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NUEVATRIBUNA.ES 11.02.2010

El fantasma de la conspiración político-mediática contra el ex alcalde de Parla parece tener de claro protagonista de cabecera al diario El País. Este periódico, tradicionalmente defensor de las tesis socialistas apoya al PSOE a nivel nacional pero bombardea –o en todo caso ignora a las claras- al partido en Madrid. La guerra lleva fraguándose desde hace meses pero ahora ha estallado con toda intensidad después de trascender las críticas y lamentaciones hechas por Tomás Gómez en los encuentros vecinales que está celebrando en las últimas semanas por barrios y municipios de la región.

El secretario general del PSM, cuya candidatura Ferraz se resiste a proclamar, dice estar “cansado” de El País, que por no sacarle no le saca ni los trapos sucios. La información aparecida este miércoles en El Mundo a doble página recogiendo las críticas de Gómez a la prensa en general y en particular a Telemadrid y al diario del Grupo Prisa no han pasado desapercibidas en los círculos socialistas madrileños. El que fuera el alcalde más votado de España denuncia que la mayoría de los medios están “vendidos” al régimen de Esperanza Aguirre y tan sólo las radios se salvan de la quema, incluida la COPE, que según el círculo cercano a Gómez se está portando bien con ellos.

Los comentarios, recogidos por algunos periodistas que han asistido a esos encuentros ciudadanos donde no se permite la entrada a gráficos, no sólo son sumamente atrevidos sino también desafiantes. No es la primera vez que Gómez provoca a los medios. Sus “rabietas” –a decir de algunos- le han costado alguna que otra rebelión entre los plumillas que habitualmente cubren la información de Madrid. Pasó en junio de 2009, cuando en una rueda de prensa, los periodistas se quejaron abiertamente de las formas autoritarias del parleño y hasta la periodista de El País alzó la voz: “yo soy de El País, por si le interesa”, le espetó.

Desde entonces las cosas no han ido a mejor. En la Convención Madrid Ciudad celebrada en octubre del año pasado, el PSM se llevó no pocos golpes propinados por el diario “progre” (tal y como lo califica Gómez). En una extensa información se criticaba su gestión al frente del partido y se cuestionaba su liderazgo. ¿Las razones?: el asunto de Caja Madrid y su estrategia política en la Asamblea, donde no tiene escaño y donde empiezan a alzar la voz enemigos surgidos de sus propias filas como la recientemente creada corriente crítica ‘Socialistas por el Cambio’ encabezada por el diputado autonómico César Giner.

Y mientras El País silencia a Gómez, el periódico no pierde oportunidad de dar publicidad a estas voces críticas como cuando se presentaron oficialmente hace unos días en un acto que se vendió a este diario como una gran exclusiva. En el equipo de Gómez tampoco daban crédito a cómo se cubrió el último comité regional donde algunos dirigentes como Óscar Blanco o Javier Gómez acusaron al líder de llevar el partido a la deriva y se puso “al mismo nivel” de declaraciones a la portavoz parlamentaria Maru Menéndez y al citado diputado regional Blanco que para la dirección del PSM “no pinta nada”.

La celebración de primarias –que postulan los críticos- con la cada vez más posible presentación de una candidatura alternativa es otro de los problemas que se le presentan a Gómez. Éste sigue teniendo el apoyo personal de José Luis Rodríguez Zapatero, de Leire Pajín y de Manuel Chaves, pero entre sus detractores figuran Alfredo Pérez Rubalcaba y el todopoderoso José Blanco cuyas relaciones con la actual ejecutiva del PSM no son nada buenas. Ni qué decir del mosqueo del ‘número dos’ de Ferraz por las declaraciones de Gómez pidiendo a Zapatero que diga claramente que se va a presentar en 2012.

Pero el malestar en el equipo de Gómez con Pepiño Blanco se intensificó por el continuo “puenteo” del vicesecretario general del PSOE durante los meses de negociaciones en Caja Madrid que abrió una brecha difícil de cerrar a día de hoy. Blanco no apoya al líder del PSM como candidato y esas dudas quizá hayan determinado la dilación de Ferraz por hacer oficial el nombramiento. A ello se une las buenísimas relaciones del ministro de Fomento con el Gobierno de la Comunidad de Madrid hasta el punto de algunos le han señalado como “el mejor candidato del PSM”.

El desgaste que supone para Gómez no ser aún candidato y el continúo machaqueo de los medios con esta cuestión quizá le hayan hecho perder los nervios. Sin embargo él se defiende justificando que sus palabras respondían a los requerimientos de algunos ciudadanos que en sus reuniones vecinales se han quejado de la poca presencia que tiene en los medios, en particular por el periódico que lidera a la izquierda pero que también mima y mucho al popular Alberto Ruiz-Gallardón.

Así que el juego político-mediático está servido y detrás, quién sabe, las manos que mueven los hilos y que a su vez intentan moverle la silla a Gómez pueden incluso ser del PSOE. Por lo visto y oído no parece difícil de creer.

Tomás Gómez, ¿víctima de una conspiración...