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28 de mayo de 2009, 17:11
NUEVATRIBUNA.ES - 28.5.2009
Zapatero ha vuelto a hacerlo. Lejos de enmendar su conducta ante las recriminaciones del PP, se ha desplazado a un mitin electoral organizado en Langreo en Falcon, el avión militar de la Fuerza Aérea que le corresponde utilizar en su calidad de presidente del Gobierno. Los "populares", que cinco años después aún no se creen que ZP sea el inquilino de la Moncloa, no aceptan ninguno de los argumentos que se les han sevido para justificar su utilización de un recurso del Estado para un acto de partido. Probablemente, ya que no consiguen desalojarle de la jefatura del Ejecutivo, les gustaría que se desvistiera del cargo durante los días que dura la campaña, de ocho de la tarde a diez de la noche, más o menos el tiempo que puede llevarle participar en tales eventos.
La última explicación la ha dado este jueves el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, con estas palabras: "El presidente del Gobierno lo es todo el tiempo, todos los días, a todas horas, y la obligación del Estado es que su seguridad sea máxima, y esta se tiene con vuelos oficiales, algo que es así para todos los presidentes autonómicos. Si a mi me preguntara cualquier presidente autonómico cómo ir a un mitin electoral, cosa que hacen todos ellos todos los días, le diría que fuera con sus escoltas y en coche oficial porque en general son blindados, para tener así las máximas condiciones de seguridad".
Rubalcaba ha añadido que cualquier persona que organiza un viaje de un presidente del Gobierno, "y en España mucho más", lo primero que tiene que tener en cuenta es su seguridad, al tiempo que ha subrayado que todo el mundo entiende que lo más seguro es ir en un "vuelo oficial, un coche oficial o un helicóptero oficial", siempre "medios oficiales que pueden ser controlados desde el mismo momento en que se decide hacer el viaje, hasta que termina".
¿Toso el mundo lo entiende? Mariano Rajoy definitivamente no. El líder del PP ha calificado a Zapatero de "prepotente" por su nuevo desplazamiento en Falcon. Cuando ha hecho estas declaraciones, el viaje aún no se había producido por lo que ha dicho que "si eso se confirma es burla tras burla y es reírse de los españoles, mofarse de los contribuyentes, y es una prueba de prepotencia impropia de un gobernante democrático en el siglo XXI".
Otros compañeros de partido de Rajoy han rebatido las razones de Rubalcaba proclamando a sus líderes presentes y pasados "más machos que nadie". Es el caso del portavoz del PP en la Comisión de Interior del Congreso, Ignacio Cosidó, quien ha asegurado que el ex presidente del Gobierno José María Aznar ni siquiera utilizó un avión del Ejército para acudir a un mitin "cuando la amenaza terrorista era especialmente elevada en nuestro país".
Para Cosidó, "esas prácticas no tienen nada que ver" con la seguridad de Zapatero y demuestran la necesidad de "establecer una nítida distinción entre lo que es su responsabilidad como presidente del Gobierno, su función como secretario general de un partido político y su actividad estrictamente privada", porque "cuando esos planos se confunden se produce una perversión de la democracia y se cae en el nepotismo". Nada más y nada menos.
La pregunta que queda en el aire es si esto también lo saben los miembros de su partido que están actualmente imputados por hacer pingües negocios gracias a los cargos que ocupan y a los que no han renunciado ni parece que vayan a renunciar.
Zapatero ha vuelto a hacerlo. Lejos de enmendar su conducta ante las recriminaciones del PP, se ha desplazado a un mitin electoral organizado en Langreo en Falcon, el avión militar de la Fuerza Aérea que le corresponde utilizar en su calidad de presidente del Gobierno. Los "populares", que cinco años después aún no se creen que ZP sea el inquilino de la Moncloa, no aceptan ninguno de los argumentos que se les han sevido para justificar su utilización de un recurso del Estado para un acto de partido. Probablemente, ya que no consiguen desalojarle de la jefatura del Ejecutivo, les gustaría que se desvistiera del cargo durante los días que dura la campaña, de ocho de la tarde a diez de la noche, más o menos el tiempo que puede llevarle participar en tales eventos.
La última explicación la ha dado este jueves el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, con estas palabras: "El presidente del Gobierno lo es todo el tiempo, todos los días, a todas horas, y la obligación del Estado es que su seguridad sea máxima, y esta se tiene con vuelos oficiales, algo que es así para todos los presidentes autonómicos. Si a mi me preguntara cualquier presidente autonómico cómo ir a un mitin electoral, cosa que hacen todos ellos todos los días, le diría que fuera con sus escoltas y en coche oficial porque en general son blindados, para tener así las máximas condiciones de seguridad".
Rubalcaba ha añadido que cualquier persona que organiza un viaje de un presidente del Gobierno, "y en España mucho más", lo primero que tiene que tener en cuenta es su seguridad, al tiempo que ha subrayado que todo el mundo entiende que lo más seguro es ir en un "vuelo oficial, un coche oficial o un helicóptero oficial", siempre "medios oficiales que pueden ser controlados desde el mismo momento en que se decide hacer el viaje, hasta que termina".
¿Toso el mundo lo entiende? Mariano Rajoy definitivamente no. El líder del PP ha calificado a Zapatero de "prepotente" por su nuevo desplazamiento en Falcon. Cuando ha hecho estas declaraciones, el viaje aún no se había producido por lo que ha dicho que "si eso se confirma es burla tras burla y es reírse de los españoles, mofarse de los contribuyentes, y es una prueba de prepotencia impropia de un gobernante democrático en el siglo XXI".
Otros compañeros de partido de Rajoy han rebatido las razones de Rubalcaba proclamando a sus líderes presentes y pasados "más machos que nadie". Es el caso del portavoz del PP en la Comisión de Interior del Congreso, Ignacio Cosidó, quien ha asegurado que el ex presidente del Gobierno José María Aznar ni siquiera utilizó un avión del Ejército para acudir a un mitin "cuando la amenaza terrorista era especialmente elevada en nuestro país".
Para Cosidó, "esas prácticas no tienen nada que ver" con la seguridad de Zapatero y demuestran la necesidad de "establecer una nítida distinción entre lo que es su responsabilidad como presidente del Gobierno, su función como secretario general de un partido político y su actividad estrictamente privada", porque "cuando esos planos se confunden se produce una perversión de la democracia y se cae en el nepotismo". Nada más y nada menos.
La pregunta que queda en el aire es si esto también lo saben los miembros de su partido que están actualmente imputados por hacer pingües negocios gracias a los cargos que ocupan y a los que no han renunciado ni parece que vayan a renunciar.
