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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 12.3.2009

Los nacionalistas vascos querían sondear al presidente sobre la posibilidad de llegar a algún tipo de acuerdo en el País Vasco a partir de su ofrecimiento de un Gobierno estable, centrado en la economía, sin aventuras soberanistas y que garantizara el apoyo a los socialistas en el Congreso de los Diputados. Zapatero, sin embargo, en un tono que fuentes del PNV han calificado de frío, mantuvo su apoyo a López para encabezar el nuevo Ejecutivo autónomo y les dejó claro que tras las elecciones los nacionalistas deben aprender a estar en la oposición en Euskadi.

A pesar de todo, este mismo jueves Juan José Ibarretxe insistía, en declaraciones a Radio Euskadi, en que su partido "seguirá dirigiendo este país, sea desde donde sea", y abogaba por formalizar "una alianza estratégica fuerte" con un gobierno de coalición con el PSE-EE. Han sido sus primeras declaraciones después de la noche electoral del 1 de marzo y en ellas ha considerado que debe formarse un Ejecutivo "fuerte" para afrontar la actual situación de crisis y los principales retos que se presentan.

El candidato del PNV he reivindicado, además, la legitimidad que desde el primer momento se ha atribuido su partido para gobernar con estas palabras: "aquí lo que está claro es que quien ha ganado las elecciones está legitimado para liderar el país y que también está quien ha perdido" porque "es verdad que hay un candidato que ha perdido las elecciones y que quiere ser el lehendakari de este país".

Sea como fuere, todo parece indicar que la balanza de las alianzas del PSE para la investidura de Patxi López se inclina del lado del PP. Tras el primer encuentro mantenido por ambos partidos este jueves, el secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzábal, ha afirmado que existen "bases suficientes para el acuerdo" y "terreno para conseguir un acuerdo estable y fuerte" con el PSE-EE, un acuerdo que, según ha puntualizado, debe quedar plamado "por escrito y firmado".

El dirigente "popular" ha hecho especial hincapié en la necesidad de llegar a compromisos claros para que se produzca un auténtico cambio de política en el País Vasco y no sólo un "cambio de nombre de lehendakari". Pero en ningún momento ha mencionado que se haya hablado de reparto de sillas en el futuro gobierno. Ha utilizado una expresión mucho más ambigua, "fórmulas de gobierno", para explicar algunos de los temas que han tratado las dos delegaciones y ha añadido que "aún queda camino por recorrer". Las reuniones proseguirán la próxima semana.

Zapatero interviene para que el PNV no siga hostigando a los socialistas