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NUEVATRIBUNA.ES - 9.6.2010

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha aprovechado su respuesta a una pregunta de Mariano Rajoy en la sesión de control del Congreso para decir que "no tiene inconveniente" en abordar el debate sobre la composición del Gobierno.

Mariano Rajoy se había quejado, previamente, de que el Gobierno haga caso omiso de las resoluciones que aprueba la Cámara Baja, 22 en total y entre ellas cuatro que instan a la reducción del Ejecutivo como medida "ejemplarizante" en tiempos de crisis económica y de austeridad. Y Zapatero le ha respondido que ambos están de acuerdo en que hay que "racionalizar" las estructuras del Estado y que el Ejecutivo tiene "voluntad" de poder compartir este asunto con todos los grupos parlamentarios, incluido el PP, si se deja "al lado la demagogia" y se "piensa en el interés general".

El PP quiere, concretamente, la desaparición de tres ministerios -Igualdad, Vivienda y Cultura- y de la vicepresidencia tercera, la que desempeña Manuel Chaves. Y esto, a juicio de Zapatero, "en términos de seriedad, no tiene nada que ver con el ahorro". En cualquier caso, el presidente no ha descartado la posibilidad de remodelar y diseñar la estructura más adecuada.

Después, y ante el cúmulo de comentarios y especulaciones que se han producido, Moncloa ha puntualizado que el presidente no se estaba refiriendo a la supresión de carteras ministeriales sino a una reforma de sus estructuras administrativas.

El tiempo dirá en qué queda todo esto porque a poco más de veinte días para que finalice la presidencia de turno de la UE, lo previsible es que Zapatero esté preparándose para tomar medidas una vez que tenga las manos libres. En su propio partido, son muchas las voces que reclaman un Gobierno con mayor peso político, es decir, que sean creíbles en el exterior. Ese perfil es el que hace un par de días reclamaba el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que puso letra a la música que lleva tiempo sonando en los despachos de las autonomías gobernadas por los socialistas.

Por una parte, los 'barones' que tienen citas electorales durante el próximo año temen el efecto adverso que pueda producir el bajón de popularidad de Zapatero. Pero, además, están resentidos con la vicepresidenta económica, Elena Salgado, desde que introdujo en el decreto de reducción del déficit una drástica limitación al endeudamiento municipal sin haber siquiera informado antes, la famosa medida cuya fecha de entrada en vigor tuvo que rectificar Economía después de que el decreto hubiera aparecido publicado en el BOE.

La llave de todos los cambios posibles la tiene, como siempre y como él mismo ha destacado este miércoles, el presidente del Gobierno. Aunque todo apunta a que en julio habrá novedades, hay también quien piensa que Zapatero podría esperar a septiembre, una vez que haya sacado adelante todas las medidas de ajuste que aún tiene pendientes: la reforma laboral, el 'pensionazo' y la reestructuración financiera.

Zapatero admite que tiene en mente más medidas para 'adelgazar' su Gobierno