martes. 16.04.2024
Pablo Casado durante una visita a Melilla el pasado mes de julio.

Por lo que leemos en las noticias, podemos intuir que algunos políticos españoles parece ser que faltaron a muchas clases de la asignatura de historia en su juventud.

Esta semana uno de nuestros políticos más brillantes, uno que aprobó más de dos cursos de derecho en 4 meses, ha hablado de la intención de hacer uso de la Armada para parar en alta mar a emigrantes, no para socorrerlos como dice la ley del mar, sino para que den media vuelta. Esa ley, en su escaso tiempo estudiando derecho, la debió de pasar por alto.

Habría quizás que recordarle que hasta recientemente España tuvo un número de años en los que la migración neta fue negativa, y más de 1 millón de personas emigraron desde 2009.

La migración ha vuelto a números positivos, pero no porque se haya frenado la sangría de ciudadanos emigrando fuera de nuestras fronteras, sino porque se ve superada por los números de inmigrantes que llegan.

¿Cuál sería la opinión de la UE y el resto del mundo si en vez de España fuera el Reino Unido quien pusiera a la Armada a parar la emigración en el Canal de La Mancha?

Si miramos a nuestra historia como país de emigrantes que somos hay que destacar que, por ejemplo, en uno de los países de los que ahora salen pateras con emigrantes como es Argelia, hasta 1900 más de 160 mil españoles fueron acogidos y además esta cifra siguió subiendo hasta más de 300 mil ciudadanos españoles en 1930. Estos emigrantes huían de la crisis que azotaba a provincias como Almería, Murcia o Alicante, algunos ahora territorios claves para las hordas populistas antiinmigración. ¡Cuántas vueltas da la vida!

Durante la Guerra Civil y a consecuencia de esta, muchos más emigraron con destinos al otro lado del Atlántico, largos viajes con destino a toda Latinoamérica, así como emigración hacia el norte de los Pirineos, emigrando a otros países del continente europeo. Muchos de los 2,6 millones de españoles en el mundo son hijos y nietos de estos emigrantes, y son tan españoles como el resto.

En 1959, en plena dictadura de la que tanto sacan pecho algunos de estos populistas, se creó el Instituto Español de la Emigración que propició que se incrementara la emigración en grandes números a países europeos como Francia, Alemania, Suiza, Reino Unido, y esta emigración era ya para quedarse en estos países no siendo de ida y vuelta como era por ejemplo con la vendimia u otras campañas agrícolas.

Como buen “nuevo rico” que somos, ahora nos hemos olvidado de lo que pasó hace no tanto en nuestro país.

Los partidos que ahora de repente se quitan la careta y en comparecencias o mítines hablan de sacar a la Armada para parar a los emigrantes en el medio del Mediterráneo, ¿qué es lo que tratan de demostrar?

Cuando los números son los que son, y nuestro país necesita emigración positiva neta para mantener el sistema, ¿qué están buscando? ¿Está tan caro el ganar un escaño que tienen que entrar a competir con partidos abiertamente xenófobos y ultraderechistas?¿Cuál sería la opinión de la UE y el resto del mundo si en vez de España fuera el Reino Unido quien pusiera a la Armada a parar la emigración en el Canal de La Mancha?

A mí no me cabe dudas de que habría sanciones hacia Reino Unido y Priti Patel, ministra de Interior británica, estaría encantada de ganar a Casado a populista en esta materia.

El sentido común en materia migratoria no va de la mano con el sentido electoralista que algunos le quieren dar a las migraciones.

Siguiendo con el ejemplo de las islas británicas, parece que Pablo Casado quizás aprendería una o dos cosas del documental estrenado recientemente sobre el Brexit, de Jon Sistiaga. Las economías y grandes empresas han de mirar con detalle aquello que los gobiernos proponen y alzar la voz, más de los que se hizo en Reino Unido con el Brexit, ante el cierre de fronteras y las medidas tomadas para frenar una inmigración que era uno de los factores para mantener una economía en crecimiento constante.

Los cierres de fronteras a los trabajadores conllevan que luego tengas que cerrar empresas e industrias que no consiguen mano de obra suficiente, y estos cierres tienen impacto directo en las arcas de los estados que recogen menos impuestos. La bajada de recogida de impuestos con gobiernos como el de Boris Johnson, no va a conllevar más que destrucción de sector público, reducción de camas de hospital, de números de profesores y continuar privatizando o regalando a sus amigos contratos multimillonarios.

La legitimización de la escalada antiinmigrantes que está sucediendo en España es muy peligrosa

Pablo Casado pertenece a un partido que, durante muchos lustros, yo escuché y me trataron de convencer que era de centro. El acercarse a la ultraderecha no hace más que asegurarnos que las credenciales de centristas o se pasan a otro partido o se dejan vacías y la población quizás tenga memoria cuando una vez desaparezcan la “banda populista “de color verde, y el PP quiera convencernos de que es un partido de centro… se recordarán muchas de estas “expediciones” a la ultraderecha a las que nos están acostumbrando algunos dirigentes de este partido, o quizás no.

El peligro añadido es que esta radicalización hacia un lado lleve al resto de partidos a moverse en la misma dirección, y algún partido de izquierdas se anime a viajar en la misma dirección y comience a alinearse en algunas de sus propuestas.

La legitimización de la escalada antiinmigrantes que está sucediendo en España es muy peligrosa. Como emigrante en Reino Unido ya la hemos sufrido en nuestras propias carnes tras el Brexit. Si no quieren que a los emigrantes españoles fuera del país nos traten de manera abusiva, xenófoba y discriminatoria hagan lo mismo con los ciudadanos que llegan a nuestro país, ya que al fin y al cabo emigran por lo que yo emigré: falta de oportunidades y necesidad de progresar para pagar facturas y poder mantener a tu familia.

España no tiene más que mirar a Reino Unido para darse cuenta de que lo que sostiene el del master en Harvard no tiene ni pies ni cabeza, solo rascar votos.

¿Queremos que la Armada Británica pare a los emigrantes españoles en la frontera?