nuevatribuna.es
21 de diciembre de 2009, 9:35
NUEVATRIBUNA.ES / ISABEL G. CABALLERO 21.12.2009
A los dirigentes del PP se les ha acabado aceptar regalos de lujo. Así lo estipula el nuevo Código de Buenas Prácticas que este lunes fue aprobado por el Comité Ejecutivo Nacional. El partido de Mariano Rajoy quiere transmitir a la ciudadanía una imagen ejemplarizante de la vida política después de conocidos los escándalos por la trama de corrupción Gürtel, dos de cuyas terceras partes del sumario siguen aún secretas.
La dirección del PP despide un año amargo por las corruptelas que afectan a algunos dirigentes del partido pero dulce en cuanto a estimación de voto ya que los sondeos siguen reflejando una tendencia al alza y a la baja del PSOE.
En rueda de prensa tras la ejecutiva, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal y la responsable de Organización, Ana Mato, presentaron a los medios un código ético que sustituirá al creado por José María Aznar en 1993. Un documento que nace como un “compromiso de autoexigencia” más allá de los requisitos que marca la ley y que se traduce en que todos los dirigentes que tengan un puesto de responsabilidad en el partido (la mayoría de las instituciones ya obliga a hacer pública la declaración de bienes de cargos públicos y electos) rindan cuentas ante la formación a la que pertenecen y en la que están en nómina.
El objetivo es evitar que comportamientos éticamente cuestionables o reprobables así como los que puedan ser penados por la ley afecten a la “imagen y honorabilidad” del PP. En este sentido, se exigirá una declaración jurada o ‘carta de compromisos’ que se actualizará cada dos años y que se hará pública a través de la web corporativa. La carta ha de estar formalizada antes de acceder a un cargo por lo que este instrumento se pondrá a pleno rendimiento en las próximas citas electorales ya que todos los miembros de una candidatura o lista electoral se verán obligados a firmar dicho documento.
Los que sí lo harán desde enero de 2010 serán los dirigentes que tengan un cargo ejecutivo en el PP, desde Rajoy, pasando por los vicesecretarios, secretarios generales, etc. El Comité aprobó el nombramiento del ex ministro José Manuel Romay Beccaría como “Auditor de Prácticas Internas” quien será el encargado de custodiar la ‘carta de compromisos’ a través del Comité de Derechos y Garantías.
El Código, que también obliga a auditar anualmente las cuentas del PP, refuerza las exigencias de incompatibilidad (si bien ya están previstas en las leyes) y es mucho más estricto con los contratos adjudicados por las administraciones públicas gobernadas por el PP que tendrán un trámite más transparente y atenderán siempre “al criterio de la oferta económica más ventajosa”.
Especial atención se hace al capítulo de los regalos. Para evitar dispendios como los ocurridos en Valencia o Madrid a raíz de la trama orquestada por Francisco Correa, se informará a los proveedores de que no podrán realizar “atenciones” a favor de miembros del partido a los que queda tajantemente prohibido aceptar regalos que no respondan “a los usos y costumbres sociales”.
Mato se encargó de precisar que elenco de obsequios están dentro del “sentido común” y, aprovechando la Navidad, recordó que se podrán recibir “turrones, polvorones, cajas de naranjas de Valencia o vino de La Rioja”, y hasta “ramos de flores” si se precia. Sin querer citar los que puedan considerarse como regalos caros, obviamente pudo hacer referencia, por ejemplo, a los trajes de marca de Francisco Camps, relojes o coches de lujo.
Precisamente el ex marido de la vicesecretaria de Organización del PP y ex alcalde de Pozuelo Jesús Sepúlveda se ha visto envuelto en un escándalo por recibir un coche de la marca jaguar de la trama de Correa, si bien él siempre ha negado que se tratara de un regalo.
Lo que no queda claro es cómo va a actuar el PP con casos tan sonados como el del presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, imputado por varios delitos de corrupción; y en qué momento suspenderá de militancia a un dirigente (¿Cuándo esté imputado?) si bien Mato quiso dejar claro que su partido siempre defenderá la “presunción de inocencia”.
A los dirigentes del PP se les ha acabado aceptar regalos de lujo. Así lo estipula el nuevo Código de Buenas Prácticas que este lunes fue aprobado por el Comité Ejecutivo Nacional. El partido de Mariano Rajoy quiere transmitir a la ciudadanía una imagen ejemplarizante de la vida política después de conocidos los escándalos por la trama de corrupción Gürtel, dos de cuyas terceras partes del sumario siguen aún secretas.
La dirección del PP despide un año amargo por las corruptelas que afectan a algunos dirigentes del partido pero dulce en cuanto a estimación de voto ya que los sondeos siguen reflejando una tendencia al alza y a la baja del PSOE.
En rueda de prensa tras la ejecutiva, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal y la responsable de Organización, Ana Mato, presentaron a los medios un código ético que sustituirá al creado por José María Aznar en 1993. Un documento que nace como un “compromiso de autoexigencia” más allá de los requisitos que marca la ley y que se traduce en que todos los dirigentes que tengan un puesto de responsabilidad en el partido (la mayoría de las instituciones ya obliga a hacer pública la declaración de bienes de cargos públicos y electos) rindan cuentas ante la formación a la que pertenecen y en la que están en nómina.
El objetivo es evitar que comportamientos éticamente cuestionables o reprobables así como los que puedan ser penados por la ley afecten a la “imagen y honorabilidad” del PP. En este sentido, se exigirá una declaración jurada o ‘carta de compromisos’ que se actualizará cada dos años y que se hará pública a través de la web corporativa. La carta ha de estar formalizada antes de acceder a un cargo por lo que este instrumento se pondrá a pleno rendimiento en las próximas citas electorales ya que todos los miembros de una candidatura o lista electoral se verán obligados a firmar dicho documento.
Los que sí lo harán desde enero de 2010 serán los dirigentes que tengan un cargo ejecutivo en el PP, desde Rajoy, pasando por los vicesecretarios, secretarios generales, etc. El Comité aprobó el nombramiento del ex ministro José Manuel Romay Beccaría como “Auditor de Prácticas Internas” quien será el encargado de custodiar la ‘carta de compromisos’ a través del Comité de Derechos y Garantías.
El Código, que también obliga a auditar anualmente las cuentas del PP, refuerza las exigencias de incompatibilidad (si bien ya están previstas en las leyes) y es mucho más estricto con los contratos adjudicados por las administraciones públicas gobernadas por el PP que tendrán un trámite más transparente y atenderán siempre “al criterio de la oferta económica más ventajosa”.
Especial atención se hace al capítulo de los regalos. Para evitar dispendios como los ocurridos en Valencia o Madrid a raíz de la trama orquestada por Francisco Correa, se informará a los proveedores de que no podrán realizar “atenciones” a favor de miembros del partido a los que queda tajantemente prohibido aceptar regalos que no respondan “a los usos y costumbres sociales”.
Mato se encargó de precisar que elenco de obsequios están dentro del “sentido común” y, aprovechando la Navidad, recordó que se podrán recibir “turrones, polvorones, cajas de naranjas de Valencia o vino de La Rioja”, y hasta “ramos de flores” si se precia. Sin querer citar los que puedan considerarse como regalos caros, obviamente pudo hacer referencia, por ejemplo, a los trajes de marca de Francisco Camps, relojes o coches de lujo.
Precisamente el ex marido de la vicesecretaria de Organización del PP y ex alcalde de Pozuelo Jesús Sepúlveda se ha visto envuelto en un escándalo por recibir un coche de la marca jaguar de la trama de Correa, si bien él siempre ha negado que se tratara de un regalo.
Lo que no queda claro es cómo va a actuar el PP con casos tan sonados como el del presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, imputado por varios delitos de corrupción; y en qué momento suspenderá de militancia a un dirigente (¿Cuándo esté imputado?) si bien Mato quiso dejar claro que su partido siempre defenderá la “presunción de inocencia”.
