, puedan gobernar, necesitan dos votos de la CUP. Con lo cual es cierto que para conformar el nuevo gobierno, que se supone que debe ser de transición hacia la República catalana se necesitan los votos de la CUP, y justo ahora estamos en el periodo de negociaciones”.

Esto tiene repercusiones a nivel internacional. Los últimos procesos independentistas en el mundo pueden calificarse de desastrosos. Basta recordar la formación de países como Kosovo, devenido en una suerte de protectorado militar y político de los Estados Unidos en los Balcanes, o la división de Sudán, a la que siguió una guerra que aún continúa en el ámbito diplomático.

Los catalanes eligieron llevar adelante un proceso en el marco de la legalidad. Pero las reglas hace ya siglos que no las pueden definir ellos y el sentido mismo de la nueva república está en juego. “Estamos muy acostumbrados a ubicar a los movimientos políticos a la derecha o a la izquierda, y lo que pasa en la sociedad catalana es que el movimiento por la autodeterminación no viene de los partidos sino de la sociedad civil. Ésta es la que le pide a los partidos disputarse el campo ideológico y las políticas públicas por un lado, pero por el otro lado ir todos hacia la consecución de una república”, señala el dirigente.

Según Arrufat, el movimiento se encuadra en el ámbito de la izquierda europea arraigado en el sur del continente, con una identidad anticapitalista, feminista y socialista. “Esperamos que esta nueva ola de posicionamientos de movimientos políticos electorales pueda alterar el desequilibrio que hay hoy entre mercados financieros y gente”, aclaró el joven legislador.

“Esto se está viendo más violentamente en el sur de Europa. Allí tenemos toda nuestra esperanza depositada. Nosotros nos inscribimos en esta oleada también, en el marco de la lucha contra la austeridad, pero además nuestra lucha particular no pasa por intentar reformar un Estado como el español sino por fundar una república lo más social y democrática que se pueda en el sur de Europa”, dijo.

Es en este sentido que entienden la definición de las últimas elecciones autonómicas en clave de referéndum. Al negar la realización de una consulta en plena regla que debía realizarse en noviembre -hecho por el cual el mismo Mas está siendo hoy imputado por la justicia española-, se adelantaron las elecciones para el 27 de septiembre, quedando las fuerzas independentistas a un paso de la mayoría absoluta.

“Nosotros sabemos que las elecciones las han ganado ellos, que ese es el único gobierno que se puede conformar. Estamos haciendo una serie de reflexiones para condicionar el gobierno pero conscientes de que ellos han ganado y que les faltan dos votos para asegurarse la presidencia”.

Pero además de cuestionar el liderazgo de Arthur Mas y proponer un liderazgo colectivo que represente mejor la transversalidad y pluralidad de posiciones políticas e ideológicas del movimiento soberanista, proponen negociar tres ejes: “Cómo se articula el proceso constituyente de la nueva república como proceso democrático y popular de participación ciudadana para que la constitución no sea hecha por cuatro expertos en sus despachos; cómo enfrentar la crisis económica; cómo romper la relación con el Estado Español”. República, socialismo e independencia.

Además, la CUP se siente particularmente cercana a los procesos políticos que han vivido países como Venezuela, Ecuador o Bolivia. “En estos años nos hemos dedicado a hacer una suerte de pedagogía aquí de los procesos políticos que se viven en América Latina. Quitar los tabúes”, explicó Arrufat. “Hemos estado viajando hacia varios países de América Latina, y hemos tenido muy buena recepción acerca de la lucha por la soberanía en Catalunya. Y no tenemos tampoco duda de que si logramos constituir una república, buena parte de esos países y esos procesos de cambio van a a estar de nuestro lado”.

La formación de izquierda se metió así en la hoja de ruta que el conservador Mas había trazado para la independencia. Hasta el 27 de octubre ambas partes tendrán tiempo para negociar una salida que le permita al bloque soberanista conformar el parlamento primero y el ejecutivo después. Pero esta vez, la intención parece ser la de un gobierno de transición hacia la república, y la izquierda no tiene ninguna intención de que Mas lidere esa experiencia.

Llegaron a proponer hasta un gobierno “coral y rotativo”, pero la derecha no quiere dejar afuera a su principal exponente. De no llegar a un acuerdo, Catalunya deberá repetir sus elecciones a principios del año que viene, proceso que podría debilitar al frente independentista y, por el contrario, fortalecer al gobierno central de Mariano Rajoy de cara a las elecciones generales de diciembre próximo.

Quim Arrufat: “Nuestra apuesta es implementar una república en el sur de Europa”