jueves. 28.03.2024

EL LADO MÁS OSCURO DEL MUNDIAL DE QATAR

La campaña #PayUpFIFA es una llamada a la acción para resarcir el daño causado a cientos de miles de trabajadores migrantes que han hecho posible que la Copa Mundial de Qatar 2022 sea una realidad cuando el balón empiece a rodar el próximo 20 de noviembre en el Estadio Al Bayt. Un espectáculo internacional lleno de brillo que esconde el lado más oscuro de una tragedia humana que se ha prolongado durante la última década y que ha dejado a muchas personas en la cuneta, muchos muertos y muchas familias abandonadas a su suerte.

Episodios de esclavitud en pleno siglo XXI que distintas organizaciones de derechos humanos llevan tiempo denunciando ante la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) desde que en 2010 adjudicara a Qatar la celebración de la Copa Mundial 2022.

TRABAJO FORZOSO EN EL SIGLO XXI

En un informe publicado en 2020, Amnistía Internacional denunciaba que miles de trabajadores que acudieron a Qatar para construir estadios, hoteles y sistemas de transporte “se vieron atrapados en un sistema laboral fuertemente basado en la explotación, que les negaba su derecho fundamental a unas condiciones de trabajo decentes y el acceso a reparación”.

Esclavos de la era moderna sometidos al sistema que se conoce como ‘kafala’ (i), y que permite explotar a trabajadores migrantes, como los que llegaron a Qatar desde la India, Pakistán, Nepal, Bangladesh y Sri Lanka.

En la semana que se celebra el Día Mundial por el Trabajo Decente, este 7 de octubre, es un momento oportuno para recordar la vulneración de derechos humanos que han sufrido y siguen sufriendo estas personas migrantes. Abusos como verse obligados a pagar tasas de contratación elevadísimas e ilegales que no han sido reembolsadas, timo de salarios, número excesivo de horas, etc., etc., lo que a todas luces constituye trabajo forzoso. Y eso sin contar con la pérdida de vidas humanas, trabajadores muertos (unos 6.500 según el diario The Guardian) por no haber tenido una protección adecuada para afrontar el calor extremo de Qatar.

Lo sabía la FIFA, el Gobierno de Qatar y el Comité Supremo de Gestión y Patrimonio, el organismo qatarí responsable de la planificación y construcción de las infraestructuras. ONG, la OIT, Naciones Unidas, la Confederación Sindical Internacional (CSI) y otras organizaciones e instituciones mundiales alertaron de esta situación de violación y vulneración de los derechos humanos, pero nadie hizo nada, o casi nada. A lo sumo se dio una patada hacia delante. En 2015, la FIFA se adhirió a los Principios Rectores de la ONU sobre las Empresas y los Derechos Humanos, pero no fue hasta 2020 (diez años después de nombrar a Qatar como sede del Mundial) cuando asumió su responsabilidad con un compromiso no vinculante de promover condiciones decentes y reparación efectiva para los trabajadores. Y eso, al margen de otras actuaciones realizadas con anterioridad por las autoridades qataríes con tímidas reformas legislativas laborales que no contemplaban mecanismos de reparación. Buenas palabras, pero cero acciones.

INDEMNIZACIÓN MILLONARIA

Amnistía Internacional ha puesto precio a esa reparación: 440 millones de dólares, el equivalente a la dotación ofrecida a los equipos que participan en el Mundial. Una cifra nada desorbitada si se tiene en cuenta que la FIFA ingresará 6.000 millones de dólares estadounidense y otros 1.600 que tiene en reserva para un torneo que se celebra en un país con un fondo soberano de 450.000 millones.

“La Copa Mundial 2022 estará lejos de la ejemplaridad en términos de prevención de daños, pero todavía puede suponer un punto de inflexión en el afán de la FIFA de respetar los derechos humanos si todos los trabajadores y trabajadoras que han sufrido abusos durante la preparación, el montaje y la celebración de este evento emblemático reciben reparación adecuada”, dice el informe.

CARTA A GIANNI INFANTINO

En mayo de este año más de una veintena de organizaciones en defensa de los derechos humanos remitieron una carta abierta al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, emplazándole a trabajar con el gobierno de Qatar, los sindicatos, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y otras partes interesadas “en el establecimiento de un programa integral que garantice que todos los abusos laborales a los que contribuyó la FIFA sean remediados, y a reservar los recursos financieros necesarios para ello”.

Relataban en la carta ejemplos de “la magnitud de los abusos”. Trabajadores migrantes que han tenido que “pagar por trabajar” y han sido víctimas de “robo salarial generalizado”. Jornadas laborales excesivas y trabajos forzados documentados por sindicatos y organizaciones. Lesiones de todo tipo y miles muertes por exposición a temperaturas extremas que no han sido investigadas. Y recordaban al organismo su “responsabilidad” y “obligaciones” a la hora de resarcir de estos abusos con la correspondiente cantidad ya aludida de 440 millones de dólares.

“El inicio de la primera Copa del Mundo que se celebra en Oriente Medio debería ser un momento de alegría y orgullo para los amantes del fútbol de todo el mundo. Pero hasta que no se compense a todos los trabajadores y se reparen los daños, el torneo no podrá celebrarse de verdad”, afirman en la misiva.

UNA REVELADORA ENCUESTA MUNDIAL

El pasado 15 de septiembre, Amnistía Internacional daba a conocer los resultados de una encuesta mundial que revelaba que el 73% de los encuestados se mostraba a favor de que la FIFA indemnizara a los trabajadores migrantes que habían sido víctimas de abusos durante los preparativos de la Copa Mundial.

El porcentaje era aún mayor (el 84%) en los que dijeron que probablemente verían al menos un partido de fútbol.

En la encuesta, realizada por el portal YouGov, participaron más de 17.000 personas adultas de 15 países, entre ellos España y sus resultados muestran el apoyo mayoritario de la campaña #PyUpFIFA.

Ciudadanos de Alemania, Argentina, Bélgica, Dinamarca, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Kenia, Marruecos, México, Noruega, Países Bajos, Reino Unido y Suiza participaron en este macro sondeo.

El mayor respaldo a esta propuesta se dio en Kenia, pero el apoyo a la indemnización superó el 75% en países como México (86%), España (83%), Argentina (82%), Suiza (81%), Finlandia (79%) y Bélgica (77%).

Sólo el 10% de las personas encuestadas afirmaron no estar de acuerdo con que la FIFA proporcionara indemnizaciones, y el 17% restante no contestó.

RECLAMAN UN GESTO DE LAS ASOCIACIONES NACIONALES DE FÚTBOL

En marzo de 2021, las selecciones de fútbol de Alemania y Noruega protagonizaron un simbólico acto de protesta contra la vulneración de los derechos humanos en Qatar con mensajes en las camisetas de sus jugadores abrazados en línea justo antes del comienzo de un partido. Un gesto que muchos reclaman sea reproducido por todas las selecciones que participen en este Mundial, entre las que se cuenta la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

Si bien, las asociaciones belga, danesa, neerlandesa, inglesa, alemana y noruega han expresado su apoyo a la indemnización, por el momento no se ha producido ninguna declaración pública oficial, informa Amnistía Internacional.

La encuesta de Amnistía Internacional también recoge la posición de una mayoría de ciudadanos (un 67%) que quieren que sus asociaciones nacionales de fútbol denuncien públicamente los problemas de derechos humanos ligados a la Copa Mundial de Qatar 2022 y apoyen la reparación de los trabajadores migrantes.

En España, el porcentaje también supera el 70%.

En una información publicada por Human Rights Watch (ii), organización que participa también en la campaña #PayUpFIFA, se pone nombres y apellidos de atletas y aficionados que exigen esta reparación, entre ellos jugadores, entrenadores y presidentes de asociaciones.

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Selección alemana de fútbol.

LLAMADA DE ACCIÓN A LOS PATROCINADORES

Una de las últimas acciones de la campaña #PyUpFIFA ha sido pedir a los patrocinadores de la FIFA en la Copa Mundial 2022 que ejerzan presión para que se otorguen estas indemnizaciones. La petición fue formulada en julio pasado por Human Rights Watch, Amnistía Internacional y FairSquare (iii).

Las tres organizaciones de derechos humanos enviaron cartas a los 14 socios corporativos de la FIFA, pero hasta el momento solo han contestado cuatro de ellos manifestando que apoyarán la iniciativa de que se otorgue esa compensación económica.

“Las marcas compran los derechos a patrocinar la Copa Mundial porque desean ser asociadas con la alegría, la competencia leal y los espectaculares logros humanos en el campo de juego, y no con el robo desenfrenado de salarios y la muerte de los trabajadores que hicieron posible el Mundial de Fútbol”, manifestó Minki Worden, directora de Iniciativas Globales de Human Rights Watch. 

A esto se une la decisión tomada por los ayuntamientos de varias ciudades de Francia a las que se ha sumado también París de no proyectar en pantallas grandes los partidos del Mundial en protesta por "el desastre humano y medioambiental" sufrido en Qatar.


(i) El Mundial de fútbol de 2022 en estadios manchados con sangre
(ii) Información Human Rights Watch
(iii) Patrocinadores del Mundial

Imagen portada: AI

Reclaman a la FIFA una indemnización millonaria para los trabajadores del Mundial de...