jueves. 28.03.2024

El candidato socialista a la Alcaldía de Madrid, Jaime Lissavetzky, ha celebrado un acto en el Centro Cultural Puerta de Toledo, con diversos pedagogos, sindicalistas, profesores y expertos en Educación, para recoger y hacer propuestas  en el sentido de conseguir que Madrid sea “una ciudad educadora”.  También contó con la presencia y el respaldo incondicional del ex Ministro de Educación y Ciencia, José María Maravall.

Tras escuchar testimonios que alertan sobre la precaria situación del sistema educativo madrileño, en todos sus niveles, el candidato ha apuntado que la habitual pelea entre Gallardón y Aguirre, por las competencias en materia de educación “es el mayor ejemplo de incompetencia”. Esa incompetencia, ha dicho, es la que ha caracterizado la política educativa de Ruíz-Gallardón que se ha unido a la actitud segregadora de la Comunidad de Madrid.

“El factor educativo es la principal herramienta de igualdad”. El Ayuntamiento no puede taparse los ojos y apuntar que “es un tema de la Comunidad de Madrid”. Ha reivindicado el concepto de Ciudad Educadora, que es el punto de partida de otro concepto: el de Ciudad Inteligente, que Lissavetzky defiende en su programa, para reequilibrar la ciudad en materia social, económica, ambiental y cultural.

Ha animado a Ruíz-Gallardón a “aprender algo” como es el que “desde la ciudad se puede hacer muchas cosas en el terreno educativo”. Además de escuelas infantiles y solicitar la construcción de nuevos centros de enseñanza en los distritos que lo precisen,  Lissavetzky ha repasado otras medidas que se pueden desarrollar como la creación de un Consejo Educativo de la Ciudad, la apertura de colegios y ampliación de horarios de apertura para la celebración de actividades extraescolares, talleres de divulgación científica, recorridos medioambientales e históricos por la ciudad para los escolares, entre otras propuestas. En definitiva, “aprender en la ciudad, para aprehender la ciudad”.

Son cosas, ha dicho, necesarias desde hace años. Y en Madrid parece que “se hubiera detenido el tiempo”.  “Hemos perdido unos años extraordinariamente importantes para transformar la ciudad”.

Y es que, como ha ironizado, Ruíz-Gallardón  representa ese “alcalde centrista” que ignora la ciudad hasta el punto de no visitar determinados distritos, que “quiere quitar a los mendigos de las calles  y que lleva de número dos a Ana Botella”

Precisamente hoy, el aspirante popular ha adelantado sus propuestas para la revisión del Plan General de Ordenación Urbana, en el que dice que apostará por la sostenibilidad y la cohesión social y territorial. Según Lissavetzky, este anuncio implica que el alcalde reconoce “sus errores” de aquello que “veníamos denunciado desde hace años”.

Tras insistir en que su programa para Madrid prioriza el reequilibrio de los barrios olvidados por el alcalde de las “grandes obras”, se ha referido a su posicionamiento en contra del Gobierno central. Ha señalado, al respecto, que durante el proceso de selección de Madrid como ciudad olímpica lanzaba parabienes hacia Zapatero, mientras que hoy su postura ha derivado en imputarle todos los problemas de los madrileños como “un palmero de Rajoy”. “Gallardón está muy desenfocado, no siente la ciudad. Desde su torre de marfil se dedica a diseñar grandes obras. Ahora le ha tocado el turno a la remodelación de la Plaza de España. Que nos deje en paz.” Y ha ironizado diciendo que “ha aumentado el número de caderas fracturadas por metro cuadrado de Madrid con los socavones y obras de Gallardón”.

Por último, y para frenar esta espiral de obras, ha sugerido en clave de humor, que los Reyes Magos traigan el próximo año al popular, en lugar de oro, incienso y mirra, cuarzo, feldespacto y mica que son los componentes del granito, un material que ha antepuesto a los ciudadanos. Por su parte, Lissavetzky ha dicho que le regalará una tuneladora de juguete.

Bromas aparte, el candidato socialista ha afirmado que “no ha oído hablar a Gallardón nunca de educación, mientras se le llena la boca al decir que ha abierto el Palacio de Correos a la ciudadanía. Que yo sepa, ahí siempre ha estado la oficina central del Correos y siempre ha estado abierto a la ciudadanía”. 

Al finalizar el acto, en el que ha participado el ex ministro de Educación José María Maravall, Lissavetzky ha apuntado que, como en la antigua mili, “el valor se me supone y la decisión política para avanzar en la educación también. Parte de ello es predicar el valor del voto, que pido para dar la vuelta y transformar Madrid”.

Lissavetzky propone crear el consejo escolar de Madrid