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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 8.3.2009

En cuanto a si los partes del espionaje en Madrid son falsos o erróneos, como este domingo aseguraba el diario El Mundo, habrá que confiar en la investigación judicial promovida por las denuncias de algunos de los supuestos implicados. Por lo que se refiere a la investigación parlamentaria, la oposición tiene fundados temores de que el PP quiera cerrarla en falso con la comparecencia del consejero de Justicia e Interior, Francisco Granados, prevista para el miércoles.

La portavoz del Grupo Socialista en la Asamblea de Madrid, Maru Menéndez, aseguró que tanto "si la comisión acaba o no el miércoles, conseguiremos averiguar y esclarecer los hechos aunque desde un punto de vista democrático sería muy grave que la cerrasen por la imposición del PP". La socialista contestaba así a las declaraciones del portavoz popular en la Asamblea de Madrid, David Pérez, para quien las acusaciones de espionaje se "desmontan" al quedar demostrada la "falsedad" de los partes de seguimiento. Pérez no hacía sino dar por sentada la veracidad de la información publicada por El Mundo, en la que se explicaba que tras un seguimiento de la agenda del ex vicepresidente segundo del Ejecutivo regional, Alfredo Prada, durante los días en que presuntamente fue espiado, se comprobó que varios informes le situaban "en lugares en los que no estuvo, al menos en las fechas y horas reseñadas".

"De nueve partes, tres son falsos (dos de Prada y uno de la diputada Carmen Rodríguez Flores). Otros tres contienen datos erróneos y los tres últimos son irrelevantes porque sólo reflejan desplazamientos del domicilio al trabajo o a la sede del PP y viceversa", sostiene El Mundo.

Para Menéndez, las declaraciones del portavoz popular no son más que "argumentos que busca el Partido Popular para acabar con una comisión que nunca quisieron, a la que pusieron todo tipo de cortapisas y bloqueos, con lo que han manifestado una absoluta falta de transparencia y de voluntad para esclarecer los hechos". El punto y final de la comisión de investigación que se desarrolla en la Asamblea de Madrid es temido por los socialistas desde el viernes cuando, como recordó Maru Menéndez, "a la hora de establecer las comparecencias de los próximos días el PP impuso que el miércoles sólo lo hiciera el señor Granados".

A las declaraciones de Menéndez hay que añadir que ni todas las cortapisas ni todos los controles que el PP ha pretendido imponer a la Comisión han evitado que un ex consejero de Gallardón y actual concejal, Pedro Calvo, dejara caer en su comparecencia que habían sido los actuales responsables de la consejería de Interior quienes habían utilizado una estructura diseñada con otra finalidad para cometer ilegalidades. No es de extrañar, por lo tanto, que los "populares" quieran evitar a toda costa que se prolongue el espectáculo del enfrentamiento entre los distintos bandos que hay dentro del partido.

La portavoz socialista insistió en el que los madrileños quieren saber lo ocurrido, "cómo esta lucha interna en el PP, en el que se vigilan unos a otros, se ha trasladado a las instituciones mezclando la red de seguimientos con elementos relacionados muy posiblemente con la trama de corrupción económica (que investiga el juez de la Audiencia Nacional dentro de la operación "Gürtel").

Quizá sea errónea, pero no falsa