jueves. 25.04.2024

Intensa actividad del Gobierno para rebajar la "tensión mediática" por el caso Alakrana

ISABEL G. CABALLERO
Poco trascendió del encuentro de Zapatero con los familiares de los tripulantes secuestrados. Tampoco de la reunión del comité de crisis celebrada en el Congreso de los Diputados. El Ejecutivo seguirá explorando "todas las vías legales" con suma discreción y al margen de las "turbulencias" de los últimos días.
NUEVATRIBUNA.ES 10.11.2009

“Estos piratas no están en la edad de piedra. Están atentos a cualquier información que se produzca en los países con barcos secuestrados. Oyen todo y ven todo, así modulan sus respuestas. Están organizados y saben cómo van las cosas y si la tensión mediática sube, subirán sus demandas o exigencias”.

Así se pronuncian fuentes gubernamentales después de una jornada decisiva en la que el Ejecutivo consiguió atenuar la “tensión” generada en los medios de comunicación por el secuestro del atunero ‘Alakrana’. Este martes fue un día decisivo en el que se marcó un punto de inflexión, el “punto correcto” a decir de las mismas fuentes, para seguir “explorando todas las vías legales” tal y como se comprometió el ministro Miguel Ángel Moratinos.

En una escueta comparecencia ante los medios desde el Congreso de los Diputados, el titular de Exteriores volvió a pedir paciencia hasta que “se adopten las decisiones y se tengan buenas noticias”. Moratinos no cerró la puerta a ninguna vía de negociación con los corsarios somalíes que desde hace 40 días tienen retenido al atunero en aguas del Índico, si bien precisó que estarán “dentro de la legalidad, respetarán el Estado de Derecho y los convenios”. El ministro negó que el Estado estuviera sufragando los gastos del abogado del conocido como ‘niño pirata’ e informó de que el Gobierno de Somalia (un Estado que, en términos jurídicos, no existe) se ha comprometido “a redoblar los esfuerzos” incluyendo en las conversaciones al ministro de Interior, natural de la región de la que proceden los piratas.

Moratinos hizo estas declaraciones al término de la reunión del comité de crisis celebrada en la Cámara baja junto con la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y la ministra de Defensa Carme Chacón. En paralelo, el presidente del Gobierno recibía en el Palacio de la Moncloa a los familiares de los pescadores secuestrados horas después de que éstos hablaran por espacio de media hora con el presidente de la Audiencia Nacional, Ángel Juanes.

Tal y como él mismo desveló desde la Cámara baja, José Luis Rodríguez Zapatero transmitió a los familiares que el Ejecutivo “trabaja intensamente” para lograr la liberación, al tiempo que dijo comprender la “angustia y grave inquietud” de las familias. “Les hemos explicado todo lo que estamos haciendo y sobre todo dándoles todo el apoyo y la solidaridad que necesitan”, aseguró.

Pero poco más trascendió de ambos encuentros. De hecho, los familiares, tras su encuentro con Juanes, se excusaron ante los medios alegando que su silencio respondía al “delicado” momento por el que estaban pasando. El Gobierno consiguió así cortar de raíz la presión mediática y las “turbulencias” de los últimos días que han obstaculizado el curso de las negociaciones según afirman las fuentes consultadas; y a la vez tranquilizar a las familias comunicándoles que todos los tripulantes del barco “se encuentran en perfecto estado, tienen agua y víveres” según desveló Moratinos por la información recibida del embajador español en Kenia, Nicolás Martín Cinto, que este mismo martes habló con el capitán del Alakrana.

El mensaje de optimismo también partió de la titular de Defensa quien subrayó que el Gobierno está “redoblando esfuerzos cada día” para que la liberación se produzca lo antes posible. “Entre todos estoy convencida de que vamos a conseguirlo”, afirmó.

Desactivado el factor emocional, el Ejecutivo cree también cumplido su objetivo de aunar esfuerzos políticos. Con ese objetivo, Zapatero habló el domingo con el líder de la oposición, Mariano Rajoy. El resultado de esa conversación se tradujo en unas más que moduladas declaraciones de la secretaria general del PP, María Dolores de Cosepdal.

Con todo, el foco de atención sigue estando en la Audiencia Nacional que será la que tenga la última palabra. Francisco Javier Díaz Aparicio, el letrado de Abdu Willy, uno de los dos piratas detenidos, pidió este martes al fiscal que se aplique la Ley de Extranjería para que puedan ser expulsados, una solución ante la que los jueces muestran sus reticencias. La polémica surgida en torno a la competencia de la Audiencia y a las presiones para dejar en libertad a los dos corsarios han obligado a un pronunciamiento por parte del Consejo General del Poder Judicial que este miércoles se reunirá para estudiar el caso. Se prevé que el órgano de gobierno de los jueces emita un comunicado en el que mostrará su apoyo a los familiares pero también el respaldo a los magistrados de la Audiencia exigiendo que se respete su trabajo.

“No se puede esperar que los jueces actúen extramuros de la ley. Los jueces tienen limitaciones que derivan de la propia legalidad. Le ley se puede interpretar, puede doblarse pero lo que no se puede hacer es quebrarla. Los jueces no somos los que tenemos que dar propuestas de solución. Actuamos en el marco de nuestras competencias”, aseguraron a nuevatribuna.es los portavoces de las principales asociaciones judiciales.

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