martes. 23.04.2024
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Los vigentes modelos de participación ciudadana en general y de participación política en particular han hecho agua. Es un lugar común en los programas electorales del 20-D proponer el fomento de una ciudadanía más activa. También defender, si bien de forma ambigua, el ensayo métodos inclusivos para encontrar una nueva legitimidad que vincule a una sociedad cada vez más indignada y desafecta con sus élites y el propio modelo de organización social. 

Desde el 15M no puede hablarse en los mismos términos de participación. Se ha producido una reactivación de movimientos sociales de carácter alternativo, con metodologías horizontales y una ruptura del modelo de élites plurales pero cerradas que caracterizó la política desde la Transición. La aparición de nuevas exigencias de participación de sujetos tradicionalmente excluidos (personas con diversidad funcional, sin hogar, en situación de prostitución, migrantes, jóvenes, familias monoparentales, aquellas que han sido víctimas de la crisis, que han sufrido desahucios, etc.) impone alteraciones en el statu quo de la participación social.

En este artículo se intentan caracterizar las propuestas participativas que aparecen en los programas electorales de los partidos “más representativos”. Para decidir a cuáles incluir hemos tomado como referencia el avance de resultados del estudio 3117 Preelectoral, “elecciones generales 2015” elaborado por el CIS.

Para empezar podemos decir que el empleo del término participación en los programas políticos de las referidas formaciones es bastante impreciso, equívoco y polisémico. Sin embargo, podemos encontrar fundamentalmente dos categorías en sus significados: participación política y participación social.

Por participación política se entendería la forma en que se construye la comunidad política. Iría desde una participación entendida como mera delegación y representación por medio del voto, hasta la construcción de cauces de democracia directa, pasando por propuestas de democracia deliberativa que incluyen metodologías de toma de decisiones políticas desde la sociedad y no sólo desde las instituciones.

La participación social abarcaría desde las clásicas formulaciones de la “sociedad civil” por medio de organizaciones más o menos controladas (agentes sociales, iniciativas asociativas, entidades empresariales, actores económicos, familia., etc), pasando por fórmulas intermedias de asociacionismo, fomento de un tercer sector, etc., hasta la auto-organización más horizontal de la gente para la construcción de sus alternativas o reivindicación de sus luchas.

A su vez, las metodologías de participación permiten al menos tres enfoques diferenciados:

  1. Una participación entendida como delegación, mediada por representantes.
  2. Una participación cooptada, entendida como corresponsabilidad y organizada desde instituciones sociales más o menos formales
  3. Una participación entendida como impulso a la auto-organización de la gente para la toma de iniciativas o resolución de problemas que les afecten

Combinando estas dos dimensiones podemos establecer los seis enfoques de participación que se recogen en la siguiente tabla y en torno a los cuales y en función del análisis de sus programas hemos situado a los principales partidos que concurren a las elecciones del próximo 20-D.

 

Enfoque de la participación

 

Delegativa

Cooptada

Auto-organizada

 

Tipo de participación

 

Política

PP

Ciudadanos

PSOE

PSOE

En Marea

Podemos

IU-Unidad Popular

En común Podem

Compromis-Podemos_Es el moment

Podemos

 

Social

PP

Ciudadanos

Podemos

I.U-Unidad Popular

PSOE

En Marea

Compromis-Podemos_Es el moment

IU-Unidad Popular

En Común Podem

 

Fuente:  elaboración propia.

A continuación describimos cómo se sitúan los citados las categorías propuestas:

P.P: Mantiene una visión de la participación inmovilista. Manifiesta una tendencia restauradora en sus medidas de saneamiento de la política y un acusado conservadurismo en su visión tanto de la sociedad como de la participación social. Apuesta por cauces formales, burocráticos e institucionales que sirven de correa de transmisión de las decisiones de los partidos. Agentes de su modelo participativo son las familias, las PYMEs, los sindicatos y patronales empresariales, las organizaciones de consumo y los profesionales. Se excluye cualquier medida de democracia abierta y de permeabilidad de los marcos institucionales a las reivindicaciones sociales.

Ciudadanos: El término participación lo utiliza poco. En la política se refiere a democracia representativa y propone medidas de regeneración democrática (transparencia, rendición de cuentas, etc.). En la social entiende que ésta debe realizarse por medio de los tradicionales agentes sociales y de asociaciones. Plantea que a largo plazo debe excluírselas de subvenciones públicas y hacer que se financien desde la sociedad. Propone programas de sensibilización en la participación, voluntariado, ley de mecenazgo, y considera al tercer sector imprescindible para lograr la cohesión social.

PSOE: En líneas generales su modelo de participación es delegativo y centrado en la interlocución de las instituciones con los agentes sociales y asociaciones. Se muestra receloso de la reivindicación social de los movimientos de base. Mantiene, sin embargo, principios y apuestas por una democracia abierta en el ámbito político y por la inclusión de cauces de diálogo entre instituciones y ciudadanía. En lo social siguen manteniendo una acusada tendencia a entender las organizaciones sociales como actores secundarios y meras correas de transmisión de los partidos.

En Común Podem: Es el programa que más nítidamente vincula la participación con un nuevo modelo de organización social que parta de las iniciativas de la gente. Muestra una amplia tendencia a la auto-organización. Propone mecanismos de democracia directa y control de las instituciones desde la ciudadanía. Especifica sectores sociales y económicos donde ésta debe ser horizontal y democrática, así como colectivos específicos (jóvenes, mujeres, personas en situación de desempleo, viviendas, etc.). Propone establecer fórmulas de participación y deliberación.

IU-Unidad Popular: Establece propuestas que se han considerado de democracia deliberativa, en las que pone mucho énfasis y denomina “democracia participativa”. En cuanto a lo social, entiende la participación desde una tendencia más horizontal y de base. En concreto mantiene medidas de descentralización de la gestión política, otras para la apertura de las instituciones a la ciudadanía y consagrar por ley los derechos de participación política de los ciudadanos. Igualmente apuesta por fomentar la participación democrática en todos los niveles educativos.

Podemos: En cuanto a la apuesta política mantiene una propuesta mixta, con una serie de argumentos que la sitúan en el marco de la democracia deliberativa, pero también con otras que vinculan e integran fórmulas de democracia directa, como la revocatoria de mandato, las consultas vinculantes, los vetos ciudadanos, etc. En cuanto a su visión de la participación es igualmente mixta, apostando por propuestas novedosas de democracia como auto-organización junto con otras que siguen aferradas a la idea de agentes sociales y cauces asociativos burocratizados.

Compromis-Podemos-Es el momento: Presenta un programa similar en cuanto a participación al de En Común Podem. Habla de la participación horizontal y activa, y de la creación de nuevos espacios de participación, como la economía social, la participación ciudadana en la cultura, la participación de mujeres en el ámbito público, etc. Propone implantar instrumentos de participación ciudadana en la planificación, toma de decisiones, ejecución y gestión de las políticas públicas.

Las propuestas de los partidos abren un nuevo escenario en los mecanismos de regeneración política y prometen reformas para atajar la corrupción y someter a control y rendición de cuentas la gestión política.

A nuestro juicio quedan por ensayar nuevas fórmulas para que la participación ciudadana, en el ámbito social y también en el político, sea de mayor calidad, permita una mayor participación directa de la ciudadanía en el diseño de las políticas públicas, y consiga mayor horizontalidad. Se echa en falta, en este aspecto, mayor audacia en la mayor parte de los programas políticos.


Gracia Escalante y Andrés Arias
Programa de Doctorado en Trabajo Social.
Universidad Complutense Madrid

¿Qué nos quieren decir los partidos políticos cuando nos hablan de participación?