viernes. 19.04.2024
ZAPATERO EJERCERÁ HASTA EL ÚLTIMO DÍA

Vía libre para Rubalcaba

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha anunciado este sábado que no volverá a ser el candidato del PSOE en las elecciones generales de 2012. Al anunciarlo ante el Comité Federal del PSOE, ha pedido que en la próxima reunión de este órgano, después de las municipales del 22 de mayo, se fije el calendario para realizar las primarias y elegir al candidato. Todas las quinielas apuntan a Alfredo Pérez Rubalcaba como el único con posibilidades de ofrecer una alternativa electoral sólida.

Tras explicar que le había parecido "razonable" anunciarlo con un año de margen para que el candidato pueda forjar un proyecto político y explicarlo, ha pedido a sus compañeros que tengan voluntad integradora una vez haya sucesor, si es que se presentan varias candidaturas, con el objetivo de sumar y de "valerse de todos como mejor forma de servir al partido y a los ideales" que defienden.

Zapatero ha dejado el anuncio para el final de su discurso, que ha centrado en las reformas que considera necesarias hasta el final de la legislatura, y ha dicho que para estas reformas cuenta con el apoyo del partido y que lo hace con la "necesaria autonomía".

Se ha referido entonces a su futuro: "Porque sé que seguiré contando con esta autonomía y con vuestra confianza para ejercerla, creo que hoy puedo abordar con tranquilidad, normalidad, la expectativa abierta sobre mi posición en relación con la candidatura a las elecciones generales".

Ha explicado que va a hacerlo donde siempre ha pensado que debe hacerlo: ante los órganos federales.

Además, ha dicho que cuando había sido elegido en 2004 ya pensaba que dos legislaturas eran el periodo "razonable" al que podía aspirar para estar al frente de España, como le conviene al país y a su propia familia, ha dicho.

Zapatero ha recalcaldo que esa era su convicción hace siete años, y que se ha afianzado en los últimos tiempos al haberle tocado luchar contra la crisis "en primera línea".

"Esa convicción se ha convertido en mi determinación: no voy a ser candidato a las elecciones generales", ha anunciado finalmente después de dar un rodeo con su teoría de los mandatos.

Ha admitido que no hay precedentes "discutibles o consolidados" para realizar un anuncio de estas características, por lo que le ha guiado la responsabilidad personal con su país -ha dicho- y con su partido que es "rigurosamente intransferible".

Zapatero considera que el año que queda de plazo para las generales es razonable y permite al partido "asumir con responsabilidad la puesta en marcha de los procedimientos" para elegir a la persona que encabece las listas en marzo de 2012.

De esta manera, ha dicho, el candidato podrá tener "tiempo suficiente" para forjar un proyecto político para el nuevo periodo y explicárselo a los ciudadanos.

Admite que el mecanismo del "dedazo" simplificaría mucho las cosas, pero precisa que este no es el mecanismo del PSOE ni de la mayoría de la sociedad española.

"Nadie podía esperar de mi una actitud distinta, nunca estuvo en mi ánimo esperar al final ni prolongar indefinidamente el debate de la sucesión sobre mi candidatura", ha aclarado.

PARA QUE LA SUCESIÓN NO DISTRAIGA

El presidente reconoce que no es una decisión fácil de aceptar y habrá opiniones para todos los gustos, pero deja claro que ha querido hacerlo ahora para que no "distraiga" de lo que hay por delante, en referencia a las reformas pendientes y al reto electoral de mayo con las municipales y autonómicas.

Eso sí, ha pedido que se respeten los tiempos y los procedimientos: "Os pido a todos que lo hagamos", ha exclamado, y ha advertido de que la fortaleza del PSOE como partido depende de esos procedimientos y de que los activen cuando corresponda.

En este punto, ha propuesto que sea el primer Comité Federal tras el 22-M el que fije el momento de activar el proceso de primarias, y ha añadido que el candidato que gane las primarias debe tener voluntad integradora "para sumar, para valerse de todos como mejor forma de servir al partido y a los ideales" del PSOE.

Según él, los socialistas pueden sentirse orgullosos de sus procedimientos, y eso implica "pleno respeto y actitud leal con los tiempos, pleno respeto y actitud leal con hecho mismo de la concurrencia de una diversidad de candidaturas si se produce, y pleno respeto y actitud leal con los resultados y pleno respeto y actitud leal por parte del ganador".

La traducción de esto, según él, es "voluntad integradora"; algo que, afirma, él trató de hacer en su momento.

EJERCERÁ HASTA EL ULTIMO DÍA

En su opinión, si el partido actúa así --y deja claro que él se siente responsable de que así sea--, los socialistas sacarán fuerza para ser "más fuertes que nadie en democracia".

Así, se ha mostrado seguro de que el PSOE pueda revalidar la confianza mayoritaria de los ciudadanos y ello dependerá, dijo, "en buena medida de que ahora sigamos concentrándonos en el trabajo que estamos haciendo por el país, desde el Gobierno, pero también desde las CCAA y ayuntamientos que gobernamos y desde lo que podamos gobernar después de las elecciones".

Tras dejar sentado que va a ejercer su responsabilidad como presidente "hasta el final, hasta el último día", cumpliendo con los compromisos que asumió ante los ciudadanos, ha reclamado al partido que se vuelque en las autonómicas y municipales, en las que --ha dicho-- está en juego el estado social del bienestar, el rigor de las cuentas públicas y los servicios públicos, entre otras cuestiones.

Ha dicho alegrarse de que sus compañeros hayan pedido debates en la campaña electoral del 22-M, y les ha pedido que en ellos recuerden siempre la actitud que ha tenido el Gobierno frente a la crisis, mientras el PP tomaba la opción de "apostar" por que ésta derrotaría al Gobierno.

Vía libre para Rubalcaba