viernes. 19.04.2024

El padre de Lucrecia, Rodrigo Borgia, acabó siendo nombrado Papa con el nombre de Alejandro VI ​

El final del siglo XV era una época de cambio. Los Reyes intentaban acabar con el poder de la nobleza y se iniciaba un plan de centralización del poder en toda Europa, siendo los reyes los únicos detentadores del mismo. Así, nos encontramos con reyes tan poderosos como Luis XI en Francia, Enrique VII en Inglaterra y los Reyes Católicos en Castilla y Aragón.

La historia de los Borgia empieza con Alonso Borgia, que fue obispo de Valencia y llegó a ser Papa con el nombre de Calixto III. Nombra a Rodrigo Borgia cardenal y vicecanciller del Papa. Calixto III hizo frente a la invasión turca y a su expansión por Europa. Fue este Papa quien rehabilitó la memoria de Juana de Arco. Acusado de nepotismo, al conceder muchos cargos y privilegios a muchos miembros de su familia, en especial a Rodrigo Borgia.

Acaba siendo nombrado Papa con el nombre de Alejandro VI (1431-1503). El nombre de Alejandro lo elige en honor de Alejandro Magno. Entre sus principales logros está la reconciliación de Enrique IV de Castilla con Isabel la Católica. Promulga la bula fijando la línea alejandrina, que determina la división entre Castilla y Portugal en la conquista de América y se fija mediante el Tratado de Tordesillas del año 1494.

borgiaAlejandro VI era amante del dinero y del poder. El negocio principal de Roma y en consecuencia del Papado era la prostitución. Se traían niñas menores de toda Europa. Esto está en el origen de que tanto Papas, reyes y nobleza padecieran con frecuencia la sífilis, enfermedad sexual normal en las oligárquicas clases gobernantes.

Lucrecia nace en Subiaco (Ferrara), pequeña localidad cercana a Roma, el 18 de abril de 1480, siendo su padre Rodrigo Borgia, que era en aquel momento cardenal y su madre Vanozza Cattanei, condesa de Casa de Candía y estaba casada con Giorgo Cancruce. Fruto de esta relación con Alejandro VI fueron cuatro hijos, tres varones, Juan, César y Joffré y una mujer, Lucrecia. (En la imagen: Retrato de Alejandro VI).

Vanozza Cattenei tuvo cuatro maridos, todos apoyados por Rodrigo Borgia, para así poder ocultar su relación amorosa con ella. Esta unión duró más de diez años. Era una hermosa mujer y muy inteligente, con la que compartía Rodrigo sus pensamientos más íntimos, sobre todo tipo de cuestiones. Ella sabía que algún día sus hijos como herederos del cardenal, gozarían de una gran posición y poder.

Después de Vanozza Catinnei, Alejandro VI mantuvo otra larga relación con Julia Farnesio, cuando esta tenía solo quince años y él cuarenta años más que ella. Era hermana de quien posteriormente sería Papa, Paulo III. Con ella también tuvo cuatro hijos.

Rodrigo Borgia instaló a sus hijos en el palacio Orsini, frente a su residencia en el Vaticano. Su prima Adriana Orsini, que se había quedado viuda, se encargaría de cuidarles. Los tres hijos fueron instruidos por los mejores tutores romanos. Estudiaron humanidades, matemáticas, astronomía, astrología e historia. Asimismo destaca el aprendizaje de idiomas, el castellano, francés, inglés y el latín. Enseguida destacó César por su inteligencia y su competitividad.

borgia2Era costumbre de la época, que las jóvenes fueran destinadas a los conventos para servir a Dios. Lucrecia no fue enviada al convento, pues Rodrigo siguió dos consejos, por un lado el de Adriana, que veía en ella un gran talento y, por otra siguió los consejos de los astrólogos que el día de su nacimiento vaticinaron un futuro memorable.

Además de recibir la misma educación que sus hermanos, aprendería a tocar el laúd, la técnica del dibujo, el baile y el bordado, destacando por sus hilados de oro y plata. Además recibió estudios en poética. (En la imagen: Retrato de Lucrecia Borgia).

Desde muy joven, Lucrecia fue utilizada por su padre Rodrigo como medio para la consecución de alianzas políticas a través de la concertación de matrimonios. Esta práctica era habitual en la época. Cuando ella tenía diez años fue prometida con Joan Centelles, valenciano emparentado con los condes de Oliva. Sin embargo este compromiso se rompió un año después. A finales de 1491, se le vuelve a comprometer con Gaspar de Próixido, conde de Almenara, compromiso que se vuelve a romper rápidamente nada más ser nombrado Papa.

Fue el 11 de agosto de 1492, cuando Rodrigo Borgia es nombrado Papa, con el nombre de Alejandro VI, tras un Sínodo tumultuoso en el que las amenazas, chantajes y la compra de votos fue práctica habitual. En esta elección se enfrentaron los cardenales Rodrigo Borgia, Ascanio Sforza y Giuliano della Rovere.

El uso matrimonial de Lucrecia desde el poder de su padre, marcó toda su vida y así como su sumisión a los designios familiares. Con el nombramiento como Papa de Rodrigo se busca las alianzas políticas para afianzarle en el poder.

Se pensó en casarle con Giovnni Sforza, que era señor de Pésaro y sobrino del duque de Milán. Ludovico “el moro”. El objetivo de este matrimonio era conseguir que el potente ducado de Milán apoyara al Papa, pues amenazaba con unirse a la Francia del rey Carlos VIII. Si se producía esta alianza política dejaría a los franceses las puertas abiertas a la conquista de los Estados Vaticanos.

borgia3Giovanni Sforza tenía entonces 26 años y acaba de quedarse viudo de su primer matrimonio, del que había tenido tres hijos. Lucrecia tenía 13 años y la ceremonia se celebró en 1493 con gran suntuosidad. Se realizó un desfile nupcial que congregó a miles de personas que admiraron el lujo excesivo que acompañaba al cortejo y las grandes joyas que lucía Lucrecia. Se rompe el matrimonio cuando Milán en el año 1497 se alía con Francia y entonces esta unión ya no tenía ningún sentido, en consecuencia debía procederse a su separación matrimonial. (En la imagen: César Borgia).

Ante el peligro para su vida que representaba seguir viviendo en Roma, Giovanni Sforza se refugia en Milán. Lo primero, que se intenta es conseguir un divorcio de mutuo acuerdo, para ello Rodrigo utiliza a su hijo César que ya era cardenal para que negocie con el cardenal Ascanio Sforza, que era tío de Giovanni el acuerdo del divorcio. Pero esta proposición no es aceptada por Giovanni. Ante esta negativa debe de buscarse un argumento poderoso para lograr la anulación y plantean que el matrimonio no se ha consumado, aduciendo que Giovanni Sforza era homosexual, cuando ya era padre de tres hijos. Le proponen que se acuesten los dos en presencia de testigos de las dos familias, a lo cual no accede.

Lucrecia fue hija, esposa y nuera del Papa Alejandro

Giovanni Sforza contrataca acusando a Alejandro VI y al cardenal César Borgia, que era padre y hermano respectivamente, de mantener relaciones incestuosas con Lucrecia. Alejandro VI ofrece la separación matrimonial por falta de consumación, teniendo que firmar un documento pontificio, que da por finalizada esta unión por “impotentia coendi”.

El célebre poeta de esa época Jacobo Sanázaro escribió este epitafio:

“Hic jacet in túmulo Lucretia nomine, sed raro
Thais; Alejandri filio, sponsa, nurus
”.

borgia4Es decir, Lucrecia fue hija, esposa y nuera del Papa Alejandro. Lo que hace es recoger el rumor de la época, que decía ser la concubina de su padre y de sus hermanos Luis y César. (En la imagen: Escudo de armas de los Borgia).

Durante el proceso de anulación matrimonial, Lucrecia se retira al convento romano de San Sixto, cuando tenía diecisiete años.

A pesar de este retiro, queda embarazada, ¿de quién? No se sabe con seguridad, puede ser de su padre Alejandro VI, de su hermano César, o de un tal Perotto. Para evitar el escándalo, ella se somete a un examen de la Iglesia, que dictaminaría que era virgen, lo que ocasionó un mayor escándalo.

El hijo que tuvo se llamó Juan de Borgia, duque de Nepi, conocido también como el Infante Romano. Alejandro VI emitió dos bulas. La primera donde se reconocía la paternidad del niño a Cesar Borgia pero de madre desconocida. César otorgó al niño el ducado de Camerino. La segunda bula estuvo ocultada durante muchos años (¿por qué?) Y otorgaba la paternidad al propio Papa.

También se habla como posible padre del niño a Pedro Calderón, joven aragonés conocido también como Perotto, que era el mensajero entre Alejandro VI y Lucrecia mientras estuvo en el convento. Perotto apareció asesinado en las aguas del río Tiber y fue acusado César de dicho asesinato.

Alejandro VI una vez consumada la ruptura del primer matrimonio de Lucrecia, enseguida buscó un segundo matrimonio, como medio de lograr alianzas políticas y militares que afianzaran su poder papal. El elegido es Alfonso de Aragón, duque de Bisceglie, que era hijo bastardo del rey Alfonso II de Nápoles “el bizco” y su madre era Trussia Oazullo. Era también primo hermano de Fernando II de Aragón. Con esa alianza del Vaticano con Aragón se consolidaba el poder en el sur de Italia. Joffré, hermano de Lucrecia, hacía cuatro años que estaba ya casado con Sancha de Aragón, que también era hija bastarda y era hermana mayor de Alfonso.

Lucrecia y Alfonso se enamoraron mutuamente. Así se produce una alianza entre los Borgia y el rey francés Luis XII. Este acuerdo es conseguido por César Borgia. Gracias a esta alianza, el rey Luis XII concedió a César el título de duque de Valentinois, que le reportaría el nombre popular de “il valentino”.

borgia5Esta alianza supone la ruptura del Vaticano con Aragón. En consecuencia, debe acabarse con el matrimonio de Lucrecia y Alfonso. En julio del año 1500, Alfonso es agredido por unos desconocidos (eran hombres al servicio de César) cuando paseaba por los jardines vaticanos. Fue socorrido, quedando en estado muy grave, siendo trasladado a las habitaciones de Lucrecia, que junto a la hermana de Alfonso, Sancha cuidaron de él. Alfonso ordenó a sus hombres que mataran a César al que acusaba de su intento de asesinato. César fue atacado con ballestas cuando paseaba por los jardines. (En la imagen: Tumba de Alfonso d´Este y de Lucrecia Borgia en Ferrara).

Tanto Lucrecia como Sancha no se separaron de Alfonso, pero César mediante argucias consiguió, que ambas salieran de la habitación, ocasión que fue aprovechada por un hombre de César para que estrangulara a Alfonso.

En esa época César ya estaba afectado por enfermedades sexuales, en concreto la sífilis (enfermedad habitual en la época). Ésta dejó marcas visibles en la cara y cuerpo, lo que hizo que apareciera ya siempre con máscara y vistiera de negro.

La administración de la Iglesia, en manos de Lucrecia

Tras el final del segundo matrimonio, Lucrecia se dedicó a la administración de la Iglesia y del Vaticano, puesto que Alejandro VI se encontraba en un largo viaje. Este nuevo papel de Lucrecia fue duramente criticado por muchos sectores de la Iglesia. En primer lugar, por ser mujer y además joven. En segundo lugar, se le achacaba falta de experiencia para llevar asuntos tan importantes. En este tiempo siempre estuvo asesorada por el cardenal aragonés Jorge Costa.

borgia6Tras su segunda separación, rápidamente se le buscó un nuevo matrimonio, esta vez la elección fue de su hermano César, siendo el elegido Alfonso D’Este, que era hijo mayor de Ercole D’Este, duque de Ferrara, que tenía 24 años. (En la imagen: Cuadro de Vanozza Cattanei).

Lucrecia tenía entonces veintidós años y se casa el dos de febrero de 1502 por poderes en el Vaticano. Esta boda se celebró con gran pompa, hubo hasta una fiesta taurina. Cuando terminó este espectáculo se celebró una fiesta intima, donde participaron unas cincuenta hetairas, que fueron obligadas a bailar desnudas junto a los criados. En estas fiestas participaba muy activamente Lucrecia. Estuvo invitado en la boda Gonzalo Fernández de Castro, conocido como el Gran Capitán del ejército español, quien se encontraba en campaña militar en Italia y parece ser que fue uno de sus amantes.

Poco tiempo después partió hacia Ferrara para ya estar de forma continuada con su nuevo marido. Desde ese momento, ya nunca más volvería a ver a su padre Alejandro VI y a su hermano César.

Alejandro VI, muere envenenado, el 18 de julio de 1503, tomando una copa que estaba destinada a otra persona, tenía entonces 73 años. Esta situación de pérdida de poder, hizo que muchos de los enemigos de los Borgia se envalentonaran contra ella.

El monje Savanarola fue muy crítico con el papado de Alejandro VI, al que calificaba como enemigo de Cristo, diciendo:”Yo os aseguro, in verbo Domine, que este Alejandro no es en absoluto Papa y no debe de ser tratado como tal”. Le acusaba de haber comprado el cargo y de no comportarse como un buen representante de Cristo.

Lucrecia, la “buonna duchesa

Lucrecia halló la tranquilidad en la corte de Ferrara, donde protege a muchos artistas del Renacimiento, haciendo de esta Corte un lugar de gran cultura consiguiendo que sea una de las más refinadas de la época. Se la conoce con el cariñoso apelativo de “buonna duchesa”. Alentó todo tipo de representaciones teatrales y espectáculos de danza. Entre los poetas que protegió, además de Pietro Bembo, destaca Ariosto, que publicó “Orlando furioso” y entre los pintores destaca Tiziano del que fue musa.

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De este tercer matrimonio tuvo ocho hijos, de los cuales dos fallecieron en el mismo parto, así tuvo a Ercole II, Hipólito II, Alejandro, Leonor, Francisco e Isabella María siendo en el nacimiento de ésta última, cuando Lucrecia contrajo las fiebres que le provocaría la muerte el 24 de junio de 1519 cuando tenía 39 años.

Hay un hecho relevante en esta época y es que quiso traer consigo sus otros dos hijos vivos (había tenido anteriormente al actual matrimonio cuatro hijos, pero dos murieron al nacer), Rodrigo y Juan pero se encontró con la negativa de su marido, por lo cual ambos tuvieron que vivir con Isabel de Aragón.

Gobierna las posesiones de su marido durante los periodos de ausencia de éste. No se priva de la ostentación como forma de poder. Celebra grandes recepciones donde luce su mejor vestuario y sus excepcionales joyas. Sin embargo, Lucrecia es querida y admirada por sus dotes políticas y su caridad cristiana.

En su primer embarazo de Alfonso D’Este, el niño nació muerto, lo que le provocó una fuerte depresión y siguiendo los consejos de su marido se retiró a Regia para reponerse. Es ahí donde conoce a Francisco de Gonzaga, duque de Mantua, que era al mismo tiempo su cuñado, con el que entabla una profunda amistad, acabando en una profunda relación amorosa. Cuando Lucrecia vuelve a Ferrara sigue la relación por medio de cartas siempre en clave.

También conoce a Pietro Bembo en una villa en las afueras de Ferrara por medio de Hércules Strozzi que era también un conocido poeta. Strozzi murió a manos de Alfonso por considerar que le ultrajaba como marido.

Pietro Bembo era el embajador de Venecia en Roma, siendo un reconocido poeta que tenía una gran cultura y sensibilidad. Era diez años mayor que Lucrecia. Mientras que su marido era rudo, Bembo era todo lo contrario. La atracción entre ambos era más espiritual y platónica que practica. Esta relación se mantenía a través de cartas con claves secretas, como anteriormente había sucedido con Gonzalo.

Bembo escribió unos diálogos de amor “Asolan” que se los dedicó a Lucrecia. Era considerado un gran humanista. Con la llegada al Papado de León X, entra a formar parte de la diplomacia vaticana y llega a ser secretario del Papa, siendo nombrado cardenal.

borgia8Víctor Hugo escribió en 1833 “Lucrecia Borgia”. Tragedia que utilizó Felice Romani para hacer la opera de Donizetti “Lucrezia Borgia” en el año 1834. Fue estrenada en Milán, en diciembre del mismo año. Posteriormente fue representada en París en el año 1840 y se levantó un gran escándalo, por lo que se prohibió a Víctor Hugo realizar más producciones. Debido a esta censura se reescribió como La Rinegata, pasando los protagonistas de ser italianos a ser turcos, lo que posibilitó que se pudiera representar. También destaca Alejandro Dumas que escribió sobre Lucrecia.

Lucrecia no fue mejor ni peor que cualquiera otra noble de la época. La podríamos definir como una mujer libertina. Sin embargo, es muy llamativa su sumisión con respecto a su padre Alejandro VI y su hermano César. Sobre su leyenda negra sobre el incesto, históricamente es difícil decir si es verdad o no es, pues datos reales y demostrables no existen. En historia los cotilleos no sirven. Llama muchísimo la atención el libertinaje de los Papas, que producían un constante escándalo público.


La gobernanta del Vaticano: Olimpia Maidalchini

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Escultura de Olimpia Maidalchini.

Olimpia nace en Viterbo, el 26 de mayo de 1594. Sus padres eran Sforza Maidalchini, que se dedicaba a la construcción como empresario y su madre Victoria Gaulterio que era noble de Orvieto y nieta del obispo de Viterbo, personaje este importante por dos razones, la primera porque participó en el concilio de Trento y en segundo lugar fue nuncio del Papa en Francia

El padre de Olimpia gozaba de una posición social acomodada. Éste tenía claro que cuando muriera sus posesiones irían a parar a su hijo primogénito, cosa habitual en la época. Su problema radicaba en que tenía tres hijas y debía buscarles un futuro. Decidió que las tres fueran monjas, que era una alternativa normal en las familiss acomodadas de la época.

Para preparar el camino hacia el convento, se nombró un director espiritual para Olimpia con el objetivo de que la convenciera de que cogiera el hábito. Sin embargo, ella no estaba de acuerdo con el destino que le habían preparado sus padres, puesto que no quería ser religiosa.

Olimpia acusó a su director espiritual de hacerle proposiciones de tipo sexual, lo cual levantó una gran polémica, pues Olimpia era una mujer muy bella y era creíble la acusación. Esta acusación fue llevada a juicio, del cual salió absuelto el sacerdote, pero tras semejante escándalo, Olimpia consiguió el objetivo de no entrar en el convento de por vida, pues no hubo un solo convento, que la aceptara como novicia. Su alternativa pasaba por casarse con un hombre de avanzada edad y de buena posición económica.

La oportunidad le surgió rapidamente y se casó con Paolo Pini, que era de Viterbo, su ciudad, hombre muy rico y de avanzada edad. Se casó en el año 1612 cuando tenía 17 años. Este matrimonio duró solamente tres años porque falleció Paolo. Así, rápidamente se encontró viuda y rica. Este poderío económico, que había heredado de su marido, debía estar respaldado por un apellido ilustre dentro de la sociedad italiana.

Para conseguir este objetivo trasladó su residencia a Roma y buscó nuevamente un matrimonio. Ella tenía claro que debía ser un hombre mayor, más que su riqueza buscaba una persona de apellido ilustre, que le abriese las puertas de la sociedad de Roma.

inocencioConoció a Pamphilio Pamphilj, que pertenecía a una noble familia de Umbría y además tenía un hermano cardenal, que destacaba por su astucia y por su saber hacer en política. Pamphilio era hombre mayor, pues tenía treinta años más que ella. Se casó con él y fruto de este matrimonio nació Camillo Pamphilj. Rápidamente falleció Pamphilio dejándola viuda, con un hijo, pero sobre todo con un apellido ilustre dentro de la sociedad romana. (En la imagen: Cuadro de Velázquez “Inocencio X”).

Su cuñado el cardenal Giambattista Pamphilj, era feo y arrugado pero muy inteligente y culto. Tenía una gran relación con Olimpia, ésta era profunda y llegaron a ser amantes. Este quiso casarse con Olimpia, pero ésta no lo permitió y le impidió que colgara los hábitos, pues Giambattista tenía una próspera carrera política y religiosa dentro de la Curia Vaticana y hubiera significado perder el poder que ella ansiaba.

En ese periodo histórico en los inicios del siglo XVII había una gran disputa entre Francia y España por el dominio mundial. Dirigía el Vaticano en esos momentos, Urbano VIII Barberini, que contaba con el apoyo de Francia. Éste fallece en el año 1644. En el cónclave para la elección de nuevo Papa, los dos nombres porpuestos por Francia y España estaban empatados y no había forma de romper dicho resultado. Como las posiciones de cada uno eran inamovibles, se decidió elegir un nuevo Papa que fuera anciano para que viviera poco y no hiciese cambios importantes en el devenir de la Iglesia de Roma.

escudoDebido a esta situación es elegido Giambattista Pamphilj, que tenía entonces 72 años y subio a la silla de Pedro con el título de Inocencio X. (En la imagen: Escudo pontifico de Inocencio X).

Se pensaba, que Inocencio X sería neutral, pero era el gran tapado de Felipe IV de España, que le apoyó en todo. Lo que nadie contaba es que además de Inocencio X llegaba también su cuñada Olimpia Maidalchini, que sería desde el inicio de este pontificado la gobernanta del patrimonio vaticano y que lo dirigiría con mano de hierro. Por eso, se le conoce como la papisa Donna Olimpia.

Una de las primeras decisiones, que tomó Inocencio X, fue nombrar a su sobrino e hijo de Olimpia y de su hermano Pamphilio, Camillo Pamphilj como cardenal, el 14 de noviembre de 1644, siguiendo la tradición de otros Papas de nombrar cardenal nepote a personas de su confianza y que venía a desempeñar el papel de primer ministro.

No sorprendió esta actitud de Inocencio X, pues era habitual que los Papas tuvieran amantes, en este caso Olimpia. Tampoco fue cuestionado el nombramiento de Camillo pues era normal que los Papas reconocieran a sus hijos bastardos otorgándoles altos cargos eclesiásticos. Esto era conocido como nepotismo. También nombró cardenal al sobrino de Olimpia, Francesco Maidalchini cuando tenía diecisiete años y a su primo Camillo Astalli.

Camillo Pamphilj tuvo una brillante carrera eclesiástica, fue legado en Avignon, Prefecto del Tribunal de la Signatura de Justicia, y colaboró con la Secretaria de Estado vaticana. Sin embargo, en 1647 abandonó los hábitos para casarse con la bella y rica Olimpia Aldabrandini, que era nieta del Papa Clemente VIII.

El régimen Vaticano de los anteriores Papas era conocido por nepotismo, sin embargo con la llegada de Inocencio X y de Olimpia Maidalchini los historiadores acuñan un nuevo término “cuñadísimo”. Se dice que Olimpia mandó nombrar Obispo al sacerdote, que fue su director espiritual, al que acusó en sus años de juventud de acoso sexual.

Olimpia, la mayor proxeneta de la historia

Olimpia controlaba toda la vida vaticana y cualquier persona que quisiera ver al Papa o alcanzar algún cargo eclesiástico, debía abonarle una gran cantidad de dinero para facilitarle el encuentro. Ella no tenía el menor pudor en practicar la extorsión.

Olimpia estableció un sistema de protección para todas las prostitutas romanas, que le debían pagar una renta mensual por ejercer la prostitución en Roma, convirtiéndose en la mayor proxeneta de la historia.

Inocencio X toleró todo lo que hacía Olimpia e incluso bendijo proyectos suyos como la creación del Instituto de Viudas en Duelo, dedicado a extender la devoción de la Purísima. En el año 1645, Olimpia fue nombrada Princesa de San Martino y feudataria de varias ciudades, lo cual le proporcionaba grandes rentas económicas.

Inocencio X fue muy activo en la política exterior, enfrentándose a Francia, como no podía ser menos de un Papa, que contaba con el apoyo del imperio español, esto a pesar de que en estos momentos Francia ya era la primera potencia mundial.

El año 1650, fue declarado Año Santo, lo que provocó una gran influencia de cristianos provenientes de toda Europa. Olimpia creó un organismo de asistencia a peregrinos, que hizo que obtuviera gran cantidad de riquezas.

Olimpia MaidalchiniComo presidenta de la protección de las prostitutas, vendió gran cantidad de permisos para ejercer la prostitución en Roma ese año. Permitió saltándose la ley, que cuando se dieran grandes solemnidades, las prostitutas acudieran a ellas en carroza.

La Santa Alianza era una organización de espionaje vaticana, siendo inmediatamente controlada por Olimpia. Creó un servicio de contraespionaje con el nombre de Orden Negra, formada por asesinos, que se debían de encargar de descubrir a los agentes del primer ministro francés Mazarino y matarlos inmediatamente. El símbolo de esta organización era una tela negra cruzada por dos franjas rojas. Siempre que mataba la Orden Negra dejaba esta tela en los cadáveres.

Cuando muere Inocencio X, esta organización controlada por Olimpia es disuelta por el sucesor al Papado, Alejandro VII. Éste obliga a Olimpia a retirarse de la vida pública a cambio de una gran cantidad de dinero.

El dúo Inocencio X y Olimpia Maidelchini estaba continuamente en boca de los romanos. En la famosa estatua llamada Pasquino se colocaban las criticas muy ingeniosas sobre la pareja dirigente del Vaticano, como por ejemplo “en otro tiempo piadosa, ahora impía” o “Dona es daño, Olimpia Maidalchini es Dona, daño y ruina”.

La población romana tenía muchísimo miedo de Olimpia y éste se mantuvo hasta después de su muerte. Era sabido, que Olimpia mandaba mucho más que el Papa Inocencio X, así ha pasado a la historia y ha servido para engrandecer su leyenda.

Entre las leyendas existentes sobre Olimpia se dice que sale aullante las noches por las calles de Roma, recorriéndolas montada en una carroza de fuego, para atravesar el puente Sixto hacia el palacio de Trastevere.

olimpia2Inocencio X muere en 1655. Olimpia saqueó la habitación papal, llevándose todos los objetos de valor. El cadáver de Inocencio X estuvo 24 horas sólo en la habitación empezando a ser devorado por las ratas. La servidumbre papal descubrió el cadáver dándole un entierro modesto pues Olimpia se negó a pagar los gastos del funeral del Papa diciendo la famosa frase, ¿qué puede hacer una pobre viuda? (En la imagen: Tumba de Olimpia Maidalchini).

Olimpia muere el 26 de septiembre de 1657 en San Martino al Cimino, dejando una fortuna inmensa de más de dos millones de escudos de oro.

Velázquez en su segunda visita a Roma realizó el que se considera el mejor retrato de la historia del arte “el retrato de Inocencio X”, cuya pintura desnuda su alma sin tapujos. Cuando Inocencio X vio el cuadro expresó “Troppo vero”.Se sabe que hizo el retrato de Olimpia, como era habitual en la época con los matrimonios, ero este cuadro está desaparecido.

La figura de Olimpia ha tenido también la vertiente literaria, así se puede leer el libro de Eleanor Herman “Misatress of the Vatican: The true store of Olimpia Maidalchini”.

La Iglesia ha tratado por todos los medios, como ya hemos visto en otras mujeres, hacer desaparecer la historia de esta mujer y el poder que detentó en la Iglesia de Roma.

Lucrecia, Olimpia... Las otras Papisas