sábado. 20.04.2024
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Hay mucha información (sensible y confidencial) que está aún en soporte papel, que ya no estará en los Centros de Salud sino almacenada en una nave industrial

La Consellería de Sanidad de Galicia ha ordenado retirar los archivos de las historias clínicas de los Centros de Salud. Así lo están haciendo ya desde hace días en la ciudad de A Coruña. Actualmente, con la informatización de los Centros, las historias de los pacientes están almacenadas en el sistema operativo, por medio del programa Ianus, que puso en marcha el gobierno progresista hace más de una década. Desde entonces la información generada en el Sergas queda archivada y accesible en los ordenadores de la consulta. Pero hay mucha información (sensible y confidencial) que está aún en soporte papel, que ya no estará en los Centros de Salud sino almacenada en una nave industrial. La recuperación parece que será dificultosa: la información acumulada durante décadas puede que sea irrecuperable. También nos podemos preguntar por la protección de los datos clínicos que figuran en esos expedientes. Si no se garantiza esa custodia se estará vulnerando el derecho a la protección de datos personales. ¿Realmente es necesario este traslado? ¿Están las historias clínicas en buenas manos? ¿La empresa encargada de este proceso merece nuestra confianza?

Esta pregunta es pertinente: ¿quién es el responsable de llevar a cabo esta delicada operación? Se trata de Servicio Móvil (antes denominada Severiano Gestión, una antigua compañía de mudanzas), que se convirtió, estos últimos años, en una de las empresas que más contratos firma con el Servicio Gallego de Salud; podría superar el 20% del presupuesto del Sergas. Esta empresa tuvo una gran expansión y en los concursos por toda España se alía con Eulen, de la que es administradora mancomunada Micaela Núñez Feijóo, hermana del actual presidente de la Xunta. Pero Severiano Gestión (ahora Servicio Móvil) ya tiene su historial. Hagamos un poco de memoria. Gestionaba, en 2004, el archivo de historias del Hospital de Pontevedra, cuando un incendio dejó el hospital sin documentación clínica. Estaba encargada, en 2005, de una nave con material de la Consejería de Educación valenciana que también ardió. El informe policial señalaba la posibilidad de que el fuego fuera intencionado.

En 2014 el gobierno de Núñez Feijóo le dio la concesión, por diez años, de un centro logístico para almacenar y distribuir material sanitario por toda Galicia. Esta actividad era realizada por personal del Sergas con la máxima eficacia y sin que hubiera ningún problema. Pero pasó a manos privadas, con un coste de cerca de 100 millones de euros, y ponen a disposición de la empresa una información de gran interés estratégico empresarial. En abril de ese mismo año la Xunta de Personal del hospital de A Coruña denunció en un escrito un “grave desabastecimiento en los laboratorios”[4]. Señalaba carencias en el laboratorio y en el Servicio de Urgencias (“falta de reactivo por desabastecimiento del proveedor”, fue la respuesta recibida por los médicos). Aquel verano cientos de muestras acabaron en la basura por falta de reactivos. En la actualidad el suministro en los Centros de Salud es bastante deficiente. En mi propio Centro tuvimos que “ racionar” los depresores que se usan en la exploración de la boca y la garganta. El historial de esta empresa no es nada ejemplar. Pero sigue teniendo contratos y concesiones públicas, sobre todo en las Comunidades dominadas por el PP.

Esta estrategia, que denominan “ externalización” deja bien a las claras la actuación del PP en el ámbito de la sanidad. Entregó a manos privadas amplias parcelas de los servicios sanitarios: las telecomunicaciones, el almacenamiento y suministro de material, el mantenimiento de los equipos sanitarios, la historia clínica y la receta electrónica, la cita previa (que presta un servicio penoso), el alta tecnología, la investigación clínica e incluso las contrataciones públicas del Sergas. A mediados de 2018 el Sergas firmó un Acuerdo Marco con los hospitales privados de A Coruña, por un montante total de casi 100 millones de euros, para realizar actividad concertada en los próximos cuatro años. De esa manera los centros privados garantizan actividad durante ese tiempo y pueden dimensionar las plantillas en función de una derivacion segura procedente del Sergas. A finales de 2018 el Sergas aceptó pagar 15 millones de euros extra al hospital Povisa de Vigo (por una supuesta deuda en el pago de medicamentos) a mayores de los 75 millones que percibe anualmente por su concierto singular. La Administración le da un trato de favor a este centro, a pesar de las irregularidades señaladas por el Consejo de Cuentas y de tener las mayores listas de espera de toda Galicia.

Para eso hay dinero, pero no para dar respuesta a las demandas más que razonables de los profesionales de los PACs, ni para mejorar la situacion precaria del personal eventual, ni para realizar oposiciones que permitan consolidar a los interinos de larga duración, ni para mejorar las dotaciones de los Centros de Salud. Desvían el presupuesto hacia el sector privado y no hacen nada por mejorar la Sanidad Pública. No es un error: se trata de una actuación planificada para favorecer a ciertas empresas a expensas del dinero público.

PD: SOS Sanidade Pública ha convocado una manifestación en Santiago de Compostela, el domingo, 10 de febrero, en protesta contra en deterioro de la sanidad gallega.

El amontonamiento de las historias clínicas del Sergas