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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 31.07.2009

Los Príncipes de Asturias, Don Felipe y Doña Letizia, y los Duques de Palma de Mallorca, Iñaki Urdangarin y la infanta Doña Cristina, presidieron este viernes al funeral por los guardias civiles asesinados el jueves en la localidad costera mallorquina de Palmanova (Calvià) por una bomba de la banda terrorista ETA, y dieron el pésame a los familiares de los fallecidos.

Las exequias tuvieron lugar a mediodía en la Catedral de Palma, y contaron con la asistencia, además, del presidente de la Comunidad Autónoma, Francesc Antich, el delegado del Gobierno, Ramón Socias, la presidenta del Consell de Mallorca, Francisca Armengol, la del Parlament balear, Maria Antònia Munar, y la alcaldesa de Palma, Aina Calvo, entre otros muchos cargos públicos.

A éstos, aún cabe sumar la participación en el acto del ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y del lehendakari Patxi López, que ya asistió a las 12.00 horas a los cinco minutos de silencio que se convocaron en la cercana Plaza de Cort y que estuvo muy concurrida.

También destacó la asistencia, en una iglesia abarrotada, de representantes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y de los tres ejércitos, especialmente, compañeros de los agentes fallecidos, con su máximo responsable en Baleares, el coronel jefe de la 17º Zona de la Guardia Civil, Basilio Sánchez Rufo, al frente y visiblemente afectado.

El funeral por Diego Salva Lezaun y Carlos Sáenz de Tejada García fue oficiado por el arzobispo castrense Juan del Río Martín y el obispo de Mallorca, Jesús Murgui, quienes destacaron a lo largo del oficio que la "muerte prematura, en plena lozanía de juventud, no es un castigo, sino todo lo contrario" y, además, recordaron a los miembros de la Guardia Civil y a sus familiares que "no están solos" y que "no tengan miedo", dijeron.

Cabe señalar que, entre los asistentes también se encontraba el coordinador de Justicia y Libertades Públicas del PP, Federico Trillo, además de la presidenta del partido en las islas, Rosa Estaràs, y otros responsables de la oposición, que también quisieron participar del dolor de los familiares y allegados de los guardias civiles asesinados.

Tras concluir el funeral, salieron los féretros y las autoridades por la puerta principal de la Catedral palmesana, entre "vivas" y aplausos a la Guardia Civil, recibiendo fuertes ovaciones la partida del cortejo fúnebre y de sus altezas reales, mientras que las coronas de flores quedaron apoyadas contra la fachada del Palau de la Almudaina, donde se celebró el velatorio por las víctimas del atentado terrorista.

Los Príncipes de Asturias presiden el funeral