lunes. 29.04.2024

Recuerdo cómo el cura que nos daba Historia de España –que de adulto descubrí que no tenía ni idea de la materia- nos contaba orgulloso como los guerrilleros españoles habían luchado contra el invasor gabacho allá por 1808 en la mal llamada guerra de la Independencia, y nos mencionaba a Espoz y Mina, a el Empecinado, al cura Merino, etc. Entonces eran héroes hispanos luchando contra el invasor, contra la Grand Armée de Napoleón. Ahora los medios de comunicación de derechas -herederos de esos curas de derechas-, franquistas muchos de ellos, llaman terroristas a los que luchan como pueden contra los nuevos nazis, esos que mantienen al pueblo palestino en un campo de concentración gigantesco que se llama la Franja de Gaza. La actuación de Hamás puede que no sea defendible desde las poltronas de los jefes de redacción y directos de periódicos, de los fake news españoles, como son el ABCla Razón o El Mundo, pero no parece que el pueblo palestino pueda elegir cómo defenderse de la agresión nazi del gobierno y ejército judío y si alguien se le ocurre que lo diga. El cinismo e hipocresía de estos medios es absoluta, repugnante. Ahora, y como manda supuestamente las divinas enseñanzas que estudian los israelitas en sus escuelas, la venganza esta permitida en sus sagradas escrituras y el cuerpo de un judío –de nadie más que no sea del pueblo elegido- es sagrado. 

Es como si en España el gobierno de turno, para combatir en su día el terrorismo de ETA, hubiera bombardeado Bilbao

¡Qué benevolente fue Marx cuando dijo aquello de que la religión es el opio de los pueblos! No podemos imaginar los que vivimos más o menos cómodamente en Europa y otras partes del mundo acomodado, aunque de reparto muy desigual de renta y riqueza, el inmenso sufrimiento que debe estar pasando el pueblo palestino porque los nuevos nazis, para supuestamente combatir a Hamás, ¡están bombardeando barrios de Gaza! Es como si en España el gobierno de turno, para combatir en su día el terrorismo de ETA, hubiera bombardeado Bilbao, por ejemplo, o para combatir el independentismo catalán se acabara con la Sagrada Familia de Gaudí, aún inacabada, y con ello no quiero dar ideas a Vox si llegara a gobernar algún día junto con el PP. Ahora el gobierno israelí ha roto hasta con la ONU porque no le han gustado las palabras del secretario general de este organismo un tanto inane, y que lo será mientras no disponga de una fuerza de intervención y mientras 5 países tengan derecho de veto en el Consejo de Seguridad. 

Triste papel también el de la Unión Europea que no es capaz de denunciar el terrorismo de Estado practicado por los nuevos nazis y hasta el propio Pedro Sánchez, a la sazón presidente del gobierno español, ha quedado como radical porque ha pedido que se cumpla la resolución de las Naciones Unidas de hace medio siglo sobre la creación de un estado palestino, además de responder al gobierno de Netanyahu de que no confunda la organización Hamás con el pueblo palestino. Israel y los votantes israelitas vienen dando su voto a partidos que luego permiten formar un gobierno que se comporta con los palestinos como Hitler antaño se comportó contra ellos. Por ello -y como en toda democracia- los ciudadanos tienen una responsabilidad con lo que hacen sus gobiernos, porque tienen –si la tienen realmente- opciones de voto a partidos que no practiquen la venganza y cometan posibles crímenes de guerra. Los votantes israelitas -que han hecho posible el actual gobierno judío- son corresponsales en algún grado de la actuación criminal de su gobierno, y esto vale para todas las democracias.

Triste papel también el de la Unión Europea que no es capaz de denunciar el terrorismo de Estado practicado por los nuevos nazis

No sabemos cómo acabará esto pero que luego no se extrañen los israelitas que hoy viven tranquilos porque están cubiertos con USA, con un ejército muy armado y con la bomba atómica -aunque no deja de ser un ejército de cobardes que son incapaces de enfrentarse con Hamás cuerpo a cuerpo-, que no se extrañen decía que, cuando USA sea sólo un primus interpares, incluso un país de segundo nivel, y cuando Irán tenga la bomba atómica, que no se extrañen decía, que los árabes acaben echando al mar a los judíos porque ahora están comprando papeletas a mansalva para que les toque semejante destino: que luego no vengan con lloriqueos, que diría el fascista Abascal aunque en otro contexto y como heredero del fascismo español. Y es que la venganza no tiene caducidad y se conjuga en plural. Nada de esto es deseable, pero ya no hay vuelta atrás y el gobierno nazi judío actual ha puesto el reloj en marcha de su final arrastrando con ello a su pueblo.

Los nuevos nazis