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NUEVATRIBUNA.ES / I.G.C 14.05.2010

La abogada laboralista, política de izquierdas y en su momento destacada militantes antifranquista califica como “fracaso de la Justicia” la causa que se está siguiendo contra Baltasar Garzón, suspendido este viernes de sus funciones por el Consejo General del Poder Judicial.

En conversación con nuevatribuna.es, Cristina Almeida muestra toda su indignación ante lo que ha pasado. Ella ha sido una de las personas que se ha fundido en un abrazo con el juez de la Audiencia Nacional. Garzón ya se había montado en su coche dirección a su domicilio después de que el CGPJ le comunicase que quedaba inhabilitado hasta que sea juzgado por investigar los crímenes del franquismo, cuando ha parado y se ha bajado para saludar a la letrada.

“Ha sido muy emocionante”, dice Almeida, que en tono de suma indignación, califica de “mediocre” e “indeseable” la actuación que está teniendo la justicia con el magistrado. “Se están saltando todos los procedimientos para poder suspenderle, para que deje de tener su plaza”, afirma, y denuncia la urgencia con que se está procediendo “deprisa y corriendo“ y “con mucha inquina”. “Es una vergüenza todo. Yo he luchado por otro proyecto de Justicia”, asegura.

Garzón ha sido inhabilitado sin que el órgano de gobierno de los jueces decida sobre su traslado a la Corte Penal Internacional. Almeida cree que el hecho de que el CGPJ haya decidido suspenderle por unanimidad lleva aparejado la “compensación” de dejarle marchar a La Haya. “Esa es la negociación”, aventura. De todas formas –añade- “si va a La Haya, va por derecho propio”.

A juicio de Almeida, la Justicia está actuando contra Garzón por “envidia”, a la que han dado –dice- “forma procesal”. Es “insólito” y “están actuando con hipocresía”, afirma. Sin embargo, esta abogada que llama al sindicato ultraderechista Manos Limpias, “manos sucias, porque ensucian todo lo que tocan”, se muestra optimista en que al final triunfará la verdad: “Ahora puede ganar la miseria pero al final va a ganar la verdad”. Así se refiere al proceso contra Garzón sobre el que se muestra confiada en que, aunque las máximas instancias judiciales de España no le den la razón, sí lo haga el Tribunal Europeo. “Vamos a ganar” concluye.

"Ahora puede ganar la miseria pero al final va a ganar la verdad. Vamos a ganar"