martes. 23.04.2024
Greenpeace activists from Denmark, Sweden, Norway, Finland and Russia are blockading a transshipment of Russian oil at sea in northern Denmark. Swimmers and activists in kayaks and rhib boats have placed themselves in between two tankers to block them from transferring 100 000 tonnes of Russian oil, from the tanker Seaoath to the huge 330m crude oil tanker Pertamina Prime, in European waters. Greenpeace calls for global divestment and phase out of fossil fuels and an embargo of Russian fossil fuels to stop the funding of the war.
Foto: Greenpeace

Las compañías petroleras han ingresado 3.300 millones adicionales en Europa desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania tal y como se muestra en un informe de Greenpeace.

Solo en marzo, la industria del petróleo recogió cada día una media de 107 millones de euros en ingresos extra, 94 millones por la venta de diésel y 13 millones en gasolina.

Unos beneficios que Greenpeace considera “inmorales” en un contexto donde la ciudadanía europea está sufriendo precios de récord en las gasolineras.

En España, la industria del petróleo está registrando unos ingresos adicionales de 7,6 millones de euros diarios: 7 millones por la venta de diésel y 0,6 millones en gasolina.

La situación se replica en otros estados y regiones de la Unión Europea, refleja el informe. Por países, el mayor lucro extra para las petroleras se produjo en Alemania (1.180 millones de euros), seguido de Francia (412,3 mill.) e Italia (387,6 mill.), con España en cuarta posición entre los países más rentables para las petroleras durante la guerra con 235,6 millones.

El análisis de Greenpeace destaca que mientras los precios del crudo subieron 19,38 céntimos/litro entre enero y marzo, los precios del diésel en la refinería aumentaron mucho más en dicho periodo (unos 30-31 cent/l) alcanzando hasta 36,5 cent/l de diferencia en el precio final en el surtidor. Una tendencia similar a la observada en la gasolina, aunque más débil.

 La industria del petróleo está aprovechando la guerra para aumentar sus precios a lo largo de la cadena de suministro

“Estas diferencias demuestran cómo la industria del petróleo está aprovechando la guerra para aumentar sus precios a lo largo de la cadena de suministro, pese a que los costes de producción no han variado notablemente”, afirma Adrián Fernández, responsable de movilidad de Greenpeace España, quien además señala que “la ayuda de 20 céntimos aplicada por el Gobierno desde la semana pasada acaba directamente en el bolsillo de las petroleras, contribuyendo no solo a alimentar la crisis climática, sino también la maquinaria de guerra de Putin cuya financiación depende de las exportaciones del petróleo ruso”.

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