¿Un ataque EMP de DAESH para destruir el Vaticano?
Cataluña y Baleares serían colateralmente alcanzadas de realizarse a mayor altura.
Imagen sacada del informe de inteligencia al que ha tenido acceso Nuevatribuna
DAESH habría conseguido de forma no esclarecida “al menos” un misil balístico Scud capaz de portar una cabeza nuclear, y uno de los escenarios barajados sería su uso para lanzar un ataque terrorista de una nueva escala catastrófica mediante pulso electromagnético (EMP) sobre el Vaticano.
Destruyéndose además, colateralmente, con ello la tecnología e infraestructuras de Italia, Suiza, Austria, Serbia, Eslovenia, Bosnia-Herzegovina, Croacia, Montenegro, Albania, parte de Hungría, parte de Francia y de Alemania y parte de Túnez (incluyendo su capital).
Es decir, un insospechado golpe mortal al corazón de Europa.
Así lo afirma un informe de inteligencia al que ha tenido acceso Nuevatribuna, que apunta a que el ataque podría ser lanzado desde el mar, valiéndose de un carguero portacontenedores de manera muy similar a uno de los escenarios ya barajados de ataque contra toda la Costa Este EEUU desde el Golfo de México.
De hecho, dado el extraordinario radio de acción de este tipo de ataques, y aunque el informe no lo refiere expresamente, a la vista de un tal escenario y dependiendo del punto de detonación, o de su propia altura, España podría ser también parcialmente alcanzada en un tal escenario con alguna variación o error en la ejecución, siendo, en tal caso, Cataluña y Baleares las dos comunidades autónomas que estarían más expuestas, han señalado desde la Asociación Española de Protección Civil para el Clima Espacial y el EMP. Y en idéntica situación quedaría el oeste de Grecia o el este de Argelia, añaden.
Un misil balístico, en definitiva, el Scud, señala el informe, robusto, fiable y de fácil despliegue y lanzamiento, “diseñado por genios para que pueda ser correctamente manejado por idiotas” desde una tal plataforma de lanzamiento marítima, se llega a afirmar. Desde un carguero cualquiera entre otros miles, un día cualquiera y en tan sólo unos minutos, casi sin margen de reacción dada la cercanía del lanzamiento.