Patxi López ha realizado esta reflexión ante el Comité Nacional del PSE-EE que se ha reunido en Bilbao para analizar los resultados de las elecciones generales.
Tras reiterar que los socialistas obtuvieron "unos muy malos resultados", ha apuntado como posibles causas la crisis y su gestión, la "desafección" de la izquierda en toda Europa, la irrupción de Amaiur y la polarización nacionalista, la "evidencia" de la victoria del PP, la no existencia de un voto útil para evitarlo y también la existencia de algunos otros errores que, sectorialmente "nos han ido alejando de una parte de nuestro electorado".
López ha indicado que todas estas cuestiones las tienen en cuenta para el nuevo tiempo", en el que lo "importante" es tomar la iniciativa.
En la actual coyuntura, desde el ámbito interno, cree que es hora de la unidad y de defender el Partido porque "sigue siendo la casa común de las izquierdas y la expresión de la voluntad colectiva de las personas que no se resignan ante realidades injustas y que persiguen cambiar el mundo".
Obligación "ética, moral y política" de sostener y mejorar el instrumento que supone el Partido Socialista y adecuarlo a la nueva modernidad.
Por lo tanto, ha asegurado que tienen la obligación "ética, moral y política" de sostener y mejorar el instrumento, que supone el Partido Socialista y adecuarlo a la nueva modernidad. "Adaptarlo a las demandas, cada vez más sonoras, de apertura, transparencia, permeabilidad, complicidad con la ciudadanía", ha señalado.
Tras indicar que es hora de "redefinir el proyecto", ha añadido que deben revisar su propuesta "de forma muy profunda" y adecuarse a la nueva modernidad, además de "recuperar el liderazgo de la ideas".
En este sentido, ha manifestado que el Congreso Federal que va a celebrar el PSOE tiene que servir "para orientar todo esto" y también para ser "capaces de definir el modelo de oposición que vamos a hacer ante el nuevo Gobierno".
"Una oposición que, bajo mi punto de vista, no puede ser ni la de una, mal entendida, responsabilidad absoluta y repito, mal entendida responsabilidad absoluta, que nos lleve a apoyar cualquier cosa que proponga el Gobierno, diciendo que los tiempos, la crisis y el país obligan. Cuando esto lo único que haría sería desdibujarnos y difuminarnos absolutamente. Tenemos que marcar las líneas rojas", ha apuntado.
Asimismo, ha indicado que tampoco se puede hacer una oposición de "irresponsabilidad absoluta", que les lleve a "combatir cualquier cosa que plantee el Gobierno, sea la que sea, porque somos un partido de gobierno que debe asumir sus compromisos de país y así debe vernos la gente".
"Para mí eso es el Congreso Federal. Hay que elegir una dirección. Hay que elegir un liderazgo y acertar con ello. Pero además hay que definir para qué. Sé que no es posible hacer todo lo que acabo de decir en sólo dos meses, uno hábil, prácticamente, que restan hasta el Congreso. Por eso he dicho que, cuando menos, el congreso deberá orientar todas estas cuestiones", ha agregado.
Asimismo, ha precisado que tienen que ser capaces de aglutinar a los colectivos progresistas de este país y "hacerlo sin miedos ni complejos".
SOCIALDEMOCRACIA EUROPEA
López hizo extensiva la necesidad de redefinir el proyecto socialista al conjunto de la socialdemocracia europea porque la izquierda "no está siendo capaz de dar las respuestas adecuadas, ni a la crisis, ni a los nuevos tiempos en los que vivimos".
A su juicio, en la socialdemocracia europea ha primado la gestión de la cosa pública, pero se han olvidado de "defender ideales que aglutinen a la gente progresista".
Se ha abandonado la política, "dejando que la economía nos gobiernen"
López cree que se ha abandonado la política, "dejando que la economía nos gobiernen". "Y ha sido terrible, el silencio clamoroso de la socialdemocracia europea, ante los ataques de esos especuladores financieros a los gobiernos socialistas de Portugal, de Grecia, o de España", ha añadido.
El dirigente socialista ha advertido de que la Europa que se quiere construir se está "deshaciendo" porque "depende, fundamentalmente, de la iniciativa de dos presidentes conservadores en Francia y Alemania que piensan sólo en sus Estados y en cómo ganar sus elecciones mientras ahogan, con sus políticas a los demás".
Ante esta coyuntura, cree que la respuesta debe ser global y que es "necesario y urgente" reformular ese proyecto como "casa común de las personas progresistas".
Tras denunciar que no se están poniendo "controles o trabas" para que los que "nos trajeron la crisis no sigan manejando los hilos, ha señalado también que hay que dar respuesta "a la definición, al significado y al sostenimiento del Estado del Bienestar, claramente amenazado por las fuerzas conservadoras que están utilizando la crisis para desmantelarlo".
"No podemos permitir que el mayor logro de toda nuestra historia europea; el sistema servicios públicos y de protección que ha permitido el progreso de más gente, en menos tiempo, de nuestra historia se derrumbe. Y tenemos que sostenerlo nosotros. Y para eso, tenemos que adoptar decisiones que impliquen buscar la complicidad de la ciudadanía para hacerlo", ha apuntado.
En este sentido, ha defendido que hay que mantener el significado de la solidaridad en medio de un clima del "sálvese el que pueda" y dar respuestas para evitar "que esta realidad nos pase por encima como una apisonadora por no enterarnos".
