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NUEVATRIBUNA.ES | 3.2.2009
El área que dirige ni tiene estructura orgánica ni tiene programa presupuestario. Es lo que afirma Sergio Gamón, actual director del Área de Seguridad de la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior que dirige Francisco Granados, quien este martes compareció en la Asamblea de Madrid a petición del Grupo Socialista, en plena polémica por la supuesta trama de espionaje.

Gamón desempeñó hasta julio pasado el cargo de director general de Seguridad, un puesto en el que fue cesado y que ahora ocupa Enrique Barón. Poco antes de su destitución se vio implicado en el supuesto robo del ordenador de Juan Carlos Fernández, colaborador del ex consejero de Justicia Alfredo Prada en el Campus de la Justicia, un hecho del que se defiende recordando que había sido sobreseído por la justicia. Desde entonces hasta ahora -según relató él mismo- se ocupa de realizar un informe sobre la seguridad de los edificios e instalaciones de la Comunidad, en el que lleva trabajando siete meses y por lo que recibe cerca de 6.000 euros al mes.

Aunque su comparecencia estaba pedida con antelación a que saltará el caso de los espías (se cursó el 26 de octubre de 2008), la oposición no desaprovechó la oportunidad de preguntarle en sede parlamentaria por estas cuestiones lo que provocó un gran malestar en el Grupo Popular. La presidenta de la comisión, la popular Pilar Liébana, llamó al orden varias veces a los portavoces del PSOE y de IU, Miguel Reneses y Encarnación Moya, respectivamente, al entender que no se estaban ajustando al objeto de la comparecencia, que no era otro que Gamón relatara sus competencias al frente del Área de Seguridad.

Quejas de la oposición

"Hoy hemos asistido a la primera farsa de un sainete", aseguró al término de la comisión Reneses, quien también denunció el hecho de que a Gamón "se le pague por no hacer nada".

En parecidos términos se pronunció el diputado socialista Adolfo Navarro, quien calificó la sesión parlamentaria como "una verdadera burla" ya que "nos ha venido a decir que no tiene competencias", en un cargo "en el que está puesto no sé por qué y está cobrando por no hacer nada". En opinión de Navarro "esto no es más que el aperitivo de lo que va a ser el funcionamiento de la comisión de investigación", con un "formato ad hoc", dijo.

Por su parte, el PP criticó a la oposición por su "falta de talante democrático" y por dar un "espectáculo lamentable". Así se pronunció la diputada del PP, Cristina Cifuentes, quien reprochó al PSOE y a IU su actitud que "roza -dijo- el filibusterismo parlamentario".

Tras su primera intervención en la que se limitó a decir lo que ya les estamos relatando, Gamón volvió a tomar la palabra para cerrar la sesión. Antes tuvo que escuchar cómo Reneses y Moya ponían sobre la mesa todas las preguntas relacionadas con el supuesto caso de espionaje, así como su vínculo personal con la presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, de la que fue escolta en su etapa al frente del Senado y como ministra del Gobierno de José María Aznar.

En un tono mucho más cabreado que al principio, Gamón aseguró que también había estado con la actual vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que le había llamado "personalmente" para trabajar en su gabinete. Quiso además precisar el caso del Campus de la Justicia, afirmando que había sido sobreseído por los tribunales: "Creo que usted no me puede imputar ningún hecho que la justicia ha dado por no probado", señaló en respuesta a los diputados del PSOE y de IU.

Gamón no quiso hacer declaraciones a los medios ni antes ni después de su comparecencia en comisión que duró menos de lo esperado, dado que el formato elegido, sin posibilidad de réplica por parte de la oposición y cerrando el compareciente, el mismo modelo que el PP pretende imponer en la comisión de investigación sobre el espionaje que se constituirá este viernes.

Gamón, el "espía" de Granados, no tiene competencias ni presupuesto