sábado. 27.04.2024
NUEVATRIBUNA.ES - 2.3.2009

La victoria de Galicia le permite acallar esas voces y afrontar con mucha más tranquilidad la segunda gran prueba pendiente: las elecciones europeas.

El PP, además, ha llevado adelante la campaña en medio de la investigación por la supuesta trama de corrupción que contrataba con administraciones gobernadas por el PP, y que ha supuesto la dimisión de tres dirigentes populares, y de la continua sangría de nombres de presuntos implicados a la espera de que el juez instructor, Baltasar Garzón, levante el secreto del sumario.

El propio Rajoy lo reconoció anoche, aunque sin mencionarlo, al asegurar, una vez conocidos los resultados de Galicia y el País Vasco, que tanto Antonio Basagoiti como Alberto Núñez Feijoo, han hecho "una extraordinaria campaña" en "circunstancias "difíciles" y han sabido "sobreponerse" a la dificultad.

El caso es que el líder popular también puede anotarse el éxito como propio puesto que sobre todo por lo que se refiere a la campaña gallega ha puesto toda la carne en el asador, instalándose prácticamente en Galicia durante los quince días que ha durado. A ello hay que sumar los más de 7.000 kilómetros recorridos en la comunidad e incluso el vídeo de cierre de campaña en el que todo el tiempo aparecía Mariano Rajoy y apenas se veían un par de imágenes del candidato popular a la Xunta, Alberto Núñez Feijoo.

El hecho de que el PSOE también haya involucrado a sus principales dirigentes en la campaña le da a Rajoy una importante baza en su tarea de oposición. La traducción apresurada de la derrota de Touriño puede llevar a concluir que la crisis económica empieza a pasar factura a Zapatero y eso puede dar suficiente oxígeno al líder de la oposición para defender sus recetas en Galicia y a nivel nacional.

Génova, sin duda, interpretará estos resultados como el principio del fin de la era Zapatero y como el espaldarazo que necesita para empezar a recuperar la Moncloa en 2012. Los comicios gallegos se han presentado, en buena medida, como una batalla entre Rajoy y Zapatero y la conclusión es que el líder socialista sufre una de sus primeras derrotas después de haber ido incrementado sus resultados electorales en los últimos nueve años.

De momento, lo que queda claro es que Mariano Rajoy afianza su liderazgo y despeja muchas dudas sobre quien será el candidato del PP en las próximas generales.

Rajoy gana, los críticos pierden