martes. 23.04.2024

López Garrido: "Europa no está en el ADN de la derecha española"

ISABEL G. CABALLERO
Acaba de cumplir un año al frente de la Secretaría de Estado para la Unión Europea y afirma a nuevatribuna.es sentirse más europeísta que nunca. Convencido de que el PSOE debe ganar las elecciones del próximo 7-J al Parlamento Europeo, no parece preocuparle demasiado que el PP vaya a plantear estos comicios como unas primarias. “Que cada uno haga el tipo de campaña que quiera y ya veremos el apoyo de los electores”, dice.
NUEVATRIBUNA.ES - 19.04.2004

La cafetería del hotel Miguel Ángel de Madrid es el escenario de esta entrevista. Es sábado por la tarde y pocas horas antes, Diego López Garrido asistía al Comité Federal del PSOE. El pasado 14 de abril cumplió un año al frente de la Secretaría de Estado para la Unión Europea y no ha tenido tiempo para echar de menos la vida parlamentaria en la capital. Se le ve apasionado con el proyecto y optimista sobre el futuro de una Europa unida y de una Europa social. Defiende que el 7 de junio hay que ir a votar, que los europeos nos jugamos mucho y que la derecha no puede copar el espacio donde se tomarán las grandes decisiones del futuro, empezando por la salida de la crisis económica. Los preparativos de la presidencia española de la UE, en el primer semestre de 2010, le copan toda su agenda. Viaje tras viaje y entrevista tras entrevista. Afirma que España tiene un gran reto por delante: liderar el que se presenta como un “momento fundacional o refundador de la UE”, en la era post Lisboa, y siempre que Irlanda dé el sí a la Constitución Europea, cosa de la que tampoco duda.

Nuevatribuna.es. El Comité Federal del PSOE ha aprobado la candidatura para las Elecciones Europeas. Es una lista totalmente renovada de la que se han caído nombres de dirigentes históricos que llevan mucho tiempo trabajando en el Parlamento Europeo, ¿Cómo valora estos cambios?

Diego López Garrido. En la cabecera de la candidatura, la que le da la visibilidad política, son personas que tienen proyección en general y son de reconocida competencia política, como Juan Fernando López Aguilar, Ramón Jáuregui, Magdalena Álvarez, o Carmen Romero, que creo que puede hacer un papel muy bueno. Y luego hay una parte que es la más territorializada, con propuestas que llegan de las federaciones. Todas son personas muy válidas.

NT. De la candidatura salen "pesos pesados" como Carlos Carnero, que ha sido eurodiputado desde 1994 y que representa la corriente de "nueva izquierda" de la usted también forma parte.

DLG. En casos concretos como el de Carlos Carnero o algún otro que no repetirá como Emilio Menéndez del Valle me hubiera gustado que estuvieran en la lista porque creo que es una pérdida para el Partido Socialista Europeo (PSE). Pero estas personas van a seguir trabajando en esta área, en el caso de Carnero, con toda seguridad va a seguir trabajando en el ámbito europeo. Es el vicepresidente del PSE y va a seguir siéndolo. Creo que es muy útil, cara a la presidencia de España en la UE, una persona de la experiencia de Carlos por el conocimiento que tiene sobre las instituciones europeas.

“EL QUE VA A EUROPA VA A TRABAJAR”

NT. En la candidatura figuran dos ex ministros (Juan Fernando López Aguilar y Magdalena Álvarez); ex jefes de gabinete como Enrique Guerrero; la ex mujer de Felipe González�Quizá la gente aprecie que el Parlamento Europeo sea el ‘retiro dorado’ de los políticos.

DLG. No. Las personas que van en las listas al Parlamento Europeo deben ser personas de experiencia. Si hubieran sido absolutamente desconocidas la crítica sería que son personas desconocidas. Ser conocido no puede ser un elemento de crítica. Son personas que tienen capacidad política acreditada y por tanto cuando alguien va al Parlamento Europeo (PE), un parlamento completamente legislador que va a ser el más poderoso de Europa, no se puede hablar de retiro, allí no se va a retirarse, se va a trabajar muchísimo.

LA ESTRATEGIA POST LISBOA

NT. Centrémonos en las elecciones del 7-J. El Eurobarómetro conocido hace unos días refleja una altísima abstención. Sólo un 34% de los europeos dice que votará y, en España, es el 27%.

DLG. La gente, de forma natural, ve más lejos el Parlamento Europeo. La cultura política de los países europeos es una cultura nacional, la cultura más emotiva, más de conocimiento, incluso desde el punto de vista mediático es más nacional. Pero estas elecciones son cada vez más importantes y la obligación que tenemos todos, incluido el PSOE, es poner de relieve en la campaña la trascendencia de estas elecciones. Lo que tenemos que conseguir todos los partidos políticos es decir a los ciudadanos que estas elecciones son las más importantes de la historia de Europa.

NT.¿Por qué van a ser las más importantes?

DLG. Por tres cosas. Primera, la presidencia española para 2010. Necesitamos una delegación socialista fuerte en el PE, porque va a ser nuestro interlocutor. Solamente por eso, para ir con la máxima autoridad posible es fundamental. Segundo: la situación de crisis en la que vivimos, de la que hay que salir con un modelo de crecimiento y empleo basado en la sociedad del conocimiento: la educación como gran política económica, y las políticas sociales, Europa ha tenido débiles políticas sociales y ya no puede permitirse ese lujo. Y tres: la dimensión ecológica, la dimensión verde. Esas tres grandes dimensiones son las que hay que enfatizar en la estrategia del post Lisboa.

También hay que tener en cuenta el papel que Europa va a jugar en la arquitectura del mundo del siglo XXI. No está escrito necesariamente que vaya a jugar un papel puntero. Hoy, en el Comité Federal he apuntado que que el G20 pueda verse superado por el que yo llamo G2 (EEUU-China). Si Europa no se une para salir de la crisis, si no es capaz de adoptar decisiones coherentes, sólidas, solidarias y que aparezca como una voz única como un global players, Europa no va a jugar en la nueva arquitectura del mundo con la fuerza que debería tener.

"EL PP QUIERE PLANTEAR ESTAS ELECCIONES COMO UNA PRIMARIAS"

NT.¿Pero no cree que el hecho de que los dos grandes partidos aborden las elecciones europeas en clave nacional, en número de apoyos electorales, perjudica a la hora de explicar la importancia de estos comicios?

DLG. Bueno, eso puede interferir pero no sé lo que hará el PP, yo me temo que hable poco de Europa y que quiera plantear estas elecciones como una especie de primarias, que las desfigure y las deforme. Me temo que esa va a ser la orientación del PP. No va a ser la nuestra. Nosotros vamos a hablar de Europa porque lo que nos jugamos es el futuro de Europa y las competencias de Europa. Los ciudadanos españoles se merecen que no les estafen en la campaña. La izquierda tiene que hacer una campaña que hable de Europa, sobre todo porque el Parlamento Europeo ya es un actor político operativo.

NT. El PP está planteando estas elecciones como unas primarias, pero algunas encuestas le dan la victoria.

DLG. Están haciendo un discurso nacional. Ellos saben que quedan tres años para las Generales, y su discurso va a ser muy reduccionista, antigubernamental y deformando completamente lo que van a ser estas elecciones. Yo espero que si siguen por eso camino los españoles les den la espalda. Que cada uno haga el tipo de campaña que quiera y ya veremos el apoyo de los electores. Lo que se juega es quién vaya a ese Parlamento Europeo. ¿Los que se creen más Europa como son las fuerzas progresistas o los que se la creen bastante menos, como son las fuerzas conservadoras?

NT. Al PP puede salirle rentable una elevada abstención, la desmovilización de la izquierda.

DLG. Puede que sí. Vamos a ver qué campaña hacen. Puede que quieran que no vayan de las urnas electores que querrían decidir sobre Europa no sobre asuntos que no tienen nada que ver. Nosotros tenemos que hacer todo lo contrario, tenemos que movilizar a la gente, tenemos que promover el voto y hacerlo informando de la trascendencia que tienen estas elecciones.

APUESTA POR EL PLAN BOLONIA

NT. Por ejemplo, ¿qué le diría usted a un jubilado para que fuera a votar el 7-J? ¿Y a un estudiante, con el mosqueo que tienen con el Plan Bolonia?

DLG. Un jubilado tiene que saber que Europa se va a ocupar de sus pensiones. Europa se va a ocupar cada vez más de políticas sociales, como las pensiones o el sistema de salud. Todo eso tiene ya una interconexión supranacional. En el caso de un estudiante tiene que asegurarse que en un futuro va a poder salir de España, trabajar en otro sitio. La UE tiene que desarrollar políticas de empleabilidad que potencien la movilidad y la circulación en toda Europa no solo limitarse a tener un empleo en tu país. Todo eso requiere políticas europeas.

NT. Sí, pero está habiendo muchas protestas contra el Plan Bolonia.

DLG. El Plan Bolonia es un plan pensado para la movilidad de los estudiantes y en ese sentido es muy positivo. Se ha pensado para homologar estudios. Otra cosa es que haya temores de que vayan a costar más los estudios. Por parte del Gobierno se ha dicho una y otra vez que nada de eso, que no van a encarecerse los estudios superiores, que va a haber becas, que va a haber todo tipo de facilidades. De hecho, a pesar de las movilizaciones que ha habido, son una minoría. No veo que haya ningún tipo de preocupación, todo lo contrario, creo que el Plan Bolonia lo que pretende es dar más oportunidades a los estudiantes para que se muevan y dar también más posibilidades de trabajo.

EUROPEOS DE CABEZA Y DE CORAZÓN

NT. Parece que la crisis económica centrará la campaña. Eso es lo que quieren al menos la mayoría de ciudadanos europeos según refleja el Eurobarómetro. Esta encuesta también pone de manifiesto una pérdida de confianza en instituciones como el Banco Central Europeo, el Parlamento o la Comisión. Vamos a peor.

DLG. En un momento de crisis, que no se ve la luz al final del túnel, cuando hay bajón en la actividad económica después de 15 años interrumpidos de crecimiento, eso afecta a la opinión que se tiene sobre casi todo. En Irlanda, que hay encuestas sobre el Tratado de Lisboa, como resultado de la crisis se ha disparado el sí, está en un 60% frente a un 30% del no. La valoración de conjunto es absolutamente positiva, otra cosa son las percepciones o estados de ánimos que tengan los europeos en épocas de crisis. No creo que haya una puesta en cuestión, ni deseos de que un país concreto se salga de la UE.

NT. Ese sondeo también refleja que los poderes y competencias de las instituciones europeas, los valores y la identidad europea solo interesan a un 10% de los ciudadanos. ¿Antieuropeismo, euroescepticismo o simple desconocimiento, desgana?

DLG. Europa no es un Estado sino un conjunto de Estados, con tradiciones nacionales, con lenguas, con culturas distintas, y con sentimientos políticos diferentes. Nunca podrá la UE ser sentida como se siente tu país. La identidad europea es una identidad en evolución y a medida que se consolida la UE va en crescendo. Sobre todo hay una gran identidad de Europa que nos une a todos que es la creencia en los valores de la libertad, de la democracia, de los derechos humanos, de la igualdad entre el hombre y la mujer. Tenemos que trabajar para que los europeos no sean solo de cabeza sino que sean europeos de corazón y esa va a ser uno de los propósitos que va a tener la presidencia de la UE, trabajar para que en Europa haya cada vez más un fuerte sentimiento europeo.

UNA EUROPA SOCIAL Y UNA VISIÓN ESRATÉGICA DE LA ENERGÍA

NT. Háblenos de esa presidencia. ¿Qué objetivos se ha marcado el Gobierno?

DLG. El Gobierno ve la presidencia española como una gran oportunidad para España y para Europa. Se produce en un momento muy especial, en el que habrá habido una renovación del PE, hay una nueva Comisión, probablemente haya un nuevo Tratado, así que es un momento fundacional, o refundador de la UE. Es una presidencia bastante decisiva y determinante en la que hay muchas esperanza puestas. España va a ser el país de referencia en esta legislatura, es el país que tiene que lanzar las grandes políticas que se van a desarrollar después. Tenemos que apostar por la lucha contra el cambio climático. Creemos además que una dimensión de ese crecimiento futuro moderno tiene que ser más social. La UE ha sido débil en políticas sociales porque se las han quedado los Estados, y la UE tiene, cada vez más, que llevar a cabo potentes políticas sociales. Ese es el objetivo, no solo una Europa comercial sino una Europa social.

NT. En lo que respecta a la lucha contra el cambio climático, ¿en qué lugar colocamos el debate de las nucleares?

DLG. El Gobierno no quiere nuevas centrales nucleares. No apostamos por las nucleares, aunque cierto es que hay un debate sobre las centrales, sobre si se prolonga su vida o sí no. Nosotros apostamos por las energías renovables a nivel europeo y porque Europa siga liderando la nueva forma de crecimiento y estamos encontrando una receptividad de la administración norteamericana de Obama muy alentadora. Eso va unido a la política de la energía, Europa no tiene una política común, se ha perdido muchísimo tiempo y ha estallado esa situación como cuando ha habido la crisis del gas entre Rusia y España que ha afectado a muchos países europeos. Tenemos que ir a una diversificación de fuentes de energía y diversificación de orígenes geográficos para diversificar el riesgo y tenemos que ir a una interconexión o "vallado europeo" para hacer un mercado común de la energía.

UN AÑO AL FRENTE DE LA SECRETARÍA

NT. Cumple un año al frente de la secretaría de Estado para la UE. ¿Ha cambiado en este tiempo su visión de Europa o, más concretamente, sobre la política europea?

DLG. Se ha enriquecido porque lo he vivido desde dentro y he adquirido una experiencia de conocimiento que no tenía. Lo que me he sentido en este año es admirado y fascinado de la potencia y de la versatibilidad de Europa y de la necesidad que tenemos de Europa. Todo pasa por la UE, hay pocas políticas trascendentales que se puedan hacer desde un país solamente, muy pocas, todo requiere una complicidad europea. Yo era europeísta, ahora soy cien veces más europeísta, pero de corazón y de cabeza.

NT. De antieuropeísmo precisamente es de lo que hoy ha acusado Zapatero al PP.

DLG. De hecho el PP no ha dudado en un momento determinado, en aquel momento de los malhadados mandatos de Bush y Aznar, no dudó en romper Europa si era necesario. Digamos que es algo que no está en el ADN de la derecha española. Y espero que lo esté porque es importante que esté en todos los países y en todos los partidos políticos europeos.

López Garrido: "Europa no está en el ADN de la derecha española"