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NUEVATRIBUNA.ES - 29.10.2009

El PP va camino de convertirse en un partido en descomposición y Mariano Rajoy en un líder de hojalata incapaz de controlar la grave situación interna que atraviesa la formación que preside. La última decisión adoptada suspendiendo de militancia a Ricardo Costa cierra un capítulo más de agravios a la dirección nacional que creyó que dejando enfriar las aguas éstas volverían por sí solas a su cauce. Pero si Valencia está suponiendo para Rajoy uno de sus mayores quebraderos de cabeza (Francisco Camps acata la orden pero alaba la labor de Costa), Madrid ha terminado por darle la puntilla. La pelea por quién ha de presidir Caja Madrid ha derivado en un enfrentamiento sin precedentes entre Esperanza Aguirre y la cúpula del PP.

La semana ha sido de órgano en Génova 13. Desde la planta séptima del edificio de la gaviota azul, el presidente ha asistido a un bombardeo casi continuo en el que no ha quedado títere con cabeza. En su feudo, rodeado de sus fieles marianistas, y con un enfado morrocotudo, el ‘jefe’ se ha mantenido en retaguardia. Gürtel y la Caja le marcan inexorablemente la agenda obligándole a ocuparse de los asuntos de casa con plena dedicación. Rajoy no puede hacer oposición al Gobierno porque la avalancha de titulares con peleas y vendettas en su partido se han convertido en protagonistas de las noticias. La labor parlamentaria pasa desapercibida y los intentos de la portavoz Soraya Sáenz de Santamaría por ‘colar’ otras informaciones no han servido para nada, dado el calibre de las acusaciones que dirigentes de su partido se están lanzando en los medios situando en cabecera la honda crisis por la que pasa el PP.

Ante este panorama, que parece que se le ha ido de las manos a Rajoy, algunas voces han salido a escena para exigir una actuación más contundente también por parte de la secretaria general del PP, (María Dolores de Cospedal, a la que algunos ven cierta "debilidad" sobre todo después de oír afirmar a Costa lo que ella negó tajantemente que fuera secretario general del PPCV.

Mientras algunos ‘barones’ permanecen callados como Alberto Núñez Feijoo, otros no han aguantado más y se han lanzado a pedir públicamente a Rajoy mano dura con los que sacan los pies del tiesto. Aunque sin hacer referencia a Alberto Ruiz-Gallardón y a Aguirre, el presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, se refirió a los "enfants terribles" que "se tiran los trastos a la cabeza porque les gusta o porque están habituados a esto del pulso por el poder, a ver quién puede más en un momento determinado y cualquier motivo de cierta envergadura puede ser propicio para que aparezcan en un forcejeo".

Pero los hay quienes han ido más allá, como el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera que ha amenazado con no volver a presentarse como cabeza de lista en las elecciones de 2011 si no se soluciona el problema en Caja Madrid. Dos llamadas a Rajoy para que actúe sin perder un minuto y devuelva al partido a la tranquilidad.

Por si esto fuera poco, el diputado Manuel Pizarro, fichaje estrella de Rajoy en las últimas elecciones generales, ha dicho lo que la mayoría piensa en estos tiempos de zozobra en el PP. "En cualquier grupo humano es un líder el que va delante y si la procesión no le sigue, usted se va porque entonces no es líder. El líder tiene que ir delante, llevar un secretario general que ponga orden en lo que pase y un motor muy claro que son los principios, los valores y las ideas con los que intente imantar a la sociedad", indicó para advertir que "cuando eso no se hace, el ganado se desparrama". Mensaje a Rajoy pero también a Cospedal.

Y ya para poner la puntilla, José María Aznar dijo que lo mejor para los partidos políticos es tener "un partido, y no varios, un proyecto, y no varios, y si es posible un líder, no varios". El ex presidente del Gobierno también habló de los casos de corrupción destapados en España y advirtió de que "si los dirigentes políticos no reaccionan, habrá un momento, dentro de muy poco, en que no podrán salir a la calle". Además, destacó que España atraviesa una situación de "alto riesgo", y reclamó reformas penales para erradicar la corrupción, porque "hay gente que se ha pasado de lista", y "las responsabilidades políticas no se dirimen ante los tribunales, que juzgan otro tipo de responsabilidades. Los tribunales de justicia no deciden las responsabilidades políticas".

Mientras se van sucediendo opiniones y declaraciones, el asunto de Caja Madrid sigue ocupando el primer lugar en el catálogo de preocupaciones de Rajoy. Llevaba callado varios días, esquivando a los medios, pero este jueves habló alto y claro: "No estoy negociando nada con Aguirre", lo que da cuenta de lo enrocadas que están las posiciones.

Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid utilizaba de nuevo los micrófonos para destacar que Rajoy "no tiene ningún candidato" para presidir la Caja. Aguirre y su guardia de corps siguen mostrando su indignación por la falta de castigo a Manuel Cobo. El secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados decía este mismo jueves que cada vez que leía las declaraciones del vicealcalde más se cabreaba.

Voces que piden cuentas a Rajoy