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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 22.10.2010

Tres días después de que sorprendiera a propios y extraños con la mayor remodelación de su Gobierno desde que llegó al poder, el secretario general de los socialistas aparecerá ante el Comité Federal convencido de que el PSOE puede reconquistar la confianza de los electores en las sucesivas citas con las urnas. El Comité Federal del PSOE, máximo órgano del partido entre Congresos, respaldará este sábado los cambios introducidos por José Luis Rodríguez Zapatero en el Ejecutivo como "un factor muy importante de renovación y de reforzamiento político" y el acuerdo de estabilidad parlamentaria con el PNV y CC, que " crea condiciones favorables para afrontar la tercera parte de la Legislatura en un marco de estabilidad parlamentaria".

Como ya hizo en su reunión de julio, el Comité Federal volverá a avalar las política de austeridad del Ejecutivo para "equilibrar nuestras cuentas, que se desequilibraron seriamente por el esfuerzo que hubo que hacer para parar los primeros golpes de la crisis y estimular la actividad". Mencionará en concreto la reforma del mercado laboral, la del sistema financiero, la energética, la educativa, la de las pensiones y "el conjunto de reformas del sistema productivo", incluida Ley de Economía Sostenible. "Recuperación y reformas, para acelerarla y afianzarla, forman, pues, el binomio inseparable que define nuestra política para esta etapa", proclamarán los socialistas.

El Comité Federal deberá también aprobar a los cabezas de lista para las elecciones autonómicas y para los municipios de más de 50.000 habitantes. Según el borrador de resolución, los socialistas se proponen hacer "una campaña de explicación, de propuesta de futuro y de debate con los ciudadanos" que, "en términos políticos" y una vez aprobados los candidatos, "empieza ahora mismo".

Otra cosa es el debate sucesorio en torno al líder socialista, que los principales dirigentes del PSOE temen pueda contaminar la andadura del nuevo Gobierno en los próximos meses. El asunto tiene una solución complicada, ya que si Zapatero anunciara con tanta antelación su decisión de repetir en el cartel electoral para 2012, el PP redoblaría su ofensiva contra él. Si el presidente anunciara que no piensa ir de candidato, los movimientos sucesorios dentro del partido desatarían serias tensiones que eclipsarían la propia tarea del nuevo Gobierno. Es por ello que la impresión generalizada es que, de momento, va a ser muy difícil despejar la incógnita.

Tampoco se esperan voces críticas. La mayoría de los dirigentes que en público o en privado presionaron a favor de un cambio de Gobierno se muestran ahora satisfechos de cómo Zapatero ha conducido la remodelación. Incluso aquellas personas que se han visto perjudicadas personalmente por los cambios y pudieran haber interpretado los mismos en clave de vencedores y vencidos, han reaccionado de forma sumamente discreta y prudente.

No obstante, el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha dicho este viernes que hay "muchas" cosas del nuevo Gobierno que le gustan y otras que le gustan "menos", que concretará "donde hay que hacerlo", en el Comité Federal. Está por ver si al presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, le satisface el "cambio de rumbo" que ha ejecutado Zapatero para no ir a la "catástrofe electoral" que el dirigente castellanomanchego auguró hace unas semanas. Y será también la primera vez en la que se vean cara a cara Zapatero y el líder del PSM, Tomás Gómez, después de las primarias del pasado día 3.

Zapatero se examina ante el Comité Federal