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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 30.5.2010

El presidente de EB, Javier Madrazo, anunció este domingo su dimisión en el cargo dentro del partido y, aunque justificó esta decisión por "razones personales", admitió que han influido las disensiones internas en el seno de la formación. Además, advirtió de que "la división debilita a la izquierda y la suma fortalece", y preguntó "cuándo aprenderemos a entendernos, aunque, en ocasiones, pensemos distinto".

En un artículo publicado en su blog, Madrazo afirmó que hace un año asumió la Presidencia de Ezker Batua-Berdeak y ahora, "en el momento del balance", sólo puede decir que ha sido "un honor ocupar esta responsabilidad". "Agradezco de corazón la confianza que EB depositó en mi persona tras las elecciones autonómicas celebradas en marzo de 2009, y espero no haber defraudado a nadie o, al menos, ése ha sido mi deseo y también, cómo no, mi voluntad", añadió.

En este sentido, apuntó que, "tras haberlo meditado mucho, ha llegado el momento de poner este cargo a disposición de Ezker Batua-Berdeak" porque "razones de índole personal" le obligan "a prestar más tiempo y más atención" a su vida privada y a su familia. "Y es preciso reconocer, además, que no siempre es fácil compaginar el trabajo profesional con la dedicación y la implicación que exige la actividad política, aunque sea en un cargo alejado de la primera línea de batalla", manifestó.

El hasta ahora presidente de la formación de izquierdas apuntó que "ésta es, sin duda alguna, la razón prioritaria que justifica" su decisión, pero no niega "que otras motivaciones también han tenido su influencia, aunque sea en menor medida". "Ezker Batua-Berdeak se encuentra inmersa en un proceso de debate sobre su futuro y he optado, porque entiendo que es lo mejor para la organización y para mí mismo, por defender mis propuestas, llegado el caso, como un militante más. Creo que es una posición justa y razonable", aseguró.

En esta línea, dijo que "han sido 15 años al frente de una organización política" que lleva "en el corazón", desde que se afilió en 1986 al Partido Comunista de Euskadi y a Izquierda Unida. "He vivido épocas dulces y otras amargas, pero de todas guardo un buen recuerdo porque me han enseñado a madurar y a crecer en los principios y valores de una izquierda comprometida con el socialismo y la justicia social", señaló.

Según indicó, "hoy más que nunca, Ezker Batua-Berdeak, en Euskadi, e Izquierda Unida, en el Estado, son más que necesarias, son fuerzas imprescindibles". "Ambas, cada una en su ámbito, representan la esperanza en un nuevo modelo de desarrollo y convivencia, basado en la superación del capitalismo, la participación ciudadana, el respeto al medio ambiente y la equidad", dijo.

En este sentido, aludió al título de una obra del sociólogo Alain Touraine, titulada: '¿Podremos vivir juntos?', que hace referencia a "la globalización, la identidad y la comunicación entre iguales y diferentes, pero invita también a la reflexión en el seno de la izquierda". "¿Cuándo aprenderemos a entendernos, respetarnos y aceptarnos, aunque, en ocasiones, pensemos distinto? Ojalá sea pronto. Las personas progresistas buscan un referente de izquierda, que genere credibilidad e ilusión, y no siempre lo encuentran. Nos hemos desgastado tanto en la atomización, que hemos olvidado que la unidad hace la fuerza y la sociedad quiere ver en las formaciones políticas una solución a sus problemas y no un problema más", dijo.

Por último, Javier Madrazo subrayó que "la división debilita a la izquierda en su conjunto, más allá de siglas", y, en cambio, "la suma la fortalece".

Madrazo dimite de la presidencia de EB y alega "razones personales"