sábado. 27.04.2024

"Que pierda los nervios por segunda vez con un diputado de Valencia viene a demostrar que al presidente del Gobierno le molesta y le saca de quicio que lamentemos lo que ha pasado en esa comunidad"

No es la primera vez que Mariano Rajoy responde en ese tono al diputado de Compromís en el Congreso Joan Baldoví. Ya lo hizo durante el debate de investidura en el que ambos protagonizaron un agrio cruce de acusaciones a cuenta de los casos de corrupción en la Comunidad Valenciana.

Pero lo de este miércoles fue aún más lejos. Durante su turno de réplica en el pleno donde informó de los acuerdos alcanzados en el último Consejo Europeo, el presidente del Gobierno rechazó contestarle y tan sólo se limitó a señalar: "Realmente es que no tengo nada que decirle. Todo lo hacemos mal, todo está mal, Europa, el mundo y el único listo que hay aquí es usted; así que si tiene a bien ayudarnos, yo se lo agradezco", lo que provocó las risas de la bancada popular y la indignación del resto de grupos.

En declaraciones a los medios al finalizar el pleno, Baldoví criticó la “chulería” de Rajoy: "Me parece una falta de respeto a los 125.000 electores que me han traído a aquí", dijo. El diputado lamentó que ese hombre “apacible” –lo calificó de forma irónica- haya "perdido los nervios" y dijo no entender "cómo ha contestado a todos los diputados y a mi no”, lo que demuestra, a su juicio, “una falta notoria de educación y de respeto”. "Que pierda los nervios por segunda vez con un diputado de Valencia viene a demostrar que al presidente del Gobierno le molesta y le saca de quicio que lamentemos lo que ha pasado" en esa comunidad, concluyó.

En tono chulesco se mostró el presidente cuando resaltó todas las medidas tomadas desde que gobierna en materia de pensiones o de retribuciones bancarias: “nosotros, eso que ustedes llaman la derecha”, afirmó. Rajoy no solo no se prodiga en sus contestaciones sino que también arremete con mucha dureza contra aquellos grupos que no le sirven a sus intereses. No así, con CiU, a cuyo portavoz Duran i Lleida suele tratar con guante de seda.

Pero Baldoví no fue el único al que el presidente lanzó sus dardos. Rajoy fue muy crítico con el grupo parlamentario de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), al que acusó de ver "todo mal", de no gobernar en ningún sitio y de defender políticas "del siglo XIX". El portavoz Joan Coscubiela, censuró ese tono en su siguiente intervención reprochando a Rajoy "soberbia", "falta de educación" e intentos por "ningunear" al grupo de Izquierda Plural. Baldoví no tuvo segundo turno y no pudo responder.

El propio Alfredo Pérez Rubalcaba, reprochó a Rajoy que se dirigiese a IU como una fuerza que "no gobierna en ningún sitio". "No es verdad", replicó, recordando que Izquierda Unida gobierna en Ayuntamientos con el PSOE, y en alguna comunidad autónoma: "Incluso ustedes en Extremadura cuentan con su apoyo para gobernar".

Las críticas al tono del jefe del Gobierno se multiplicaron en la red social Twitter. Entre los diputados socialistas, Teresa Cunillera se quejó de un Rajoy presidente "muy prepotente", Antonio Hernando habló de "comentario arrogante" e "impropio" de un presidente.

En Izquierda Unida había más indignación. Gaspar Llamazares censuró la "actitud faltona" de Rajoy -"Yo creía que la derecha era educada", escribió en otro mensaje -, y el malagueño Alberto Garzón habló incluso de "prepotencia" y "tono chulesco" para acabar tachando a Rajoy de "chulo playa".

Hasta el 'número dos' de UPyD participó en las críticas apoyando en Twitter las quejas de Coscubiela en el hemiciclo: "La arrogancia despectiva con que Rajoy trata a las minorías es incompatible con la democracia", sostiene.

Al final, Rajoy cerró el debate parlamentario mostrando un tono más moderado y admitiendo los "problemas" que le generan sus respuestas a la oposición -¡Y qué pasaría si no dijera ni pío!", bromeó-. El presidente negó que su pretensión sea callar a la oposición y quiso dejar claro que el debate le gusta y le entretiene. Eso sí, ofreció un consejo a Coscubiela para cuando recibe respuestas que no le gustan: "Haga como yo: espíritu deportivo, sentido del humor, tolerancia y democracia", concluyó.

Acabado el debate, el diputado de ICV se dirigió al escaño de Rajoy y ambos se dieron la mano en el hemiciclo, dando por zanjado su enfrentamiento.

La oposición tacha a Rajoy de "faltón, chulo y soberbio" por sus respuestas en el Congreso