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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 10.10.2009

Hacienda recibió el 3 de enero de 2002 una carta anónima de un familiar de una administrativa de la Fundació Orfeó Català-Palau de la Música que alertaba del "alto grado" de corrupción que existía en la institución que presidía el "inefable" Fèlix Millet.

Según consta en el anónimo que aparece recogido en el sumario de 831 páginas del caso, Millet y sus colaboradores operaban con una doble contabilidad y manejaban grandes cantidades de dinero negro para beneficio propio, como cruceros, viajes, Mercedes 500, además de obras y servicios que obtenían para sus viviendas y residencias particulares y eran camufladas en facturas a cuenta de la fundación.

"Me horroriza pensar el expolio que sufriremos los contribuyentes con las grandes obras que en breve van a realizar", dice el escrito en referencia a la remodelación del Palau, que finaliza con una petición a Hacienda para que tome las medidas oportunas para descubrir toda esta "mafia" y "hacer justicia".

Según recoge el sumario, dicha denuncia no dio lugar en su momento, y tras su examen inicial, a unas actuaciones de investigación más profundas dados su carácter anónimo, su falta de justificación, así como su "escasa trascendencia fiscal". Ahora, no obstante, con los datos obtenidos, Hacienda reconoce que sí parece relevante el escrito.

De hecho el caso se empezó a investigar cuando inspectores de Hacienda descubrieron movimientos sospechosos de grandes cantidades de billetes de 500 euros en cuentas de las entidades.

OTRA CARTA ANÓNIMA

En otra carta anónima, esta vez remitida al juez sólo un día después del registro del Palau, una persona que asegura haber trabajado muchos años en la institución dice que Millet y Montull incluso utilizaron dinero de las entidades para "encuentros sexuales" en un piso propiedad de Montull cercano al Palau. El remitente, que mantiene su anonimato por "temor a represalias", también acusa a Millet de "acoso a empleadas", a las que nombra.

Por otro lado, dice que varias empresas, que también nombra, falsificaron facturas ayudando al desvío de grandes sumas de dinero, y que durante las campañas electorales "desde el Palau se ayudó a distintos partidos políticos, también con recursos de la Fundación y siempre a cambio de favores".

Otra de las irregularidades eran los "sueldos astronómicos, en algunos casos en negro, que pagaban a familiares directos, y los viajes a paraísos fiscales como Andorra, Suiza o las islas Maldivas. Estas prácticas, según el denunciante se realizan desde el año 1991, con la primera remodelación del Palau de la Música, aunque "se han intensificado en los últimos diez años".

Un anónimo alertó a Hacienda en 2002 del "alto grado" de corrupción en...