Para los norteamericanos la adquisición de armas de fuego parece ser tan imprescindible como el papel higiénico. El diario Los Ángeles Times informó ayer que las ventas de armas de fuego se incrementaron exponencialmente en los últimos veinte días en la mayoría de los estados. Según señalan desde ese medio, “existe el temor que la emergencia desate el caos y el descontrol social”.
El pasado fin de semana la tienda Martin B. Retting, una de las más famosas de la capital californiana, envió un mensaje a través de Facebook disculpándose por no poder atender tanta demanda. Según el sitio Ammo.com, que vende balas y municiones por internet, del 23 de febrero al 4 de marzo las transacciones aumentaron un 68% en comparación con los 11 días anteriores.
Una remake de Walking Dead que los estadounidenses amantes de las armas parecen dispuestos a protagonizar
La crisis del coronavirus está demostrando con creces que la ficción puede superar a la realidad. En uno de los capítulos de la temporada 18 de Los Simpson, el jefe de policía de Springfield (Clancy Wiggum. Jefe Gorgory en Hispanoamérica), dispara a mansalva contra los gérmenes que se esparcen sobre la ciudad.
Pero el miedo de los estadounidenses no es tan intenso como los deseos por encontrar los motivos para cumplir el sueño de disparar contra alguien o contra algo. La amenaza ya no es el comunismo, sino el Apocalipsis que tantas veces han presenciado a través de la pantalla. Sobrevivir al caos es la misión; disparar contra el invasor es la tarea. Una remake de Walking Dead que los estadounidenses amantes de las armas parecen dispuestos a protagonizar.
