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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 23.02.2009

Las asociaciones de jueces coincidieron este lunes en considerar "acertada" la decisión de Mariano Fernández Bermejo de presentar su dimisión como ministro de Justicia, ya que, argumentaron, en sus dos años de gestión sido "un foco continuo de problemas". Al nuevo titular de Justicia, Francisco Caamaño, todas las asociaciones dan un margen de tiempo para hacerse al cargo, pero le advierten de que "no hay mucho", ya que las reivindicaciones de la carrera judicial "son urgentes", aunque reconocen que ahora las perspectivas de soluciones son mayores.

Los portavoces de las cuatro asociaciones -Asociación Profesional de la Magistratura (APM), Francisco de Vitoria, Foro Judicial Independiente y Jueces para la Democracia (JpD)- estuvieron de acuerdo en señalar que la dimisión de Bermejo era algo "esperado", ya que, en su opinión, ya había quedado acreditado que "no tenía capacidad para dar respuesta" a los problemas de la Justicia.

"Sin ningún tipo de animosidad, siendo estrictamente objetivo, su gestión ha sido negativa", afirmó el portavoz del Foro Judicial Independiente, Conrado Gallardo, quien destacó que, durante su mandato, Bermejo no sacó adelante "ningún proyecto de ley" sobre la reforma de la Justicia ni "resolvió ningún problema" de los planteados.

Gallardo destacó que, en estos dos años, Bermejo "se ha enfrentado con todos los sectores de la Administración de Justicia" e incluso "ha provocado" la primera huelga de jueces de la historia "con su actitud". "Desde Michavila, probablemente sea el peor ministro de Justicia. Y eso que Michavila había puesto la cota muy difícil de superar", agregó, en referencia al que fuera ministro del ramo durante el segundo Gobierno de José María Aznar.

"INCAPACIDAD POLÍTICA Y PAUPÉRRIMA GESTIÓN"

Para Antonio García, de la APM, la permanencia del ministro al frente del Gobierno estaba "cuestionada desde hace muchísimo tiempo", por su "incapacidad política y paupérrima gestión". En su opinión, el paso de Bermejo por Justicia se ha caracterizado "por no haber demostrado capacidad para saber, desde el diálogo y la empatía, solucionar los problemas que tenía que afrontar su Ministerio" y por su carácter "un tanto visceral y muchísimas veces irreflexivo y desafiante".

La APM cree que la salida de Bermejo del Ministerio, a la que el ya ex ministro se ha "anticipado" presentado su dimisión, es el resultado "de un conjunto de circunstancias que han precipitado algo que no iba a tardar mucho". "Todo el mundo tenía conciencia de que no iba a permanecer mucho más tiempo", agregó.

"Es lo mejor que podía hacer", resumió el portavoz de la asociación Francisco de Vitoria, Marcelino Sexmero, para quien la sensación que transmitía el Ministerio con Bermejo al frente es que "carecía de política de Justicia concreta". "Cuando un Ministerio agota su política y crea más incendios de los que suele apagar, la dimisión es positiva", destacó.

Del mismo modo, el portavoz de Jueces para la Democracia, Miguel Angel Jimeno, reconoció que la situación era ya "políticamente bastante tensa", por lo que la dimisión "encajaba dentro de las posibilidades". A su juicio, Bermejo ha tenido una gestión "con muchos claros y oscuros" y deja "pendiente muchas cosas".

Con todo, Jimeno se mostró sorprendido con que, finalmente, se haya dado "más importancia" al asunto de la cacería en la que Bermejo coincidió con el juez Baltasar Garzón, y para la que no tenía licencia, que a la situación de la Administración de Justicia.

NUEVAS PERSPECTIVAS PARA EL DIÁLOGO

De cara al futuro, las cuatro asociaciones recalcaron que el cambio al frente del Ministerio, que ahora estará dirigido por Francisco Caamaño, arroja "nuevas perspectivas" para el diálogo y la solución de los problemas, aunque coincidieron en advertir que las necesidades del sector son urgentes. "Tiempo de cortesía se acostumbra a dar, pero no tiene demasiado tiempo", subrayó el portavoz de JpD, en una apreciación compartida por los otros tres portavoces.

Así, el portavoz de la Asociación Profesional de la Magistratura subrayó que Caamaño "ya sabe a lo que viene", que es a "encarar desde el primer día los problemas de frente y hacer un esfuerzo para ir dando soluciones". En su opinión, "no se necesitará mucho tiempo" para ver "cuál es la intención y la voluntad" del nuevo ministro, del que deseó que cuente con "la receptividad, la empatía, la sintonía y la racionalidad" que se ha "echado de menos" con Bermejo.

Por su parte, Conrado Gallardo, del Foro Judicial Independiente, reconoció el "handicap" de premura con el que llegará Caamaño al Ministerio, porque "el malestar de la carrera judicial es muy fuerte", pero subrayó que, en cualquier caso, conceder "un tiempo de dos o tres semanas" es "mejor que trabajar con un ministro interino seis meses".

En su opinión, por el perfil del nuevo ministro, que hasta ahora era secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y que participó en las negociaciones para el nuevo Estatut de Cataluña, parece que "puede responder" a las necesidades del cargo.

Del mismo modo, Marcelino Sexmero aseguró que su asociación, Francisco de Vitoria, va a conceder "confianza" a Caamaño para que conforme su equipo y diga "cuál va a ser su política". "Después estamos dispuestos a dialogar y sentarnos a negociar sin prejuicios", afirmó el portavoz, para quien será "más fácil superar la situación con un ministro distinto que tenga un talante negociador mayor que el anterior".

Los jueces, satisfechos con la marcha de Bermejo y esperanzados con Caamaño