martes. 19.03.2024
brexit

En el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo llevamos meses trabajando con las empresas para acompañarlas en un proceso que, incluso en el peor de los escenarios, ha de resultar lo menos perjudicial para sus intereses

El próximo 29 de marzo se producirá, si previamente no se acuerda una prórroga, la retirada del Reino Unido de la Unión Europea. Después de más de cuarenta y cinco años de cooperación y acervo comunitario, el Reino Unido decide, por voluntad popular, abandonar el club europeo. Vaya por delante que la percepción generalizada es que esta salida no es buena para nadie. No lo es ni para las administraciones ni para ciudadanos británicos, pero tampoco lo es para administraciones y ciudadanos comunitarios. Porque, bajo el proyecto europeo, subyace el interés común de sus pueblos y sus personas. Como señaló Jean Monet en una de sus célebres intervenciones: “Haz que las personas trabajen juntas, enséñales que, más allá de sus diferencias y de las fronteras que las separan, existe un interés común”. Resulta complicado pensar que, a pesar de los “brexitiers”, dejemos de compartir ese interés común.

Nos encontramos, pues, en un momento crucial en el que, con independencia de si finalmente encaramos el peor de los escenarios posibles de una salida sin acuerdo, lo importante es que nos preparemos ante la inevitable retirada de un Estado miembro tan importante como es el Reino Unido. El Acuerdo de Retirada es un buen acuerdo, y el único posible, dado que respeta las líneas rojas de Reino Unido y de la UE. No obstante, con o sin Acuerdo, la salida se producirá antes o después, y, si bien todos deseamos y trabajamos por una retirada ordenada y programada, no podemos aplazar las necesarias decisiones para hacer que este proceso sea lo menos lesivo tanto para los intereses de los ciudadanos como para los operadores sociales y económicos de nuestro país.

Nos corresponde a todos limitar los efectos negativos y potenciar los positivos de la salida. No en vano, Gran Bretaña seguirá siendo un socio comercial, turístico e industrial de primer orden. Nuestro país es líder en turismo vacacional, el segundo país del mundo por ingresos y número de turistas internacionales, y el primer destino turístico del Reino Unido, que, a su vez, es nuestro primer mercado turístico. El 21,8% de los viajes al extranjero de los británicos son a España, aportando anualmente más de 17.500 millones de euros de gasto en sus viajes.

No puedo dejar de mencionar que Reino Unido es nuestro tercer cliente comercial, primero para servicios y quinto para bienes, según datos de 2017. Nuestra industria ha demostrado desde hace años que se ha incorporado de manera efectiva a cadenas de valor globales, en las que los productos forman parte de procesos de fabricación integrados e interdependientes, siendo uno de los mayores riesgos el coste y los retrasos como consecuencia de una logística y operativa por paso a país tercero. De hecho, la apuesta de las empresas españolas por la internacionalización está teniendo un impacto positivo y estructural de enorme envergadura en nuestra economía. Hoy, las exportaciones representan más de un 34% del PIB, un porcentaje mayor que el de Francia, Italia o Reino Unido. En estos tiempos en los que la economía internacional se enfrenta a viejos fantasmas de proteccionismo y aislacionismo, nuestro país sigue afrontando sus retos abriendo su economía al exterior. España tiene una economía más abierta, más competitiva, más diversificada y, por tanto, menos vulnerable. Por ello, resulta de vital importancia que el Gobierno mantenga un diálogo fluido y cercano con las empresas españolas que tienen establecidos o que quieren establecer vínculos comerciales con el Reino Unido, para conocer de primera mano sus preocupaciones e inquietudes, y facilitar al máximo su adaptación a los cambios que se avecinan.

Este Gobierno lleva meses preparando la adaptación de España y sus agentes sociales y económicos a la retirada del Reino Unido. En estrecha colaboración con las instituciones europeas y el resto de Estados Miembros, se está trabajando en un plan integral de contingencia ante el Brexit, con un doble objetivo: por un lado, preservar los intereses de los ciudadanos españoles y británicos que, creyendo en el proyecto europeo, ejercieron su derecho a la libre circulación antes de la fecha de retirada; por otro, preservar el normal desarrollo de los flujos comerciales y los intereses económicos de España.

En coherencia con un triple vector de intervención (legislativo, logístico e informativo), en el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo llevamos meses trabajando con las empresas para acompañarlas en un proceso que, incluso en el peor de los escenarios, ha de resultar lo menos perjudicial para sus intereses. En el ámbito normativo, estamos colaborando en la redacción de un marco jurídico transitorio que, por un lado, garantice los flujos de viajeros británicos a nuestro país, así como los servicios asociados a estos viajes, y, por otro, adapte los procesos aduaneros a un intenso intercambio comercial con Reino Unido, en su condición de país tercero. La interoperabilidad aérea y el control de daños asociados a los nuevos trámites en frontera son fundamentales a corto plazo. Este marco normativo ha de basarse en un necesario principio de reciprocidad, supeditado al otorgamiento de un trato recíproco por parte de las autoridades del Reino Unido a ciudadanos y operadores económicos españoles.

La acción logística está dirigida a que la administración española cuente con los medios personales y materiales precisos para afrontar la nueva situación. Sin perjuicio de otros ámbitos, son dos las áreas que concentran la mayoría de las necesidades: En primer lugar, el incremento de las plantillas para normalizar el control aduanero, ámbito en el que el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha incrementado sus dotaciones de la red Soivre -que realiza las inspecciones de calidad y seguridad de los productos en frontera- y va a reforzar los medios personales y materiales del Instituto de Comercio Exterior y de la Oficina Económica y Comercial de Londres, a fin de intensificar el apoyo y asesoramiento a nuestras empresas. El segundo ámbito se centra en las dotaciones extraordinarias de personal para garantizar el ejercicio de los derechos de ciudadanía.

Junto a estas medidas, la Administración General del Estado ha puesto en marcha otras de carácter informativo, como la habilitación de un apartado concreto sobre el Brexit en la página web de la Moncloa, o medidas de coordinación con las Comunidades Autónomas a través de la Conferencia de Asuntos Relacionados con la Unión Europea.

A ello se suman las sesiones informativas desarrolladas por este Ministerio, concretadas en numerosas reuniones con los diferentes sectores, especialmente con los más afectados por el Brexit, y en más de treinta jornadas de trabajo por toda la geografía española. Asimismo, se ha habilitado en la web de la Secretaría de Estado de Comercio un apartado con información útil sobre los planes de contingencia para empresas, que se completará con otra más genérica del Ministerio, con todo lo que tiene que ver con la retirada en su ámbito de competencias. Destaco, igualmente, las ayudas a empresas, especialmente pymes, a través de deducciones en el coste de los servicios personalizados por ICEX a la internacionalización. El objetivo es poder dar a las empresas un servicio más ajustado a sus necesidades, el denominado “cheque Brexit”. Adicionalmente, se dotarán las ayudas anuales para asociaciones y federaciones de exportadores de comercio de mercancías y servicios, que verán incrementada su tarea de información y apoyo a las empresas.

Por último, y en lo relativo al turismo, se intensificarán las campañas de publicidad en medios y canales especializados británicos para tranquilizar al viajero y turoperador de ese país sobre sus decisiones de compra, y así mantener el flujo de turistas. Con todas estas acciones, el Ministerio desea acompañar y apoyar a nuestro tejido empresarial y contribuir a mejorar su preparación ante un evento de la magnitud del Brexit.

Sea cual sea el futuro de las relaciones entre el Reino Unido y España, las empresas españolas han de seguir beneficiándose de las inmensas oportunidades que ofrece este mercado, manteniendo y reforzando, en la medida de lo posible, los vínculos históricos que unen a nuestras dos naciones.

Fernando Javier Valdes

Fernando Valdés Verelst

Subsecretario del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo

Velando por los intereses de las empresas españolas ante el Brexit