viernes. 26.04.2024

López descarta que el PP esté en el gobierno y Rajoy pone condiciones

Comienza una semana que puede ser decisiva en las negociaciones para la formación de gobierno en Euskadi. El PNV cierra este lunes su ronda de contactos con las demás fuerzas políticas y le llega el turno al PSE, que hablará con todos los partidos que han conseguido representación parlamentaria con el fin de articular una mayoría suficiente que apoye la candidatura de Patxi López a la lehendakaritza.
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NUEVATRIBUNA.ES - 8.3.2009

La última entrevista programada por el PNV para este lunes es la que celebrará con el PP, cuyo portavoz, Leopoldo Barreda, ya ha explicado que la delegación de su partido que acudirá a Sabin Etxea lo hará con única la intención de "escuchar qué plantean los jeltzales", a los que ha animado a que "asimilen" el resultado de "cambio" solicitado por la ciudadanía vasca en las elecciones autonómicas. El PP desea ese cambio por encima de todo y por eso ha respaldado con tanto entusiasmo, desde la noche misma de las elecciones, la posibilidad de que Patxi López sea el nuevo lehendakari.

Barreda ha dejado clara la pretensión de su partido, que sea una mayoría parlamentaria integrada por socialistas y populares la que decida el futuro político de Euskadi y no el partido más votado, como defienden los peneuvistas: "Vamos a comprobar si en el PNV se va asimilando esa situación, el resultado electoral, si se van superando esas reacciones tan poco acordes a las convicciones democráticas que hemos visto en estos días: esa pretensión de que los votos del PNV valen más que los demás, de que las reglas con las que el PNV accedió a gobernar en la Diputación foral de Álava o en la de Guipúzcoa no valen a la hora de conformar el Gobierno vasco". Y ha añadido: "los ciudadanos eligen parlamentarios y los parlamentarios eligen el gobierno" y "el partido más votado no necesariamente tiene que ser el que forme gobierno".

Los socialistas, por su parte, aún no tienen cerrado el calendario de entrevistas con los demás partidos ya que lo harán una vez haya concluido la ronda de contactos del PNV. Ellos también insisten en la necesidad de un cambio político en Euskadi pero con unos principios básicos: acabar con el "frentismo" que ha caracterizado la política vasca durante los últimos años a través de acciones transversales que permitan el diálogo entre diferentes y "asentar la convivencia desde el respeto a la pluralidad". Son palabras del portavoz de la ejecutiva socialista, Rodolfo Ares, que de entrada chocan con las condiciones que este domingo ha puesto el presidente del PP, Mariano Rajoy, desde las páginas de La Vanguardia.

Decía Rajoy, en declaraciones al periódico, que el apoyo del PP al PSE no es "incondicional", subrayando que lo que su partido quiere es un cambio de política en el País Vasco que pase por la defensa de la Constitución, del Estatuto de Guernika, de la actual política antiterrorista y del derecho de los padres a elegir la lengua de sus hijos. Entre otras cosas, el líder del PP consideraba "disparatado" obligar a estudiar en euskera e insistía en la defensa de que "el País Vasco es España".

Preguntado por si pretende un acuerdo de gobierno con el socialismo vasco, la respuesta de Rajoy era algo más ambigua: "No, no hemos empezado a hablar. Lo que quiero es claridad en los temas fundamentales". Para Rajoy, un cambio de gobierno después de 28 años con el PNV "supone aire fresco" en el País Vasco.

Mucho más terminante era la respuesta a la misma pregunta del candidato socialista a lehendakari. En entrevistas con El País y El Correo, Patxi López, aseguraba que "no entra" en sus planes que el PP se integre en un Gobierno vasco de coalición con el PSE-EE, puesto que mantiene su intención de formar un Ejecutivo "en minoría" que "está casi perfilado" y que conformarán socialistas e independientes.

De las declaraciones de López parece desprenderse su intención de huir de la marca "españolista" que tanta profusión exhibe el PP y que no haría sino profundizar la brecha que separa a los partidos de ámbito nacional de los nacionalistas, por encima de las diferencias ideológicas que separan a los mismos que se sitúan en una u otra orilla. López ha querido dejarlo claro al decir que "no se va a pagar ningún precio que suponga reeditar un frente", así como que no descarta llegar a acuerdos con los grupos minoritarios.

Lo que sí está definitivamente descartado es la posibilidad de llegar a un acuerdo con el PNV. Patxí López defiende que su candidatura es irrenunciable y que aún en el caso de que el PNV retirara la de Juan José Ibarretxe y propusiera a otra persona, mantendría su objetivo de ser lehendakari. Sobre la posibilidad de reeditar un Gobierno PNV-PSE, su opinión es que este ejecutivo "tuvo sentido entonces" pero "ahora no es necesario" porque "el máximo consenso no obliga a que un partido deba ir al Gobierno". Y añade: "Un gobierno en minoría no tiene por qué ser débil si tiene bien anclados los apoyos. Su fortaleza se demuestra cuando es capaz de hacer políticas. Y estoy convencido de que un gobierno con lehendakari del PSE va a mostrar fortaleza desde el principio".

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