viernes. 29.03.2024
francia

Francia es el país Europeo más golpeado por el terrorismo yihadista. Desde el  2015 han muerto 246 personas en diferentes atentados en el territorio francés

La elección del lugar no fue oficiosa pues dentro de las 32 medidas presentadas se incluye otorgar a la DGSI, dirigida por Laurent Nuñez y bajo el ministerio del Interior de Gerard Collomb, la dirección operativa de la lucha contra el terrorismo de acuerdo con la misión estratégica de coordinación del Centro Nacional de  Inteligencia y de Lucha contra el Terrorismo CN-RLT, cuyo director es Pierre de Bousquet de Florian. Esta dirección operativa pretende garantizar una mayor coordinación operativa en el campo de la información, las investigaciones judiciales y en el área de la cooperación internacional en materia antiterrorista. En la actualidad, según el propio Philippe, se esta reforzando, dentro de la DGSI, “las estructuras de vigilancia, alerta y coordinación” en la que estarían presentes todos los servicios antiterroristas. La DGSI deja de ser tan hermética al desembarcar dentro de ella personal de otros servicios al tiempo que cobra mayor importancia.

Francia es el país Europeo más golpeado por el terrorismo yihadista. Desde el  2015 han muerto 246 personas en diferentes atentados en el territorio francés. Desde enero del 2017 las fuerzas antiterroristas han frustrado 25 ataques. El desarrollo y ejecución de un atentado, tenga este éxito o no es una fuente de información capaz de generar conocimiento y es la razón por la que el Plan incluye la creación de una unidad multi agencia que estudiara los perfiles de autor, factores y pautas de actuación. El CN-RLT se encargara de diseñar e implementar un método de retroalimentación que combine a  todos los servicios involucrados. Esta unidad llevará a cabo un estudio sobre las características comunes de los autores de los diferentes atentados o intentonas de atentado con el fin de identificar criterios objetivos de peligrosidad en individuos radicalizados e informar de los procesos que subyacen entre la radicalización y el atentado. Tal y como dijo Laurent Nuñez de la DGSI “todos los servicios están ya trabajando en el tema, pero se trata de poner en común nuestras fuerzas” pues “no es una tarea fácil”. Si ahora mismo ya se tiene un conocimiento considerable sobre el proceso de radicalización, parece necesario incidir en el momento en el que la radicalización da paso a la acción.

Se estima que el número de radicales que suponen una amenaza para el Estado por su grado de radicacalización gira en torno a los 10.500

Al menos hasta el 1 de junio, las prisiones francesas tenían 506 sujetos encarcelados por actividades relacionadas con el terrorismo y 1109 sujetos que condenados o en espera de juicio por de delitos comunes  se han radicalizado dentro de prisión. Para finales del 2019, 450 de ellos saldrán de prisión y muchos de ellos seguirán siendo una amenaza. Aproximadamente el 10% de los detenidos por terrorismo (48) y más del 30% de los detenidos por delitos comunes (402). De ahí la necesidad de crear una unidad permanente dentro de la de Unidad de Coordinación de Lucha contra Terrorista UCLAT para monitorear a quienes  están en prisión como a aquellos que la abandonan y cuya peligrosidad variara en función del perfil, a fin de prevenir y anticipar  cualquier efecto pernicioso que su salida de prisión pudiese acarrear a la seguridad. Es evidente que todos los planes son ambiciosos, pero recientemente ha habido una huelga de los funcionarios de prisiones, cuestión que muestra la realidad de “el estado de las tropas”, “exhaustas” tal y como declaro en prensa Alain Chouet, antiguo miembro de la Dirección General de Seguridad Exterior.

Se estima que el número de radicales que suponen una amenaza para el Estado por su grado de radicacalización gira en torno a los 10.500. De ahí que se este evitando  el acceso a armas de fuego de estos sujetos, monitorizando especialmente a aquellos sujetos que presenten problemas mentales y sistematizando las medidas de expulsión contra aquellos que no poseen  la nacionalidad francesa habida cuenta de la imposibilidad de retirar la misma. Y es que la monitorización de estos sujetos es esencial. Ya desde 2017 que se han venido publicando algunos decretos que permiten la consulta simultanea en el marco de investigaciones relacionadas con la seguridad de archivos y bases de datos provenientes de diversas agencias y cuerpos. En lo que respecto a los individuos radicalizados estos son incluidos en los  FSPRT, luna suerte de base de datos de sujetos radicalizados creado en 2015 por Manuel Valls. Los FSPRT son  una herramienta básica de trabajo para los servicios antiterroristas y son supervisados de manera descentralizada por los GED, Grupo de Evaluación Departamental bajo la autoridad del Prefecto de los diferentes departamentos de la administración francesa y  que son centralizadas en el Estado Mayor de la seguridad  EMS y El Centro Nacional de Asistencia y Prevención de la Radicalización. CNAPR tal y como se describe en el Plan Nacional de Prevención de la Radicalización.

El plan prevé fortalecer los GED que se reúnen a día de hoy cada 15 días con la presencia de todos los servicios con competencia en materia antiterrorista de manera que los FSPRT vean mejorada “la fiabilidad de la información contenida”. El trabajo de los GED se realizara con la ayuda  de los Alcaldes a los cuales se tendrá informados y que tienen un papel considerable, cosa que parece difícil  que pudiera ocurrir en España.

El plan incluye la creación de una Oficina Nacional Antiterrorista, ya anunciado en diciembre por la ministra de justicia Nicole Belloubet, una suerte de fiscalía antiterrorista con atribuciones para crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra que obviamente requieren técnicas de investigación en consonancia con mecanismo de cooperación internacional. Su creación responder a la necesidad según el plan de tener una fiscalía especializada que realice las labores de acusación desde la investigación hasta el tribunal. Hasta el día de hoy los casos de terrorismo se han llevado bajo del a jurisdicción de una sección especial de la fiscalía de París. Obviamente también se incluye dentro del plan la formación de los magistrados en la lucha contra el terrorismo.

Algunas otras incitativas, pretenden optimizar la contribución del ejército como actualmente lo hacen con el plan  Sentinelle, desarrollar una cultura común de la seguridad en la sociedad o anticipar las amenazas emergentes como son los ataques químicos o posibles ataques con  drones. El plan incide también  sobre los nuevos usos de la tecnocología y la necesidad de realizar un acompañamiento legislativo que vaya parejo a su  evolución.

A nivel europeo el Plan de Lucha Contra el Terrorismo propone fortalecer las capacidades del control fronterizo de la UE, reforzar los dispositivos y capacidad de la protección Civil Europea y el más interesante, promover un registro antiterrorista europeo organizado por Eurojust pero sin poderes operativos. La idea es centralizar la información judicial sobre terrorismo, incluyendo  la identidad de las personas condenadas, así como el de los sospechosos incluidos en las diversas investigaciones en curso. A estas iniciativas debe de sumársele la creación de una Academia Europea de Inteligencia, como no con sede en la Sorbona para el intercambio de experiencias en este campo. El Plan pretende también convertir a la industria europea en un activo a fin de preservar  autonomía y  la seguridad de la Unión y ofrecer una oportunidad para que los fabricantes europeos desarrollen el mercado nacional y comunitario.

Se refuerza la lucha antiterrorista en Francia